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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Vigésimo Domingo Después de Pentecostés - Seamos elementos de unión con Dios



06 de octubre 2024

Vigésimo Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 8; Génesis 2:18-24; Hebreos 1:1-4; 2:5-12; Marcos 10:2-16

Tema de hoy: Seamos elementos de unión con Dios

Nuestra reflexión para el día de hoy vigésimo domingo después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Marcos 10:2-16 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

Los fariseos, quienes siempre estaban buscando alguna excusa o motivo para detener el ministerio de Jesús, esta vez le hacen una pregunta para tratar de hacerlo caer en una trampa. Y ¿cuál es la pregunta? Bueno, que, si al esposo le era permitido divorciarse de su esposa.

Jesús, a su vez, les responde con una pregunta ¿qué les concedió hacer Moisés en relación a ese tema? Y, ellos contestaron «Moisés nos permitió separarnos de la esposa dándole un certificado de divorcio»

Luego de lo cual, Jesús los adoctrinó de tal manera que entendiesen que no sabían nada acerca del plan de Dios para la humanidad. Y les expuso: 1.- Moisés les permitió esa separación, por la terquedad que su egoísmo produce en ustedes. 2.- Si no lo han leído, aquí se los enseño: en el principio, cuando mi Padre creó los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos; él los creó hombre y mujer. 3.- Y ¿con qué motivo u objeto los creó hombre y mujer?, para que el hombre, en alguna etapa de su vida, deje a su padre y madre y se una a su mujer. Y ¿por qué se deben unir? Sencillo, porque ese fue el plan para su creación, que vivieran juntos y, ambos fuesen como un solo ser. Así que, donde esté constituido un matrimonio, Dios no ve dos personas sino solamente una. Y si se preguntan ¿hasta cuándo vivirán juntos? Jesús les responde: Ahora bien, ya que son un solo ser, que el hombre no separe lo que ha unido Dios.

Debemos estar vigilantes en no ser causa de separación de lo que ha unido Dios, sino por el contrario, procurar ayudar que las parejas lleven una vida armoniosa y rica en bendiciones de Nuestro Dios y, de esta manera formar parte de su plan para la humanidad.

Ya más reposados y en casa con los discípulos, Jesús les aclaró sobre el punto tratado con los fariseos: El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio, y, esto es así, porque aún está unido a los ojos de Dios a su esposa y así mismo se aplica esto para la esposa.

El párrafo anterior nos da luces para pensar por contrario sensu que, el que comete adulterio se divorcia de su esposa o esposo ante los ojos de Dios.

Continuamos con nuestro pasaje evangélico para el día de hoy y, nos encontramos con el hecho de que, les llevaron unos niños a Jesús para que los tocara; pero los discípulos pensando que con esto Jesús perdía tiempo y le perturbaba en el ministerio, trataban de evitarlo llamándole la atención a quienes llevaban los niños.

Mas, Jesús les dijo a los discípulos que no impidieran que los niños se acercaran a él; porque de quienes son como ellos es el reino de Dios.

Y luego asegura que: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Es erróneo pensar como muchos «cristianos», que suelen decir, por ejemplo: «no bautices al niño, porque Jesús dijo que ellos ya tienen la salvación asegurada» Esa premisa se desecha de las palabras del salmista en el Salmo 51: 5 «Soy pecador desde el vientre de mi madre» concatenado con Juan 3: 6 «lo que es nacido de carne, carne es».

Jesús quiere que sepamos que para recibir la fe, nuestros corazones deben ser desprejuiciados y humildes como el de los niños, de lo contrario sería engañarnos.

Oremos:

Hermanos, pidamos a Dios nos separe de las personas descuidadas que, conscientes o inconscientemente promueven el divorcio entre los matrimonios; haznos instrumentos de unión y reconciliación en ellos y, crea en nosotros corazones humildes y fieles como el de los niños para poder entrar en tu reino eterno.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!


