06 de julio 2025
Cuarto Domingo Después de Pentecostés
Pastor: Moreno Villarroel
Lecturas: Salmo 66:1-9; Isaías 66:10-14; Gálatas 6: 7-16; Lucas 10:1-11, 16-20
Tema de hoy: Lo más Importante es llevar tu Palabra, Señor
Para el día de hoy, continuamos en donde quedamos la semana pasada; y vemos que Jesús escogió a otros setenta y dos y los envió en parejas a todos los pueblos programados a visitar.
Podemos pensar que, Jesús conocía el número de las personas que estaban listas para abrir su corazón al Espíritu Santo, y creer en el Mesías y su obra de salvación y, el número era grande ya que, necesitó nombrar a setenta y dos nuevos apóstoles. También les orientó en el sentido de que, rogaran en oración a Dios Padre, dueño de la cosecha, para que enviara obreros a recogerla. Y les aconsejó: yo sé que los envío como corderos en medio de lobos.
Hermanos, hoy en día, la cantidad de personas que sienten necesidad de la Palabra de Dios es altísima, no obstante que las estadísticas indican que la asistencia a las iglesias ha disminuido, aun antes de la llegada del mortal virus que asolara al planeta hace algunos años. Esto es así, en razón de que en su mayoría, el liderazgo cristiano no ofrece una predicación clara, pura y sencilla del evangelio de Nuestro Señor Jesucristo y, como si fuera poco, la cosecha que está preparada es tomada por seudo líderes con deseos desbordados de riqueza y poder, que suelen aplicar sobre estas personas de reciente conversión.
Podemos observar en el versículo 7, que Jesús les enseña que el trabajador tiene derecho a su paga; una cosa es que un Líder cristiano deba recibir un salario y otra cosa muy diferente es que pretenda expoliar los bolsillos de sus congregantes.
Dentro del pasaje del evangelio; luego, encontramos a Jesús refiriéndose a los pueblos desobedientes, aquellos que vieron sorprendentes milagros y sin embargo no creyeron. Jesús les predica ley, sí, cuando les dice acerca del castigo que recibirán por no haber creído. Esta forma de predicar, aún hoy en día, es practicada en muchas iglesias legalistas y piensan, sin entender el contexto en el cual lo hizo Jesús, que ellos están haciendo bien al predicar de esta manera. Sus líderes gustan hablar del infierno y del castigo eterno; mas, nunca sacan a su sufrida y angustiada audiencia de allí, nunca le muestran las dulces y consoladoras palabras del evangelio.
Hermanos, ¿hemos vivido ese tipo de experiencias de disertaciones escatológicas y hemos podido identificar esa errada forma de predicación? ¿Conocemos personas que asisten a ese tipo de iglesias del fin del mundo? ¿Qué podemos recomendarles?
Ya en la parte final de este pasaje para hoy, nos encontramos conque los enviados regresaron y lo hicieron llenos de regocijo, al punto de decirle a Jesús que los espíritus endemoniados les obedecían en su nombre. De esta parte de los evangelios se suele usar al tratar de imponer una doctrina de expulsión de demonios; para ciertas iglesias todo es demonio y; luego todo es expulsable, así que, manos a la obra y, pasan todo el tiempo del servicio dedicados a eso: «sacar demonios», y me pregunto: ¿Cuándo predican la Palabra? Una vez, vi un programa sobre una iglesia en Estado unidos de América, cuya base central de enseñanzas era que el Pastor predicaba mientras manipulaba serpientes e invitaba a sus seguidores a hacer lo mismo, en la creencia de que si algunas de las víboras les mordía ellos no morirían y, si morían, era porque no estaban bien con Dios.
Ahora bien, Jesús concluye diciendo, no se alegren por esto de expulsar demonios o por las serpientes, sino porque sus nombres están escritos en el cielo. Esto puede ser tomado de dos formas o en dos vías: 1.- ¡Ah!, si saco demonios y me dejo morder por serpientes; luego, mi nombre estará escrito en el libro de la vida, o 2.- Dentro de todo el contexto leído, debemos entender que lo más importante es llevar la Palabra de Dios a todo lugar y a toda persona, y no preocuparme por lo otro: sacar demonios ni las benditas culebras.
Hermanos, y ustedes, ¿qué piensan?, ¿qué es más importante para Dios? ¿Buscar el «Show»? O ¿predicar con honradez y amor su Santa Palabra?
Oremos:
Señor de los cielos, hoy queremos rogarte que nos enseñes a llevar tu Palabra con claridad, humildad de corazón y fe, para que todas las naciones lleguen a tu conocimiento pleno y sean salvos por la obra vicaria de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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