Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Revised Common Lectionary - Daily Readings

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¿Un Dios como la “Lampara de Aladino”?

 

Imagen de Vicki Nunn en Pixabay


27 de junio 2021

Quinto Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Moreno

Lecturas: Salmo 30; Lamentaciones 3: 22-33; 2 Corintios 8: 7-15 Marcos 5: 21-43

Tema de hoy: ¿Un Dios como la “Lampara de Aladino”?

Himnos: 149, 150, 158, 184, 186

Nuestra reflexión para el día de hoy Quinto Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: San Marcos 5: 21-43

Cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se le reunió mucha gente, y él se quedó en la orilla. En esto llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, que al ver a Jesús se echó a sus pies y le rogó mucho, diciéndole:

—Mi hija se está muriendo; ven a poner tus manos sobre ella, para que sane y viva.

Jesús fue con él, y mucha gente lo acompañaba apretujándose a su alrededor. Entre la multitud había una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre. Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, sin que le hubiera servido de nada. Al contrario, iba de mal en peor. Cuando oyó hablar de Jesús, esta mujer se le acercó por detrás, entre la gente, y le tocó la capa. Porque pensaba: «Tan sólo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana.» Al momento, el derrame de sangre se detuvo, y sintió en el cuerpo que ya estaba curada de su enfermedad. Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de él, se volvió a mirar a la gente, y preguntó:

—¿Quién me ha tocado la ropa?

Sus discípulos le dijeron:

—Ves que la gente te oprime por todos lados, y preguntas “¿Quién me ha tocado?”

 Pero Jesús seguía mirando a su alrededor, para ver quién lo había tocado. Entonces la mujer, temblando de miedo y sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y le contó toda la verdad. Jesús le dijo:

—Hija, por tu fe has sido sanada. Vete tranquila y curada ya de tu enfermedad.

Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegaron unos de casa del jefe de la sinagoga a decirle al padre de la niña:

—Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar más al Maestro?

Pero Jesús, sin hacer caso de ellos, le dijo al jefe de la sinagoga:

—No tengas miedo; cree solamente.

Y no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba, entró y les dijo:

—¿Por qué hacen tanto ruido y lloran de esa manera? La niña no está muerta, sino dormida.

La gente se rió de Jesús, pero él los hizo salir a todos, y tomando al padre, a la madre y a los que lo acompañaban, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo:

—Talitá, cum (que significa: «Muchacha, a ti te digo, levántate»).

Al momento, la muchacha, que tenía doce años, se levantó y echó a andar. Y la gente se quedó muy admirada. Pero Jesús ordenó severamente que no se lo contaran a nadie, y luego mandó que dieran de comer a la niña.

La hija de Jairo y la mujer que tocó el manto de Jesús, son pasajes bíblicos que también fueron registrados por inspiración del Espíritu Santo, en los evangelios de San mateo y San Lucas.

Luego de haber calmado la tormenta, Jesús llegó al otro lado del lago y expulsó los demonios que tenían poseído a un hombre. Este episodio es saltado de la secuencia del leccionario cristiano en nuestro calendario, para enfocarnos más en las maravillas que obra la fe en nuestras vidas.

Así las cosas, Jesús regresa al otro lado del lago y, entre la multitud lo espera un líder de la sinagoga de nombre Jairo; su hija estaba muy enferma y dada su desesperación se arrodilló ante él y le suplicó que la curara.

Jairo le decía a Jesús, ven y solamente ponle tus manos sobre ella para que sane y viva.

Podemos observar que este personaje, tiene información de como Dios tiene que hacer las cosas para que funcionen

Podemos pensar, Jairo conocía de cómo Jesús había sanado hasta entonces a los enfermos, sabía de su proceder.

Para Jairo Jesús es Dios, el Mesías prometido, de eso no hay dudas; el Espíritu Santo le muestra a quien acudir y qué debe hacer esa persona para lograr la ayuda anhelada.

Muy bien, Jesús acepta su petición y decide ir a casa de Jairo para hacer según la fe de éste le había indicado hacer.

De camino al hogar del líder de la sinagoga le rodeaba mucha gente que casi no le permitía caminar.

