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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Día de Pentecostés - Un defensor enviado por Nuestro Señor



08 de junio 2025

Día de Pentecostés.

Pastor: Moreno Villarroel

Lecturas: Psalm 104:24-34, 35b; Acts 2:1-21;  Romans 8:14-17; John 14:8-17 

Tema de hoy: Un defensor enviado por Nuestro Señor

Hoy, según nos indica el leccionario que rige el calendario cristiano es día de Pentecostés; mas ¿qué es esto de Pentecostés? ¿Qué significado tiene para la Iglesia de Jesús, para los cristianos?

Pentecostés es la fiesta y tiempo religioso, mediante el cual, pasados cincuenta días de la Pascua de Resurrección, los cristianos celebran la venida en forma abundante del Espíritu Santo.

En la biblia se pueden leer muchos ejemplos, llamados y menciones al Espíritu Santo, “El Salmo que leímos hoy dice: “Pero si envías tu aliento de vida, son creados, y así renuevas el aspecto de la tierra”

Esto demuestra uno de los atributos del espíritu Santo de Dios, crear o cesar la vida de cada ser humano, en principio, y, de todo lo que existe, tanto visible como invisible.

Muchas veces en el ambiente de la ciencia médica, se suelen evidenciar curaciones milagrosas de pacientes que, estando desahuciados, logran sorprendentemente una recuperación efectiva de la salud. Para los creyentes, la única explicación es que la obra del Espíritu Santo se hizo presente en ese organismo.

Para los incrédulos, siempre va a ser la suerte o que fue un diagnóstico errado y que dicho sujeto nunca padeció verdaderamente de mal alguno.

Ahora bien, Martín Lutero en su explicación del Artículo Tercero del Credo Apostólico sobre la Santificación nos dice: «Creo que ni por mi propia razón, ni por mis propias fuerzas soy capaz de creer en Jesucristo, mi Señor, y allegarme a Él; sino que el Espíritu Santo me ha llamado mediante el Evangelio, me ha iluminado con sus dones y me ha santificado y guardado mediante la verdadera fe, del mismo modo que Él llama, congrega, ilumina y santifica a toda la cristiandad en la tierra y en Jesucristo la conserva en la única y verdadera fe»...

Hermano, si usted llega a creer en la obra salvífica de Nuestro Señor Jesucristo, es porque el Espíritu Santo te ha llamado creando la fe verdadera en ti y, si usted siente necesidad de asistir al templo para adorar y alabar a su Dios, esto también es obra del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo siempre ha sido blanco de discusiones irracionales por parte de miembros de de iglesias cristianas que, parecieran no tener la más mínima lógica en sus planteamientos, y así como ejemplo sencillo nos encontramos con preguntas como: ¿El rey David, Danzó en la carne o en el Espíritu? Y, se muestran profusas teorías, opiniones rebuscadas y, en fin, el cuento de nunca acabar. Pero, bastaría con preguntar a quienes dicen que no pudo bailar en el Espíritu, debido a que éste (el Espíritu Santo) sólo llegó en el Día de Pentecostés y, más precisamente en el libro de Hechos de los Apóstoles: Y, ¿todo el texto bíblico tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento, por quién fue inspirado?, ¿por cuál espíritu, por cuál Dios, o piensan que la Palabra de Dios (la Biblia) fue escrita por inspiración de hombres?

Lo que sucedió en el libro de Hechos de los apóstoles y que hemos leído hoy, fue la abundante y universal venida del Espíritu Santo.

Las lenguas que hablaron, fueron los idiomas de los extranjeros que acudían a la celebración de la fiesta de Pentecostés, la cual era la conmemoración del día en que Dios le dio a Moisés y a todo el pueblo de Israel, la ley en el monte Sinaí.

En el pasaje de Hechos, no podemos decir que ellos hablaron en las lenguas angelicales de que habla el Apóstol Pablo. Es muy importante diferenciar estos dos conceptos y contextos.

El Espíritu Santo como una persona de la Trinidad, es verdadero Dios. Él tiene sus atributos y funciones que son: Llevarte a la fe, (esto es, si usted llega a creer es gracias a Él); guiar, consolar, encaminar, dirigir al creyente. Hay que saber distinguir cuando algún asunto corresponde o proviene del Espíritu Santo y cuando son pensamientos tendenciosos y malsanos del hombre.