Decimonoveno Domingo Después de Pentecostés - Sé un ejemplo cristiano a seguir

29 de septiembre 2024

Decimonoveno Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 19:7-14; Números 11:4-6, 10-16, 24-29; Santiago 5:13-20; Marcos 9:38-50

Tema de hoy: Sé un ejemplo cristiano a seguir.

Nuestra reflexión para el día de hoy decimonoveno domingo después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Marcos 9:38-50 y es del contenido siguiente:

“Juan le dijo:

—Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.

Jesús contestó:

—No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Cualquiera que les dé a ustedes aunque sólo sea un vaso de agua por ser ustedes de Cristo, les aseguro que tendrá su premio.

»A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que lo echaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtatela; es mejor que entres manco en la vida, y no que con las dos manos vayas a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtatelo; es mejor que entres cojo en la vida, y no que con los dos pies seas arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo; es mejor que entres con un solo ojo en el reino de Dios, y no que con los dos ojos seas arrojado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga.

» Porque todos serán salados con fuego. La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo podrán ustedes hacerla útil otra vez? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros”.

***

La definición del término Sectarismo según la RAE es: «Fanatismo e intransigencia en la defensa de una idea o una ideología».

En nuestro pasaje del evangelio para el día de hoy, vemos a un Juan muy preocupado porque habían visto a una persona que en el nombre de Jesús, expulsaba espíritus de alguien poseído.

A ellos les pareció raro, injusto e ilegal que otras personas que adoraban al mismo Jesús que ellos adoraban, osaran siquiera mencionarlo en sus prácticas espirituales.

No, decían los discípulos de Jesús, esto no puede ser posible, para creer en Jesús, adorarlo como el Dios que es y orar en su nombre, la persona tiene que pertenecer a nuestro grupo cerrado, a nuestra iglesia y a nuestra denominación, porque sino, es un hereje a quien hay que denunciar ante las autoridades policiales y execrarle de la sociedad.

Esa malsana práctica de ser intolerantes ante personas que no pertenecen a mi “Iglesia Club”, deja mucho que desear en este mundo y mucho más en lo que respecta al destino eterno, así que debemos ser muy cuidadosos con eso.

¿Qué responde Jesús ante las pretensiones de Juan de hacer de su Iglesia un club exclusivo de un puñado de seguidores?

«No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor».

Luego hace una advertencia a los líderes cristianos. Los conmina a tener cuidado con las predicaciones que hacen con sus testimonios de vida ante los niños; Jesús no habla aquí de lo que predicas con tu boca, sino con lo que se predica con el ejemplo diario.

Hermano. ¿Qué estás predicando con tu conducta a tus hijos, vecinos y amigos acerca del reino de Dios?

Recuerdo a un líder en exitología que solía decir: «así como usted es en un área de su vida, seguramente, así mismo será usted en las demás facetas de su existencia».

No pretendamos engañarnos a nosotros mismos y mucho menos pretendamos engañar a Dios; como dice en su Palabra: «Dios no puede ser burlado».

Para finalizar el pasaje de hoy, Jesús habla sobre las pruebas a las cuales debe ser sometido el cristiano, para luego poder llegar a ser un elemento atractivo de quienes vean su testimonio de conducta.

Hermano. ¿Tenemos el gusto, alegría y goce de vivir que procede de la comunión con Dios? ¿O andamos por esta tierra de los vivientes: llorosos, quejumbrosos, temerosos y enlutados?

