22 de Noviembre de 2020
Vigésimoquinto y último domingo después de Pentecostés.
Pastor: Miguel Moreno
Lecturas: Salmo 95: 1-7a; Ezequiel 34: 11-16, 20-24; Efesios 1: 15-23; Mateo 25: 31-46
Tema de hoy: ¡¡ Silencio, Juez Trabajando !!
Nuestra predicación para el día de hoy vigésimoquinto y último domingo después de Pentecostés, y coincidiendo con la celebración de "Cristo Rey" se encuentra en el evangelio según Mateo Capítulo 25 versículos del 31 al 46 y el mismo es toda una relación en materia procesal penal, con sus detalles escatológicos propiamente dicho.
El texto es por demás explícito, cuando el Hijo del hombre regrese, rodeado de esplendor y con sus ángeles se sentará en su trono, las naciones del planeta se reunirán en torno a Él y comenzará a hacer una selección a la usanza de los pastores, las ovejas a un lado y las cabras hacia el otro. Las ovejas a la derecha, señal de autoridad y confianza y las cabras a la izquiierda, muestra de desprecio y desconfianza.
Luego de aquello, Jesucristo, en nuestro contexto el Rey, emitirá un mensaje, en parte del Padre, a los que se encuentran a la derecha. Vengan ustedes quienes han sido bendecidos por el Padre a disfrutar el reino que ha sido preparado desde la fundación del mundo.
Dios Padre ya había bendecido a los creyentes colocados a la derecha por Cristo Rey, para disfrutar del reino que tanto les hablara en parabolas Jesuscristo en su primera venida al mundo.
Ahora Cristo-Rey pasa a explicar el por qué fueron favorecidos por el Padre y disfrutarán del reino de los cielos.
Los motivos son: Yo tuve hambre y me diste de comer; padecí de sed y me diste de beber; fui extranjero y me dieron cobijo. Estuve desnude y me vistieron; estuve en el hospital y la carcel y viniste a vistarme.
Entonces los creyentes justos, le preguntarán, cuándo hicimos todas esas cosas por ti? A lo que Cristo-Rey responderá, todo lo que hicieron por cualquiera de mis hermanos por mí lo hicieron.
Ahora bien, en el caso de las cabras apartradas hacia el lado izquierdo, Cristo-Rey dirá, apártense de mí los merecedores de condenación, vayan al fuego eterno destinado para el diablo y sus ángeles. Y las razones para esa sentencia es la siguiente: Tuve hambre y no me diste de comer; tuve sed y no me dieron de beber; fui forastero y no me brindaron hospedaje. Estuve en la desnudez mas no me dieron vestidos; estuve en el hospita y la carcel y no viniste a visitarme.
Luego, los seprados a la izquierda le preguntarán, cuándo dejamos de hacer esas cosas por ti? Ante lo que Cristo-Rey contestará, todo lo que no hicieron por cualquiera de mis hermanos más humildes, tampoco por mí lo hicieron.
Como conclusión, el Rey les dirá, estos van a condenación eterna y los justos a la vida eterna.
Hermanos, pidamos a Dios en oración, tener presente el tratar a nuestros prójimos como si fuesen el mismo Señor Jesucristo, y de esta manera garantizar en su segunda venida, el ser colocados a la derecha, y de esta forma disfrutar el reino que nos tiene preparado desde la fundación del mundo.
Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Sólo Dios Salva.