Digo lo anterior queridos hermanos, porque debemos cuidarnos de todo aquel que ocupando un púlpito de predicación, manifiesta a cada rato que Dios el Espíritu Santo le habló y le dijo tal o cual cosa, ya que a través de la historia de la humanidad y con esa excusa, han surgido masacres colectivas y abusos masivos, por decir lo menos.

Hermanos, tengan mucho cuidado con quienes les digan «Dios me ha hablado» o «He tenido un sueño de parte de Dios», ya que reitero, así funcionan las sectas que tantos sufrimientos han generado a lo largo de la historia de la cristiandad.

Estimado amigo líder: ¿Has cometido este grave pecado, involucrando al Espíritu Santo, haciendo caer a tu congregación en este tipo de estafa-chantaje?

Y tú creyente: ¿Te has dejado convencer por este tipo de artimañas, confiando que era el designio del Espíritu Santo?

Les recuerdo que, el único pecado que no perdona Dios, es la blasfemia contra el Espíritu Santo

 

 Oremos:

Hermano, roguemos a Dios Padre nos haga conscientes día a día, de creer, caminar, pensar como cristianos practicantes, siempre con la ayuda de Nuestro Dios, Espíritu Santo, y que él nos forme de tal manera que sea el Insuperable Defensor de Nuestras Almas.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!


Séptimo Domingo de Pascua - Jesús siempre ora por nosotros



 01 de junio 2025

Séptimo Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Psalm 97; Acts 16:16-34;  Revelation 22:12-14, 16-17, 20-21; John 17:20-26

Tema de hoy: Jesús siempre ora por nosotros

Nuestra reflexión para el día de hoy, Séptimo Domingo de Pascua, está basada en el pasaje del evangelio que acabamos de leer en Juan Capítulo 17 Versículos desde el 20 hasta el 26.

*20.- «No te ruego solamente por éstos, sino también por los que después han de creer en mí al oír el mensaje de ellos».

Así inicia el pasaje bíblico para el día de hoy. Quien habla es Jesús y ya tiene rato que mirando al cielo empezó a orar al Padre en lo que hoy en día se conoce con el nombre de «La oración sumo sacerdotal» y en los primeros diecinueve versículos intercede ante su Padre por los discípulos que están con él y le escuchan con atención; mas en el verso veinte cambia su conversación con su padre y ruega por nosotros, sí, por ti y por mí, quienes vivimos en este tiempo actual; ¡qué cosa tan maravillosa saber que Nuestro Señor Jesucristo intercedió ante su Padre y aún hoy sigue haciéndolo por nosotros!

Hermanos, ¿somos conscientes de esa realidad, es decir, de lo mucho que le importamos a Nuestro Señor Jesucristo, de lo apreciada que es nuestra alma para él?

*21.- «Te pido que todos ellos sean una sola cosa en unión con nosotros…para que el mundo crea que tú me enviaste»

Jesús ruega al Padre que nosotros, quienes hemos creído en él; esto es: que él es verdadero Dios; el Mesías prometido para salvar a su pueblo y que, solo por fe en su obra salvífica llegamos a ser salvos; vivamos en armoniosa comunión y esto sirva de testimonio inobjetable de que, fue el Padre quien le envió a realizar el milagro más grande jamás visto por la humanidad, el milagro de la Cruz.

De esta parecida manera continúa hablando Jesús con Nuestro padre celestial en los siguientes versículos.

Jesús se complace en decir que, quiere que todos nosotros estemos junto a él en la gloria eterna y que podamos apreciar esa misma gloria la cual le fue dada por amor desde la fundación del mundo.

Hermanos, ¿tenemos esa disposición del espíritu de vivir en unión, armonía y paz unos con otros, así como, todos con la Santa Trinidad? ¿Somos dignos y fieles testimonios vivientes de que el Padre en su indiscutible y soberana voluntad, envió a su Hijo a cumplir su plan eterno de salvación por nosotros?

*25.- «Oh Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y estos también saben que tú me enviaste»

Nuestro Señor Jesucristo exclama al Padre diciéndole que, quienes no han creído en él, no pueden conocer al Padre; pero que él, Jesús, sí le conoce y, que nosotros sabemos por fe que el Padre envió a Nuestro Salvador.