Vivamos alegres y con el gozo del Espíritu Santo que mora en nosotros, dando gracias a Dios en todo momento; como dice Pablo inspirado por el Espíritu Santo: «Alégrense, alégrense siempre en el Señor»

Oremos

Hermanos, supliquemos a Dios Padre que, nunca pensemos que nuestra iglesia local es la única que tiene a Dios, respetemos a todos los cristianos en su profesión de fe y seamos ejemplos influyentes sobre la vida de los niños y de todos en general.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

 

Decimoctavo domingo después de Pentecostés - La humildad que proviene de Dios



22 de septiembre de 2024

Decimoctavo domingo después de Pentecostés

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 54; Jeremías 11:18-20; Santiago 3:13 - 4:3, 7-8a; Marcos 9:30-37

Tema de hoy: La humildad que proviene de Dios

Nuestra reflexión para el día de hoy Decimoctavo Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: San Marcos 9: 30-37 y es del siguiente tenor:

“Cuando se fueron de allí, pasaron por Galilea. Pero Jesús no quiso que nadie lo supiera, porque estaba enseñando a sus discípulos. Les decía:

—El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero tres días después resucitará.

Ellos no entendían lo que les decía, y tenían miedo de preguntarle.

Llegaron a la ciudad de Cafarnaúm. Cuando ya estaban en casa, Jesús les preguntó:

—¿Qué venían discutiendo ustedes por el camino?

Pero se quedaron callados, porque en el camino habían discutido quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo:

—Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a todos.

Luego puso un niño en medio de ellos, y tomándolo en brazos les dijo:

—El que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no solamente a mí me recibe, sino también a aquel que me envió”.

***

En nuestro pasaje del evangelio para el día de hoy, vemos a un Jesús que reclama tiempo libre a solas y en paz para enseñar a sus discípulos.

Este es un ejemplo muy claro para los que se dedican a la enseñanza de la Palabra de Dios dentro de nuestras comunidades eclesiásticas; ya que, muchas veces vemos a individuos que, sin instrucción adecuada ni vocación demostrada, pretenden fungir como adoctrinadores correctos y sabios de quienes luego servirán como efecto multiplicador por todo el mundo.

Y se demuestran muy fácilmente sus carencias en virtud de que, todo lo hacen improvisado, apurados, desordenado y ladeandose en su mayoría hacia lo meramente humano o, buscando la aceptación y reconocimiento social. Suelen pensar «voy a hacerme maestro en esa iglesia y listo, subo en la escala social» dejando a un lado el amor y el sacrificio de Cristo Nuestro Señor en la Cruz.

Jesús necesita enseñar lo más pronto posible, porque, como les anuncia a sus seguidores, en breve será «entregado, asesinado; pero al tercer día resucitará». Y quienes heredarán el compromiso de anunciar sus buenas nuevas serán ellos mismos, así que, necesita un lugar tranquilo, solitario, para que se complete perfectamente el proceso de enseñanza tan importante que comprende la salvación de toda la humanidad.

Hermano. ¿Has sentido algunas veces que estando en el rol de la enseñanza cristiana, has fallado porque has errado en tu vocación? ¿Entendemos la importancia que significa enseñar las Buenas Nuevas de Nuestro Señor Jesucristo?

Cada persona que es enseñada en el evangelio, se convierte en un discípulo de Jesús y, la importancia sobre estos conocimientos no ha mermado a lo largo de los años; sigue siendo igual que en aquel entonces.

En la ilación de este pasaje, los discípulos parecen entender al igual que sucede hoy en día, que ellos están aprendiendo acerca del reino de Dios, solamente con el único objetivo de ganar jerarquía entre ellos, es decir ser el más importante, sentir esa satisfacción humana en sus mentes y en sus corazones, como si se tratara de un curso más sobre ventas del algún producto determinado.

Pero Jesús que es Dios omnisciente, los sorprende en su autoengaño, y les dice amorosa y firmemente con su revolucionaria enseñanza, que: «Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirles a todos».

¡Pero no, yo no quiero ser el último, yo quiero y siempre querré ser el primero! Pensaría algunos de los discípulos por no decir todos.

Y, como nuestro Dios omnisciente escucha sus pensamientos, les regala otro ejemplo a ver si lo entienden de una vez por todas «El que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no solamente a mí me recibe, sino también a aquel que me envió»

El hecho de recibir gustosamente a un niño en el nombre de Jesús, significa que esa persona se negó a sí misma; luego, habla de la humildad que ha recibido del Espíritu Santo y ha guardado fielmente en su corazón, entonces y sólo entonces, podrá considerarse a ese sujeto como el primero y más importante en el reino de los cielos.

