28 de
febrero de 2021
Segundo Domingo de Cuaresma.
Pastor: Miguel Moreno
Lecturas: Salmo 22: 23-31; Génesis 17: 1-7, 15-16; Romanos 4: 13-25; Marcos 8: 31-38
Tema de hoy: Pedro y su distorsión visual
Nuestra predicación está basada en la lectura del
evangelio para el día de hoy, Segundo Domingo de Cuaresma, y la misma se
encuentra en el evangelio según Marcos 8: 31-38
Es muy conocido el relato acerca de dos albañiles que trabajaban en una misma obra de construcción, pero diferían, tanto en su autoimagen, como en en el prosósito de su labor.
Se cuenta que se le preguntó a cada uno por separado, en qué era lo que estaba trabajando, y el primero respondió, "Yo, lo que hago es colocar ladrillo sobre ladrillo a lo largo del día", mientras que el otro al ser consultado manifestó "Yo, estoy construyendo la catedral más grande y más bella que jamás haya existido".
Se nota de ese relato que, si uno conoce cuál es el objetivo, propósito de su labor y se identica con éste, la actitud de compromiso y esmero en el mismo, será gratificante, provechosa y de gran calidad en su realización.
Para el día de hoy, observamos a un Mesías que conoce con exactitud y detalles, qué pasará con él y el modo en que lo llevará a cabo.
“...el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días”.
Y observamos a un discípulo que, zarandeado por Satanás, desvía la mirada que debería poner en la misión de su Maestro, la desconoce y la niega, porque ve las cosas desde la optica de los hombres, rechazando el plan de Dios.
Luego, Jesús les ofrece a los discípulos, directrices de cómo deben conducir su vida de devoción y creencia.
Olvídense de sí mismos y carguen su cruz, esto es, no sean egoistas y trabajen en la obra del Reino de Dios.
No vayan trás el resplandeciente brillo de los asuntos cotidianos, menospreciando la relación con su creador.
Proclamen el nombre de Jesucristo, sin avergonzarse, para que en el día final él se enorgullezca de ustedes.
Hermanos, pidamos a Dios Padre, que en este tiempo de Cuaresma, pongamos la mira en la vida que nos otorga la cruz de Nuestro Señor Jesucristo y, jamás sigamos el ejemplo de Pedro y su Distorsión Visual.
Amén. Dios me
los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!