Hermanos, quien anda entretenido en el carnaval de la vida, no puede conocer a Dios Padre ni saber que éste envió a Jesucristo a cumplir con su plan de reconciliarnos consigo mismo. ¿Tenemos eso claro en nuestras mentes y corazones? O ¿Todavía tenemos dudas o confusión al respecto?

*26.- «Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos»

Ya para concluir el pasaje para el día de hoy, Jesús manifiesta abiertamente que él es quien nos da el conocimiento pleno acerca de quién es el Padre, y eso con el solo objeto de que el amor que el Padre tiene y siente por el Hijo se haga presente en todos nosotros y, él mismo, Jesús, viva en nosotros, en nuestras mentes y nuestros corazones.

Hermanos, ¿sabemos reconocer en dónde podemos obtener el conocimiento que Jesús nos tiene preparado acerca de Nuestro Padre celestial? Sí, en los evangelios, en donde Dios Hijo, Jesús, habla directamente sobre las buenas noticias de salvación para la humanidad.

Oremos:

Amantísimo Señor de Sabaot, síguenos guiando a tu Palabra Santa, para que de esta manera podamos vivir unidos como hermanos en Cristo, dar excelente testimonio de ti y adquirir el conocimiento que acerca de tu persona nos ofrece Jesucristo en los evangelios de salvación eterna.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!


Sexto Domingo de Pascua - Espíritu de Paz e Infinito Amor





25 de mayo 2025

Sexto Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 67; Hechos 16:9-15; Apocalipsis 21:10, 22-22:5; Juan 14:23-29

Tema de hoy: Espíritu de Paz e Infinito Amor

Nuestra reflexión para el día de hoy, Sexto Domingo de Pascua, está basada en el pasaje del evangelio que acabamos de leer en Juan Capítulo 14 Versículos desde el 23 hasta el 29.

*El que me ama, hace caso de mi palabra…El que no me ama no hace caso de mi palabra…

Hermanos, vamos a hacer una pequeña evaluación de estas frases; porque Jesús habla acerca de amarle, pudiera tratarse de una afirmación como se desprende de la oración; pero también pudiera tomarse como un mandamiento de Nuestro Señor Jesucristo: Si tú me amas, entonces haz caso de mi palabra y, ¿cómo llegas a amar a Jesús? Esta es una pregunta interesante. Si atendemos a quienes manejan la psicología moderna, podemos aprender de ellos la sentencia que reza: «Nadie puede amar a alguien que no conozca» ¡Oh, que detalle!; luego, esto significa que, si no conocemos a Jesús, su vida y obra, así como afecta a nuestro estado espiritual y destino eterno, debemos considerar como falsa devoción a cualquier persona que llamándose “cristiano” se presente en la iglesia cada domingo a “adorarle” y “alabarle”. ¿Con qué clase de amor se acerca a Dios si no le conoce?

Ahora bien, en cierta forma, cualquiera de nosotros que ame en verdad al Señor se aferrará a él, primeramente, obedeciéndolo y caminando en su vida con él. Atesoraremos la palabra de Jesús, que es la que nos ha dado entrada a su conocimiento pleno. En fin, obedeceremos sus enseñanzas y mandamientos.

Hermanos, ¿podemos decir y aseverar con certeza que conocemos a Nuestro Señor Jesucristo? Y, si no lo conocemos ¿qué debemos hacer, adonde debemos acudir para saber acerca de su vida? Por supuesto, a los evangelios; leer, estudiar y sobre todo aplicar a nuestras vidas sus enseñanzas.

*…y mi Padre y yo vendremos a vivir con él

Jesús nos dice que cuando le amamos, el Padre muestra su amor y su preocupación misericordiosos por nosotros, y así el Padre y el Hijo moran a nuestro lado. Así es como se manifiesta el reino del Cristo, del Mesías, del que había de venir. Y debemos tener presentes las palabras del evangelista Mateo en el Capítulo 18 Versículo 20 que dice: «Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». Y entonces, por interpretación en contrario, aquellas personas que no aman a Jesús, es porque no le conocen, y como consecuencia natural no podrán obedecerle, cualquier intento de llegarse al Señor resultará un acto de hipocresía y burla ante Dios; esa persona podrá engañar a sus amigos y correligionarios; pero jamás podrá con Dios, porque Dios no puede ser burlado ni engañado.

