21 de julio de 2024
Noveno domingo después de Pentecostés
Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel
Lecturas: Salmo 23; Jeremías 23:1-6; Efesios 2:11-22; Marcos 6:30-34, 53-56
Tema de hoy: Jesús, un Pastor misericordioso
Nuestra reflexión para el día de hoy Noveno Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Marcos 6: 30-34, 53-56
“Después de esto, los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo:
—Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo.
Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer. Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado. Pero muchos los vieron ir, y los reconocieron; entonces de todos los pueblos corrieron allá, y llegaron antes que ellos. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
Cruzaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús. Corrieron por toda aquella región, y comenzaron a llevar en camillas a los enfermos a donde oían decir que estaba Jesús. Y dondequiera que él entraba, ya fuera en las aldeas, en los pueblos o en los campos, ponían a los enfermos en las calles y le rogaban que los dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos.”
***
Es de observar, que estos pasajes bíblicos también fueron registrados por inspiración del Espíritu Santo, en los evangelios de San Mateo, San Lucas y San Juan, dándoles fuerza y consistencia al relato del evangelista.
Si bien la misión de Juan El Bautista había terminado, la de los Apóstoles apenas había empezado.
Ellos se reúnen alrededor de Jesús y le cuentan todas las cosas, tanto lo que habían hecho como lo que habían enseñado.
Estos son misioneros que entregan cuenta en forma seria a su Maestro o Líder. El trabajo realizado por ellos les debió producir bastante cansancio ya que, Jesús les invita a ir a un lugar desierto para descansar por un rato, porque eran muchos los que iban y venían y, ellos no habían tenido un simple momento de ocio para siquiera comer algo.
Es de observar que Jesús sabe de la importancia del descanso, y basado en su experiencia divina aplica lo practicado en la culminación de la obra de su creación; Génesis 2: 2 “El séptimo día terminó Dios lo que había hecho, y descansó.”
Jesús, el Buen Pastor, lleva a sus ovejas hacia verdes praderas y los hace descansar.
Hermanos, ¿tomamos tiempo de ocio para descansar de nuestra obra diaria?
O tal vez pensamos que somos de acero inoxidable y, nunca vamos a sucumbir, como resultado de sobre exponernos a la fatiga que trae la laboriosidad cuando no damos espacio a cierto tiempo de reposo.
Y el mejor tiempo de ocio empleado, es cuando nos congregamos, leemos la Palabra de Dios y nos sumergimos en oración ante Él. Así ganamos en comunión verdadera con nuestro Padre celestial, quien nos proporciona el descanso perfecto.
Las multitudes los reconocían dondequiera que fueran; no podían ocultarse de ellos.
El Buen Maestro vio a la multitud con un corazón compasivo, porque parecían ovejas sin pastor.
Una oveja sin pastor, no tiene mucha esperanza de vida en sí misma, ya que son seres débiles, inocentes, crédulos y confiados de todo lo que le rodea.
Hermanos, ¿tenemos compasión cuando vemos personas que no tienen un Dios verdadero en quien creer y confiar?
¿Hablamos del amor de Dios en la Cruz, o nos quedamos callados?
Si tienes por costumbre guardar silencio y no hacer nada, en alguna forma estás negando a Nuestro Señor Jesucristo y él promete negarte el día del juicio final.
Finalmente, Jesús y sus discípulos arribaron a Genesaret, allí la gente lo reconoció. Le llevaban a los enfermos en camillas y los colocaban en las calles, en la creencia de que, si sólo tocaban el borde de su traje, quedarían sano y asimismo les fue hecho según su fe.
Las ovejas confían en su pastor, y éste les cura con cuidadoso amor dando cumplimiento a la profecía de Ezequiel 34:16 “Buscaré a las ovejas perdidas, traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles, y cuidaré a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido.”
Hermanos, ¿cuando estamos rotos emocionalmente o enfermos físicamente, acudimos primero a nuestro Pastor en oración, o sólo luego que hemos tratado todo lo demás sin resultado exitoso alguno?
Oremos:
Dios Padre eterno, te suplicamos que siempre nos orientes a acudir primeramente a Nuestro Pastor Jesucristo, para encontrar guía, dirección y sanidad de nuestros cuerpos y almas.
Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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