Los amigos de Jairo le dicen que la niña habia muerto, que no moleste más al Maestro, pero Jesús les dice que la niña no estaba muerta, y efectivamente, la niña ante la presencia de Jesús abrió los ojos, nunca estuvo muerta, sino unicamente dentro de los corazones incredulos de sus allegados. Un detalle muy importante es que Jesús le dijo a Jairo, "No tengas miedo". No debemos, ni podemos orar a Dios y tener miedo al mismo tiempo, porque temor y fe son contrarios; la fe echa afuera todo temor, mientras que el temor disipa y anula cualquier manifestación de fe. 

Dentro de la muchedumbre había una mujer que tenía una enfermedad que le producía de derrame de sangre, había pasado doce años y los médicos habían consumido sus ahorros sin darle solución a su problema de salud.

Cuando oyó hablar del Mesías, pensaba que tan solo con tocar el borde de su manto sería curada; así mismo hizo, y el derrame cesó al instante, notando que ya estaba sana.

Por otro lado, Jesús manifestó que salió poder de su cuerpo y preguntó quién lo había tocado, él mirando alrededor vio a la mujer quien se arrodilló plena de miedo, y Jesús le declaró que había sido curada por su fe.

¿Acaso Jesús no sabía quién le había tocado (jalado) el manto? ¡Pues claro que lo sabía, porque estamos ante Dios quien es omnisciente, conoce todo y a todos!

Pero la pregunte a este punto es ¿Cómo sabía la mujer enferma que con tan solo tocar la capa se curaría?

Podemos pensar que ya otra persona amiga de la mujer, había hecho así, tocado alguna prenda de vestir de Jesús y eso la había curado.

Podemos deducir, que anteriormente Jesús se había enojado ante personas que recurrían a esa práctica de tocarlo para obtener algún beneficio, no solo físico sino social y financiero, es decir, lo trataban de convertir en un amuleto de la buena suerte.

Para la mujer enferma, al igual que vemos con Jairo, Jesús es Dios, el Mesías prometido, de eso no hay dudas; el Espíritu Santo le señala a donde ir por salud, ya que toda ciencia humana había fallado y, qué debe hacer esa persona para lograr la ayuda deseada.

He aquí el centro de la curiosidad que surge de ambos pasajes cuyas escenas se entrecruzan. El ser humano desde que existe, ha tratado de ubicar un ente que le proporcione toda clase de bienes y beneficios sin mayor esfuerzo. Ante ese pensamiento, ha surgido entre muchas comparaciones, la famosa “Lampara de Aladino” de la obra “Las Mil y Una Noches”, en donde Aladino frota una lampara de aceite y aparece un hosco genio que acuerda con él en concederle tres deseos.

Muchos “cristianos” confunden la fe, la voluntad de Dios, y su propio deseo egoísta con disponer de una lampara de Aladino, un cajero o dispensador de efectivo bancario, o una tarjeta de crédito de consumo ilimitado y sin responsabilidad en el pago de la misma.

En ambos casos descritos en el evangelio para hoy, debemos creer que, los personajes tenían una comunión por fe con Dios (Espíritu santo) quien le mostró la manera exacta de acercarse y pedirle a Dios (Jesús, el Hijo) con fe, quien intercedería con esa petición ante Dios (el Padre) y ¡voilá el milagro sucedió! Sencillo, ¿verdad?

Ah, yo quiero lo mismo para mi vida. ¿Cómo le hago entonces?

A ver, primero debo tener comunión con el Espíritu Santo, bueno, pero eso de leer las Sagradas Escrituras no va conmigo, eso es mucho esfuerzo para mí.

A ver, ¿y si oro? No, eso es para los religiosos y se ve como aburrido, es demasiado esfuerzo para mí.

Si ese es su pensar, luego usted no tiene relación alguna con Dios, porque de entrada, quien le colocará el deseo por las cosas divinas es el mismo Dios. ¿Y cómo hago que surja ese deseo en mí? Bueno, solamente por los medios de gracia podrá recibir el Espíritu Santo. Los cuales son a saber: La lectura o escucha de la Palabra de Dios (Biblia), la aplicación del Bautismo y la participación de la Santa Cena, Santa Comunión o Partimiento del Pan.

No existen atajos, ni magia, ni adoración de reliquias, ni intersección de lo creado, para producir milagros de parte de Dios, ni para influir en el destino eterno de tu alma. Solamente Dios es quien obra la fe, hace milagros y produce la salvación en el Hombre.

Oremos: Dios Padre eterno, te rogamos de todo corazón, que todo ser humano pueda entender que no es por su propio esfuerzo que llega a creer en ti, y que solamente está en tus manos su fe, los milagros y su salvación eterna, y al mismo tiempo dejemos de creer que tu eres un Dios como el Genio de la “Lampara de Aladino”.