Hermano, ¿has sentido que quieres ser el que más figura, primero en todo y más importante dentro de la Iglesia de Cristo?

Es tiempo de recapacitar y practicar lo que nos dice Jesús en su Palabra.

Oremos:

Roguemos a Dios Padre que, en todo momento nos acerquemos a la humildad que nos enseñó el que nació en un pesebre, murió por nosotros en una cruz y resucitó para darnos la certeza de la vida eterna junto a él.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!


Decimoséptimo domingo después de Pentecostés - Una vida espiritual errática



15 de septiembre de 2024

Decimoséptimo domingo después de Pentecostés

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 116:1-9; Isaías 50:4-9a; Santiago 3:1-12; Marcos 8:27-38

Tema de hoy: Una vida espiritual errática

Nuestra reflexión para el día de hoy decimoséptimo domingo después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: San Marcos 8: 27-38 y es del siguiente tenor:

“Después de esto, Jesús y sus discípulos fueron a las aldeas de la región de Cesarea de Filipo. En el camino, Jesús preguntó a sus discípulos:

—¿Quién dice la gente que soy yo?

Ellos contestaron:

—Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los profetas.

—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.

Pedro le respondió:

—Tú eres el Mesías.

Pero Jesús les ordenó que no hablaran de él a nadie.

Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días. Esto se lo advirtió claramente. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro, diciéndole:

—¡Apártate de mí, Satanás! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres.

Luego Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y dijo:

—Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y por aceptar el evangelio, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? O también, ¿cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Pues si alguno se avergüenza de mí y de mi mensaje delante de esta gente infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre y con los santos ángeles”.

***

Casi siempre, es usado el ejemplo de que, si a un barco no se le marca un destino y se sueltan sus cabos, lo más seguro es que esa nave dé tumbos en varias direcciones sin salir del muelle, terminando con la mayor de las probabilidades encallada cerca de donde inició su travesía.

Por otro lado, si a la misma nave se le fija su itinerario, y se le señala un destino específico y claro; tenemos la seguridad que la misma no se dejará llevar por las órdenes que le den las olas, sino que con determinación, surcará las aguas hasta puerto seguro y confiable.

Se nota de ese ejercicio mental que, si uno conoce cuál es el objetivo, propósito de su labor y se identifica con éste, la actitud de compromiso y esmero en el mismo, será gratificante, provechosa y de gran calidad en su realización.

Para el día de hoy, observamos a un Mesías que conoce con exactitud y detalles, qué pasará con él y el modo en que lo llevará a cabo.

“...el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días”.

Y observamos a un discípulo que, pocos versículos antes había confesado por medio del Espíritu Santo que Jesús era el Mesías, es ahora lamentablemente atacado por Satanás; desviando la mirada de la misión de su Maestro, desconociéndola y negándola, porque ve el plan de Dios desde el punto de vista de los hombres, rechazando el plan de su Señor.

Luego, Jesús les ofrece a los discípulos, directrices de cómo deben conducir su vida de devoción y creencia.

«Olvídense de sí mismos y carguen su cruz, esto es, no sean egoístas y trabajen en la obra del Reino de Dios»

«No vayan detrás del resplandeciente brillo de los asuntos cotidianos, menospreciando la relación con su creador»

«Proclamen el nombre de Jesucristo, sin avergonzarse, para que en el día final él se enorgullezca de ustedes»

¿Has vivido momentos de dudas, confusión de no saber adónde vas?

¿Dudas de tus capacidades, de tu fe, de tus amigos?

¿Sabes lo que significa cargar la cruz?

Oremos:

Pidamos a Dios Padre que, en todo tiempo, pongamos la mirada en la vida que nos otorga la cruz de Nuestro Señor Jesucristo y, jamás sigamos el ejemplo de Pedro y su vida espiritual errática.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!