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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Segundo domingo de Cuaresma - Jesús se lamenta también por nosotros



16 de marzo 2025

Segundo domingo de Cuaresma - .

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 27; Génesis 15:1-12, 17-18; Filipenses 3:17-4:1; Lucas 13:31-35

Tema de hoy: Jesús se lamenta también por nosotros.


Nuestra reflexión para el día de hoy segundo domingo de Cuaresma, tiene como basamento central el pasaje del evangelio que se encuentra en: Lucas 13:31-35 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

Este pasaje del evangelista Lucas, viene inmediatamente después de mostrar a Nuestro Señor Jesucristo predicar ley cuando habla de que: «procuremos entrar por la puerta angosta»; en Mateo 7: 13-14 el evangelista nos indica en forma más amplia esta declaración de Jesús: «Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran». Esta recomendación de Jesús provoca el desespero en muchos corazones ya que, el ser humano está dado a la idea de hacer algo para obtener algo.

Hermanos, ¿hemos vivido engañados acerca de cómo se obtiene la salvación de nuestras almas? ¿Hemos pensado que la salvación se logra por nuestros propios méritos y esfuerzos?

En nuestro caso, si somos cristianos verdaderamente «evangélicos», debemos entender que: «el camino que lleva a la vida» es única y exclusivamente Nuestro Señor Jesucristo; y la salvación se logra solamente por fe.

Y luego, Nuestro Señor habla acerca del fin de los tiempos y muestra imágenes escatológicas muy claras que, ya entrando en la reflexión propiamente dicha del pasaje asignado para hoy, vemos que éstas ofendieron a los líderes de los fariseos quienes lo conminaron a irse, diciéndole que Herodes quería darle muerte.

Entre creer que le dijeron esto para presionarlo a ir hasta Jerusalén y precipitar su muerte o, pensar que algunos de los oyentes de sus prédicas eran fariseos que veían con agrado el mensaje de vida eterna, y por esa razón no querían que Jesús siguiera la suerte de Juan el Bautista de morir por las manos impías de Herodes, quiero optar por esta última versión. Sí, estos fariseos además de tener amplios conocimientos de las Escrituras, en donde se retrataba claramente que el mesías esperado conducía innegablemente hacia la persona de Jesús de Nazaret, también habían aceptado las buenas nuevas en sus corazones.

Hermanos, ¿hemos estudiado la biblia de tal forma que estamos convencidos hoy en día que, todas las señales contenidas en ella conducen a creer con la convicción que da el Espíritu Santo, que Jesús es el mesías, el cristo anunciado a través de todos los tiempos?

Cualquiera que fuese la motivación de la petición de los fariseos, Jesús no les hizo caso alguno, sino que, por el contrario, les encomendó un recado para Herodes: —Vayan y díganle a ese zorro… y continúa como dando a entender, en otras palabras, que yo hago la voluntad de mi padre; tengo primero, como objetivo inquebrantable expulsar demonios y sanar a los enfermos.

Hermanos, ¿aún en nuestra época, consideramos que las prioridades de Jesús son expulsar demonios de: envidia, rencor, depresión, tendencias suicidas, asesinatos fútiles, pedofilia, trata de blancas, drogadicción etc? O, ¿lo consideramos como asuntos no vinculados con la predicación de la fe en Jesucristo y la obra salvadora de Nuestro Señor?

Hermanos, ¿aún en el tiempo que vivimos creemos que el poder de Nuestro Dios está presto a sanarnos tanto física, mental y espiritualmente? O, ¿es algo que vemos con indiferencia, es decir, algo que decimos de la boca hacia afuera y sin importancia alguna para nuestra realidad vivencial?

La palabra «zorro», era muy popular y la usaban los rabinos en ese tiempo, como un adjetivo calificativo que traducía la idea de una persona que usualmente tenía un comportamiento astuto y sagaz.

Como cristianos y acuciosos estudiosos de la Palabra de Dios, la frase «y pasado mañana termino», en otras versiones «y al tercer día termino», debemos entender que Jesús hace referencia a la resurrección que iba a experimentar al tercer día.

En el versículo 33, podemos leer que Jesús habla acerca de la imposibilidad de que un profeta muera fuera de Jerusalén y su propias palabras se iban a cumplir.

Algunos estudiosos manifiestan que es un hecho lamentable y triste al mismo tiempo, que Jesús terminara muriendo en Jerusalén.

Y, observamos como en el versículo 34 Jesús les dice tiernamente desde el corazón, que él deseaba agrupar a los pobladores de la ciudad sagrada bajo su cuidado protector; mas hablándoles directamente les dice: «pero no quisiste».

Hermanos, ¿hemos escuchado en nuestros corazones el deseo de Jesús de querer protegernos tiernamente con su amor? ¿Le hemos hecho caso? O, ¿lo hemos ignorado?