 

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

 

¿Un Dios Negligente?

 

Foto de Julia Volk en Pexels

20 de junio 2021

Cuarto Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Moreno

Lecturas: Salmo 107: 1-3, 23-32; Job 38: 1-11; 2 Corintios 6: 1-13; San Marcos 4: 35-41

Tema de hoy: ¿Un Dios Negligente?

Himnos: 141; 144; 145; 146; 148

Nuestra reflexión para el día de hoy Cuarto Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: San Marcos 4: 35-41

 

Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos:

—Vamos al otro lado del lago.

Entonces dejaron a la gente y llevaron a Jesús en la barca en que ya estaba; y también otras barcas lo acompañaban. En esto se desató una tormenta, con un viento tan fuerte que las olas caían sobre la barca, de modo que se llenaba de agua. Pero Jesús se había dormido en la parte de atrás, apoyado sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron:

—¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?

Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar:

—¡Silencio! ¡Quédate quieto!

El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. Después dijo Jesús a los discípulos:

—¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?

Ellos se llenaron de miedo, y se preguntaban unos a otros:

—¿Quién será éste, que hasta el viento y el mar lo obedecen?

Este pasaje también es mostrado por San Mateo y San Lucas con imperceptibles diferencias, lo que le otorga coincidencia y solidez en los hechos registrados por ambos evangelistas.

A través de los siglos el hombre ha sentido un terror ante el hecho natural de la muerte, así como, situaciones subsiguientes que pudieran surgir ante la misma; de tal forma que por mucho tiempo y en diferentes culturas, unas de las peores pesadillas era el ser sepultado, y luego despertar dentro de la urna.

El temor a la muerte se resalta en estos versículos de Marcos. El sentimiento más agotador en la mente, corazón y ánimo del ser humano, sin lugar a dudas es el de perder la vida.

Por otro lado, se muestra los grados en los cuales los discípulos guardaban la fe en Dios, así como, una negligencia de parte de Jesús quien tarda en socorrerlos.

El lago de Galilea, aunque circundado por montañas, es objeto de constantes tormentas.

Mientras sucede el fenómeno natural, los discípulos se desesperan, no hallan que hacer, ven hacia todos lados y no encuentran recurso ni herramientas adecuadas para proteger su preciada vida.

Observan en forma asombrada como su Maestro, despreocupadamente duerme con la cabeza recostada sobre una almohada. Jesús mediante el fisiológico uso del sueño, manifiesta humilde pero grandemente su naturaleza humana, él necesita dormir, para reponer las energías empleadas en un día largo y trabajoso.

No querían molestarlo, ellos entendían de la labor que su Señor había realizado en la jornada.

Hasta que llamaron a Jesús y él respondió, como promete Dios según leemos en Jeremías 33: 3 “Clama a mí y yo te responderé…”

Jesús sabía todo lo que estaba sucediendo, él no necesita el pronostico del clima, ni una brújula o GPS, porque él es el único Dios omnisciente; él conoce todo y a todos, lo que pasó, lo que está aconteciendo y lo que sucederá.

A este punto despiertan a Jesús e inmediatamente regañó al viento, y dirigiéndose al mar le dijo que se quedara quieto, luego de lo cual hubo total calma.

Jesús es verdadero Dios, así que, ejerce dominio sobre su creación y, la naturaleza no se puede resistir a obedecerle. Aquí se aprecia claramente la omnipotencia de Dios, ante todo y en todos.

Lo que parecía una actitud negligente de parte de Jesús, en verdad podemos pensar que él estaba probando la fe de sus discípulos, y que la misma creciera en ellos con poder.

Los discípulos primero estaban asustado porque pensaban perderían sus vidas; mas luego se llenan de temor ante la presencia de la gloria de Dios, la manifestación de su dominio y majestad sobre todas las cosas, visibles e invisibles, animadas o inanimadas, él es Dios.

Oremos: Dios Padre eterno, te rogamos de todo corazón, nos guíes con tu amor para tener valor ante las dificultades de nuestras vidas y clamar por tu respuesta, de tal manera que logremos descartar de nuestros pensamientos que, cuando tardas en contestar nuestras oraciones, no es porque seas un dios negligente, sino que deseas probar nuestra fe.

