Decimonoveno Domingo Después de Pentecostés.
Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel
Lecturas: Salmo 19:7-14; Números 11:4-6, 10-16, 24-29; Santiago 5:13-20; Marcos 9:38-50
Tema de hoy: Sé un ejemplo cristiano a seguir.
Nuestra reflexión para el día de hoy decimonoveno domingo después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Marcos 9:38-50 y es del contenido siguiente:
“Juan le dijo:
—Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.
Jesús contestó:
—No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Cualquiera que les dé a ustedes aunque sólo sea un vaso de agua por ser ustedes de Cristo, les aseguro que tendrá su premio.
»A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que lo echaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtatela; es mejor que entres manco en la vida, y no que con las dos manos vayas a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtatelo; es mejor que entres cojo en la vida, y no que con los dos pies seas arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo; es mejor que entres con un solo ojo en el reino de Dios, y no que con los dos ojos seas arrojado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga.
» Porque todos serán salados con fuego. La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo podrán ustedes hacerla útil otra vez? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros”.
***
La definición del término Sectarismo según la RAE es: «Fanatismo e intransigencia en la defensa de una idea o una ideología».
En nuestro pasaje del evangelio para el día de hoy, vemos a un Juan muy preocupado porque habían visto a una persona que en el nombre de Jesús, expulsaba espíritus de alguien poseído.
A ellos les pareció raro, injusto e ilegal que otras personas que adoraban al mismo Jesús que ellos adoraban, osaran siquiera mencionarlo en sus prácticas espirituales.
No, decían los discípulos de Jesús, esto no puede ser posible, para creer en Jesús, adorarlo como el Dios que es y orar en su nombre, la persona tiene que pertenecer a nuestro grupo cerrado, a nuestra iglesia y a nuestra denominación, porque sino, es un hereje a quien hay que denunciar ante las autoridades policiales y execrarle de la sociedad.
Esa malsana práctica de ser intolerantes ante personas que no pertenecen a mi “Iglesia Club”, deja mucho que desear en este mundo y mucho más en lo que respecta al destino eterno, así que debemos ser muy cuidadosos con eso.
¿Qué responde Jesús ante las pretensiones de Juan de hacer de su Iglesia un club exclusivo de un puñado de seguidores?
«No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor».
Luego hace una advertencia a los líderes cristianos. Los conmina a tener cuidado con las predicaciones que hacen con sus testimonios de vida ante los niños; Jesús no habla aquí de lo que predicas con tu boca, sino con lo que se predica con el ejemplo diario.
Hermano. ¿Qué estás predicando con tu conducta a tus hijos, vecinos y amigos acerca del reino de Dios?
Recuerdo a un líder en exitología que solía decir: «así como usted es en un área de su vida, seguramente, así mismo será usted en las demás facetas de su existencia».
No pretendamos engañarnos a nosotros mismos y mucho menos pretendamos engañar a Dios; como dice en su Palabra: «Dios no puede ser burlado».
Para finalizar el pasaje de hoy, Jesús habla sobre las pruebas a las cuales debe ser sometido el cristiano, para luego poder llegar a ser un elemento atractivo de quienes vean su testimonio de conducta.
Hermano. ¿Tenemos el gusto, alegría y goce de vivir que procede de la comunión con Dios? ¿O andamos por esta tierra de los vivientes: llorosos, quejumbrosos, temerosos y enlutados?
Vivamos alegres y con el gozo del Espíritu Santo que mora en nosotros, dando gracias a Dios en todo momento; como dice Pablo inspirado por el Espíritu Santo: «Alégrense, alégrense siempre en el Señor»
Oremos:
Hermanos, supliquemos a Dios Padre que, nunca pensemos que nuestra iglesia local es la única que tiene a Dios, respetemos a todos los cristianos en su profesión de fe y seamos ejemplos influyentes sobre la vida de los niños y de todos en general.
Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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