Ahora bien, el «hogar» que menciona Jesús diciendo que va a quedar abandonado se puede referir a la debacle espiritual del templo y de su adoración. Otros piensan que quizá se trate de la profecía sobre la inminente destrucción de la ciudad santa por el ejército romano.

Para finalizar el pasaje, Jesús pronuncia palabras que se encuentran contenidas en el Salmo 118:26; estas palabras eran usadas por los judíos como elemento de su liturgia en los días festivos.

Los seguidores de Jesús vociferaron estas mismas palabras cuando Jesús entró a la ciudad de Jerusalén como el humilde Rey en el actualmente celebrado: «Domingo de Ramos» Lucas capítulo 19 versículo 38.

Estas palabras también tienen su significado y relación con la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo, cuando todo hombre reconocerá a Jesús como el único que viene en el nombre del Señor; pero ahora no como Salvador sino como Juez supremo.

Hermanos, ¿le hemos dicho a Nuestro Señor Jesucristo, «bendito el que viene en el nombre del Señor? O, ¿mantenemos nuestras vidas cerradas a darle la bienvenida a Nuestro Dios?

Oremos

Dios nos dé el entendimiento y la fe necesarias para darle la bienvenida a aquel que dio su vida por nosotros, y de esta manera nosotros podamos vivir en él y por él.

Amén. Dios los bendiga. Y recuerden Sólo Dios Salva.


Primer domingo de Cuaresma - La Tentación de nuestro Señor



09 de marzo 2025

Primer domingo de Cuaresma - La Tentación de nuestro Señor

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 91:1-2, 9-16; Deuteronomio 26:1-11; Romanos 10:8b-13; Lucas 4:1-13

Tema de hoy: La Tentación de nuestro Señor.

Nuestra reflexión para el día de hoy Primer Domingo De Cuaresma, tiene como basamento central el pasaje del evangelio que se encuentra en: Lucas 4:1-13 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

En muchas versiones de la biblia suelen titular este comienzo del capítulo 4 del evangelio según San Lucas como «La Tentación de Jesús»; «Jesús es puesto a pruebas» o «El diablo pone a prueba a Jesús».

Estudiando el contexto de este pasaje, podemos ver que antes de entrar en este capítulo Jesús es bautizado por Juan el Bautista; luego, el evangelista nos muestra la línea genealógica ascendente de Jesús como si nos quisiera decir: Hermanos, su Salvador tiene antepasados carnales que respaldan su naturaleza cien por ciento humana y, podemos confiar en que Nuestro Salvador, quien va a morir en la cruz por nosotros, entiende perfectamente: los sufrimientos, desesperanzas, tristezas y tentaciones por los cuales muchas veces atravesaremos en nuestra existencia.

De esta introducción que hace el evangelista Lucas, él inmediatamente nos relata cómo fue que Nuestro Señor Jesucristo fue llevado por el Espíritu Santo al desierto, y nos describe la conversación entre el diablo y Nuestro Dios.

Primero: Jesús luego de ser bautizado, fue lleno del Espíritu Santo en su naturaleza humana, fue colmado del poder de Dios.

Segundo: Quien lo lleva al desierto es el Espíritu Santo, es decir, quien lo trasladó hasta allí fue Dios.

Tercero: Lucas nos dice que la permanencia de Jesús en el desierto fue de cuarenta días sin ingerir alimentos, luego de lo cual el diablo empezó a hablarle.

El Diálogo Tentador: El diálogo tentador lo inicia el diablo.

—Si de veras eres Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.

El diablo juega a poner en un dilema a Jesús, y la treta es, si no haces que estas piedras se vuelvan pan, entonces, tú no eres en verdad Hijo de Dios.

Por otro lado, la respuesta de Jesús es: no importa lo que tú creas de mí, yo por mi parte atiendo a la Palabra de Dios que dice: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que salga de la boca de Dios.

Seguidamente, el diablo lo hizo elevar y le mostró todas las naciones del mundo; y le dice: todas estas naciones del mundo y su poder te las daré si te arrodillas y me adoras.

Jesús otra vez responde al objeto de tentación presentado por el diablo, fijándose solamente en la acción que el ente maligno solicita sea realizada para él.

—«La escritura dice: Adora al Señor tu Dios, y sírvele solo a él»

Notemos que Jesús no responde, —yo tengo todas esas naciones porque mi Padre me las ha dado desde la fundación del universo.

Más tarde satán lo lleva hasta la parte más alta del templo y le dijo: si de veres eres el Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí, porque la Escritura dice: «Dios mandará que sus ángeles te cuiden y te protejan» … hasta completar el Salmo 91 versículo 11 y 12.