 

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

 

 

Un Reino Aparejado a la Humildad

 

Foto de nappy en Pexels

13 de junio 2021

Tercer Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Moreno

Lecturas: Salmo 92: 1-4, 12-15; Ezequiel 17: 22-24; 2 Corintios 5: 6-10, 14-17; San Marcos 4: 26-34

Tema de hoy: Un Reino Aparejado a la Humildad 

Himnos: 102; 115; 116; 118; 139

Nuestra reflexión para el día de hoy Tercer Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: San Marcos 4: 26-34

“Jesús dijo también: «Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.»

También dijo Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo? Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo, pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las otras plantas del huerto, con ramas tan grandes que hasta las aves pueden posarse bajo su sombra.»

De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como éstas, según podían entender. Pero no les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte.”

Así vemos en el evangelio para el día de hoy, dos parábolas que tratan sobre la agricultura, la unión del hombre con la naturaleza para su deleite, desarrollarse en su trabajo diario y obtener el sustento en su vida, tanto para él como para su familia y, en fin, toda la sociedad.

La primera parábola solamente es plasmada en el evangelio de Marcos. Jesús nos enseña como es el proceso natural en el reino de Dios.

Su desarrollo es semejante al hombre que siembra una semilla, quien, estando dormido o despierto, sea de noche o de día, la semilla, crece y llega a dar el fruto que corresponda, sin que él esté afanado ni pendiente de ella las veinticuatro horas del día.

Me hace recordar el himno cristiano que dice, “Yo sembré, Apolos regó, pero el crecimiento lo da Dios…”

Así es el reino de los cielos, por más que pensemos que nuestro aporte es minúsculo, nunca sabremos con certeza adónde va a terminar, así como, la magnitud que tomará la siembra realizada.

Existen muchas personas que se equivocan con la Iglesia de nuestro señor Jesucristo, pensando que ésta es un club social, se desbocan en acciones alejadas del verdadero sentir cristiano y, luego de tanto esfuerzo, piensan que fue la voluntad de Dios que sus actos no trajeran progreso a la comunidad de Dios.

Pero lo que realmente sucede es que, las intenciones del corazón estuvieron alejadas del deseo y mandato de Dios, según lo contemplado en las sagradas escrituras.

Hay casos en los cuales, estos hermanos después de tanto esfuerzo, al sentir que no son tomados en cuenta por su dedicación, deciden irse de la iglesia y al mismo tiempo sonsacar a un grupo de creyentes a irse con él.

Estas son personas que trabajan por el reconocimiento humano, mas no, como si sirvieran a Cristo.

Esta enseñanza de la primera parábola, no sólo es aplicable al reino de Dios, sino también al desarrollo de nuestras propias vidas, cosecharemos lo que sembramos y cómo lo sembramos.

En nuestro diario vivir, la clave se encuentra en lo que sembramos y su forma.

Si sembramos cosas provechosas y pensando en el bien tanto propio, como en el de los demás, así como, de una manera sólida e industriosa, con la idea de que somos un ecosistema y que nuestras iniciativas individuales afectan de una u otra forma a nuestro prójimo y la sociedad en general, la siembra será todo un éxito y los frutos a cosechar en cantidad y calidad.

Hagamos lo mejor de nosotros mismos y dejemos a Dios cumplir con su parte, sea en el trabajo para su reino como en nuestra vida secular, dejando aun lado las preocupaciones estériles e innecesarias.

En la segunda parábola Dios nos quiere mostrar entre muchas otras ideas que, la mayoría de las veces pensamos que, para trabajar en su reino debemos ser unos grandes personajes, profesionales especializados o empezar con Iglesias en grandes construcciones etc.

Sin embargo, esto nos es necesariamente así. Creo que Jesús quiso hacer una distinción que tocara la mentes y corazones de sus escuchas, quienes venían del conocimiento de un antiguo testamento que, asimilaba la fuerza, majestad y grandeza con los imponentes arboles como el cedro y en especial los del Líbano.

Una congregación, muy bien puede iniciar sus actividades en una casa, yo, personalmente tuve la oportunidad de ver en la Isla de Margarita – Venezuela, una feligresía reunida bajo la sombra de un árbol, no recuerdo la especie, pero no era del tipo frondoso.

Lo realmente importante es, que nos adecuemos a la voluntad de Dios para que su reino crezca a dimensiones que solamente él determinará.

Oremos: Dios Padre eterno, te rogamos de todo corazón, que nos muestres las oportunidades para sembrar en tu reino y, nos hagas entender que no es nuestra voluntad lo que hace crecer tus designios sino tu gran poder.