De aquí vemos que satanás lee y conoce la Escritura.

Jesús le dice: yo también conozco la Escritura y ella ordena a todos «No pongas a prueba al Señor tu Dios»

Jesús está hablando de sí mismo, le está diciendo: mira diablo, yo soy el Señor tu Dios, no me pongas a prueba; pero también es aplicable a los cristianos que hacen cosas osadas, atrevidas u omiten hacer otras, contando con que Dios va a resolverles cualquier problema en que se metan por su actitud; ahora bien, esa forma simplista y egoísta de muchos creyentes debemos catalogarla como, "el poner a Dios a prueba", lo que se convierte en un vulgar pecado.

Finalmente, el diablo se cansó, ya no tuvo otras maneras de poner a prueba o tentar a Jesús; como dice la Palabra de Dios en la epístola de Santiago Capítulo 4 versículo 7 «Sométanse, pues, a Dios. Resistan al Diablo, y éste huirá de ustedes»; mas para resistir al diablo, tal como lo hizo Jesús; debemos estar unidos a Dios y tener conocimiento aplicable de las Sagradas Escrituras, de lo contrario, él nos ganará en la tentación.

Hermanos, Dios sabe lo que es ser tentado y salir triunfante ante el diablo. Por fe, se nos atribuyen los méritos de Cristo, de lo que se aduce que si permanecemos unidos a Él, nosotros tambien podremos resistir las tentaciones del enemigo cuando éstas se presenten con engañosas sutilezas.

Oremos:

Hermanos, pidamos a Dios, nos enseñe a someternos a él, estudiar y conocer su Palabra, de tal manera que podamos resistir al diablo y este huya de nosotros.

Amén. Dios los bendiga y recuerden Sólo Dios Salva.


Último domingo después de Epifanía - La transfiguración de nuestro Señor

02 de marzo 2025

Último domingo después de Epifanía - .

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 99; Éxodo 34:29-35; 2 Corintios 3:12-4:2; Lucas 9:28-36

Tema de hoy: La transfiguración de nuestro Señor

Nuestra reflexión para el día de hoy Último Domingo Después de Epifanía, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Lucas 9:28-36 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

Casi ocho días después que Pedro confesara que Jesús era el mesías de Dios, desde el cielo Nuestro Padre Celestial da una respuesta a la pregunta ¿quién es este?

Se suele decir dentro del mundo cristiano conocedor, que la transfiguración probablemente tuvo lugar en Cesarea de Filipo.

Jesús lleva consigo a Pedro, Santiago y Juan a la cima del monte, estaban compartiendo tiempo juntos, orando, aprendiendo del Señor.

Repentinamente, allí frente a ellos, tanto la apariencia como la vestidura de Jesús, cambiaron. La palabra de Dios nos dice que su ropa estaba muy blanca y brillaba .

Con la transfiguración, Jesús da a conocer su naturaleza divina, ratificando de esta manera todo cuanto había contado a sus discípulos.

Hermano, ¿hemos presenciado y disfrutado de la transfiguración de Jesús a lo largo de esta temporada de epifanía?

Esta manifestación en Jesús, nos hace recordar el resplandor reflejado en el rostro del patriarca Moisés cuando descendió del monte Sinaí; pero Moisés sólo reflejaba la gloria de Dios; Jesús, la suya propia.

También nos hace recordar la gloria de Dios que se expandió alrededor de los pastores en Belén, la noche en que nació Nuestro Señor Jesucristo, y de los ángeles brillantes y relucientes en la tumba de Jesús en la mañana de la Pascua de Resurrección.

Hermano, ¿quienes nos conocen, pueden decir que nosotros reflejamos el resplandor de Jesús en nuestros rostros, en nuestras vidas?

Podemos pensar y decir con toda certeza que, con este acontecimiento de la transfiguración de Jesús, se produce el punto máximo de la Epifanía de Dios, ya que su manifestación contiene las características de los otros eventos considerados por los expertos en Biblia como “Manifestaciones de Dios a los hombres”

Sencillamente la gloria de Dios que le corresponde y pertenece, se hizo presente en Jesús. Él estaba revelando, tanto el testimonio vivo de que era Dios, así como todas sus aseveraciones que como Dios había enseñado privadamente a sus discípulos.

El porqué de las apariciones especiales y específicas de Moisés y Elías, se puede deber a que Moisés fue a quien Dios le concedió sacar a su pueblo del pecado de Egipto; le dio la ley en el Monte Sinaí; y tras su muerte quedó el misterio acerca del lugar donde su cuerpo está enterrado Deuteronomio 34: 5-6, y es bien sabido que tuvo una relación muy estrecha con Dios; de Elías nos habla la palabra de Dios que tuvo una estrecha relación con Jehová y fue llevado al cielo sin conocer la muerte.

Finalmente, vemos la aparición de una nube y desde allí una voz que dijo, "éste es mi hijo amado, escúchenlo", muy parecido al anuncio y consejo que nos da Dios Padre durante el bautismo de Jesús.

Ninguno de los discípulos presentes había escuchado antes estas palabras, ahora eran testigos de esa calificación hecha por Dios el Padre acerca de Dios el Hijo.

Ahora ellos podían compartir con los otros discípulos y con el mundo entero que Jesús es el Hijo de Dios y verdadero Dios.

Hermano, ¿somos fieles testigos de que Jesús es Dios verdadero? O ¿vivimos nuestra fe de manera aislada y tímida?

Oremos:

Hermanos, pidamos a Dios, que la transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo nos acompaña en nuestro diario vivir y, de esta manera podamos compartir nuestra fe con otros.

Amén. Dios los bendiga y recuerden Sólo Dios Salva.


Séptimo domingo después de Epifanía - La empatía que proviene de Dios

23 de febrero 2025

Séptimo domingo después de Epifanía - .

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Génesis 43:3-11, 15; Salmo 37:1-11, 39-40; 1 Corintios 15:35-38, 42-50; Lucas 6:27-38

Tema de hoy: La empatía que proviene de Dios

Tema de hoy: Séptimo Domingo Después de Epifanía.

Nuestra reflexión para el día de hoy Séptimo Domingo Después de Epifanía, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Lucas 6:27-38 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

Continúa nuestro Señor Jesucristo sus enseñanzas; pero ahora las hace de conocimiento de todos los presentes y, empieza sus sentencias que van en contra de toda lógica y entendimiento de lo normal, natural y de uso común por el hombre desde su existencia: «Amen a sus enemigos»; «Hagan bien a quienes los odian»; «Bendigan a quienes los maldicen» «Oren por quienes los insultan».

¿Cómo podemos cumplir con estos exhortos de nuestro Señor Jesús? Necesariamente, la persona que logre hacer esto de corazón es porque tiene una comunión completa con Dios y esto es por obra del Espíritu Santo.

Esto solo se puede obtener desde la inconmensurable paz que nos otorga nuestro Señor Jesucristo.

Cuando leemos los evangelios: ¿nos vemos reflejados en estos consejos de nuestro Señor Jesús? ¿Nos consideramos capaces de vivir una vida de esta manera?

Así continúa nuestro Dios señalando otras doctrinas y finaliza diciendo en pocas palabras que, debemos tener trato con nuestros semejantes, así como nos gustaría que ellos nos trataran.

Entonces sería cuestión de ponerse uno en el lugar del otro o mejor conocido como empatía; si alguien está triste por algún motivo, preguntarnos: ¿y si me sucediera algo parecido a eso, estaría triste? Y de esta manera muchas otras interrogantes.

Muchas veces en nuestras vidas nos encontramos con personas que pensando nos causarían un perjuicio, este se convierte y termina siendo un elemento de bienestar para nosotros; es por ello que observamos en el pasaje del antiguo testamento leído hoy, como José les dice a sus hermanos que no teman, porque queriendo hacer un mal, Dios en su soberana voluntad ha permitido que todo eso sucediera para salvarlos de morir de hambre. José es una visión Jesúcristo quien con su sacrificio salvaría a la humanidad de sus pecados y la muerte eterna.

Hermano, si usted camina confiando en su sentido de la vista, mas no por el poder de la fe que Dios obra en usted, entonces le será muy difícil reconocer las bendiciones que se hayan en cada individuo o circunstancia que se presenta ante sus ojos como adversa.

Ya para concluir, Jesús nos invita a vivir una vida de excelencia; sí, excedernos en forma extraordinaria en hacer el bien, sin esperar nada a cambio, ya que de lo contrario, en las más de las veces recibiremos decepciones.

Jesús nos manda a ser compasivos, como nuestro Padre que está en los cielos es compasivo con todos nosotros, seamos malos o seamos buenos.

Hermano, ¿sabemos reconocer las cosas buenas que nos han llegado a través de situaciones aparentemente malas o desagradables?

¿Vivimos una vida que provoca y merece ser vivida colmada de todo tipo de excelencias?

Hermano, ¿ante las necesidades de nuestros semejantes o prójimos, lo primero que nos viene a la mente y el corazón es proceder con compasión?

Oremos:

Pidamos en oración a nuestro Padre celestial, nos haga entender que, como en el caso de José y su familia, muchas veces las bendiciones que él nos envía, llegan a nuestras vidas bajo la apariencias de cosas o circunstancias malas o desagradables.

Amén. Dios los bendiga y recuerden Sólo Dios Salva.