 

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

 

¡Dudando del Poder de Jesucristo!

 


06 de junio 2021

Segundo Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Moreno

Lecturas: Salmo 130; Génesis 3: 8-15; 2 Corintios 4: 13-5: 1; San Marcos 3: 20-35

Tema de hoy: ¡Dudando del Poder de Jesucristo!

Nuestra reflexión para el día de hoy, Segundo Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: San Marcos 3: 20-35.

En el evangelio según San Marcos que hemos leído hoy, nos encontramos con un detalle que suele suceder con todo personaje que procura introducir cambios notables dentro de la humanidad; es bastante conocido los casos de inventores, exploradores, científicos de especialidades del conocimiento en general, quienes han sido tachados como farsantes en el más ligero de los casos, hasta dementes o herejes consumados.

Hoy hemos visto que los familiares de Jesús fueron a recogerlo, porque pensaban que había perdido la razón.

Y ¿cuál era la sintomatología que presentaba nuestro Señor para que se le diagnosticara su locura? Nada, solamente haber entrado a una casa y que la gente se acercara en multitud a escuchar a un hombre que hablaba palabras diferentes, doctrinas que daban paz a sus almas, ese era el síntoma de locura. ¡Bendita locura!

Conozco la historia de un sujeto que participó en los dos bandos de dos guerras sin disparar un solo tiro. Se llamaba Juan Pujol García, nació en Barcelona y fue Arabel en el servicio secreto nazi y Garbo, en el británico. Creó una red imaginaria de veintisiete agentes secretos que generaba un cúmulo de información que el enemigo creyó a pie juntillas. Su obra maestra fue engañar a Hitler para que pensara que la invasión de la Europa ocupada se iba a producir muy lejos de donde ocurrió. Salvó miles de vidas y contribuyó decisivamente a la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Fue condecorado por alemanes y británicos después del Día D. Provocó la noticia de su propia muerte y vivió oculto durante cerca de cuarenta años.

Descubierto, fue recibido con honores en el Palacio de Buckingham y con sorpresa y emoción por sus hijos, que no sabían que estaba vivo. Aunque parezca un personaje de película, Juan Pujol fue un hombre de carne y hueso y esta fue su vida real resumida en muy pocas palabras. Falleció en la ciudad de Caracas-Venezuela, en el año 1988. Fuente:: https://www.garboespia.com/

En el ejemplo anterior vemos cómo actúa un espía y los objetivos que persigue. En nuestra lectura, los maestros de ley atacaban a Jesús, afirmando que el mismísimo jefe de los demonios era quien le había dado el poder para echarlos fuera.

El Mesías les trata de hacer entender que ni un país, ni una familia que se encuentren divididas, pueden permanecer por mucho tiempo en pie; pensemos en el ejemplo histórico del espía anteriormente mostrado. Él era un hombre que no creía en la violencia, luego de lo cual decidió actuar como agente de los servicios alemanes y británicos, confundió a los alemanes, produciendo su división en el seno de su entendimiento estratégico, y consiguió un resultado anhelado.

Los maestros de la ley, en su afán de minimizar moralmente a Jesús, decían que tenía un espíritu impuro; como resultado de eso, Jesús les adoctrina una nueva enseñanza y, es que dios perdona todo pecado al hombre, mas el único pecado que no perdonará jamás, será la burla y blasfemia contra el Espíritu Santo.

Luego llegaron la madre de Jesús y sus hermanos, y mandaron llamarlo; mas el Señor Jesucristo, continuaba enseñando a todo aquel que quisiera aprender de sus divinas palabras; y en ese sentido y propósito él les contesta que, su madre y sus hermanos es y será, todo aquel que cumpla la voluntad de Dios.

De esto podemos deducir que, todo aquel que manifiesta orgullosamente mantener una cerrada comunión con Cristo, pero no sabe cuál es, ni cumple la voluntad del Dios Santo de Israel, más le valiera morderse la lengua, cerrar la boca y guardarse su hipocresía, ya que su destino eterno está bastante comprometido

Oremos hermanos: Padre celestial, entra en nuestras mentes y corazones, y haznos entender cuál es tu voluntad, para que de esta manera podamos vivir en estrecha comunión contigo, identificando a los falsos líderes espirituales que hacen que tu hijo Jesucristo sea puesto en duda como el único camino hacia ti

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!