Hermanos, ¿tenemos la seguridad que vivimos en comunión con la Santa Trinidad? ¿Sabemos reconocer en nuestras vidas la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo?

*…pero el Defensor, el Espíritu Santo que el Padre va a enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.

Jesús sabía que el entendimiento de sus discípulos (Y de nosotros hoy en día también) es limitado ante la grandeza inconmensurable de Dios; entonces les da el consuelo de que no tienen que estar anotando todo para que no se les olvide nada, ya que, él promete enviarles el Espíritu Santo quien es verdadero Dios, él les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les ha dicho.

*Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.

La paz que Jesús nos da no es lo mismo que la paz como la entiende el mundo no creyente; no tiene como base ni el entendimiento ni la falta de guerra entre las naciones, tampoco de la cotidiana tranquilidad que exista en los hogares.

La paz que nos da Jesús tranquiliza el corazón de quien se siente inquieto y hace que el corazón que está ansioso adquiera confianza.

Su paz nos mantiene en comunión con Nuestro Señor y nos señala el camino de la certeza en nuestra salvación.

Hermanos, ¿hemos disfrutado de la paz que nos da Nuestro Señor Jesucristo y la cual es la mayor evidencia y milagro de la fe que vive en nosotros?

Oremos:

Amantísimo Padre celestial, hoy venimos anhelantes ante ti, para rogarte que podamos apreciar la comunión, enseñanza y paz que el Espíritu Santo mantiene en nuestras mentes, corazones y almas, por Jesucristo Nuestro Señor quien contigo y el Espíritu Santo es un solo Dios que vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

 

Quinto Domingo de Pascua - Porque me amas, amo a mi prójimo


18 de mayo 2025



Quinto Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 148; Hechos 11: 1-18; Apocalipsis 21: 1-6; Juan 13: 31-35

Tema de hoy: Porque me amas, amo a mi prójimo

Nuestra reflexión para el día de hoy Quinto Domingo de Pascua, está basada en el pasaje del evangelio que acabamos de leer en Juan Capítulo 13 Versículos desde el 31 hasta el 35.

En el escenario para este pasaje bíblico Juan a diferencia de los otros tres evangelistas no hace referencia a la institución de la Santa Cena; pero sí nos muestra lo conversado por Jesús en el aposento alto, antes de ir con sus discípulos al huerto de Getsemaní, también deja registrado para todos los cristianos el «lavatorio de pies» a sus discípulos.

*Después que Judas hubo salido.

¿A dónde salió Judas? ¿A dónde iba con tanta prisa?

Judas salió apresuradamente a confundirse con la oscuridad que vivía en su mente y corazón, fue a fundirse en un abrazo con su amigo el diablo y entregar a Jesús.

*Ahora se muestra la gloria del Hijo del hombre, y la gloria de Dios se muestra en él.

Ese «Ahora», podemos tomarlo como un: «bueno, ya que el diablo entró en Judas, y se ha activado mi camino hacia la Cruz del Calvario, el Hijo del hombre, y Dios Padre en él, serán glorificados. La gloria de Dios Padre estaba unida a la gloria de Dios Hijo de una manera inseparable, tal como lo indica el mismo Juan en el Capítulo 1, Versículo 14 «…Y hemos visto su gloria, la gloria que como hijo único recibió del padre».

Hermanos, Dios envió a su Hijo para que se convirtiera en hombre, un hombre como Dios originalmente concibió al ser humano en su plan de la creación; cuando lo creó quería que fuera: sin pecado. Es así que Jesús, como el Hijo del hombre, debía tomar el lugar del hombre pecador y ser el sacrificio perfecto e irrepetible por todos los pecados. Ahí estaba su gloria y la de su Padre Dios, quien lo había enviado.

Cuando se habla de que Jesús tomó en la Cruz el lugar del hombre pecador, hermanos, no veamos a nuestro alrededor, apliquémonos esa frase y a la vez promesa divina a nosotros mismos y, considerémonos los primeros pecadores para que de esta manera desaparezca el vicio oculto de querer justificarnos a nosotros mismos

Pareciera contradictorio decir y hasta pensar que Jesucristo iba a ser glorificado teniendo como vinculación la vil traición de Judas; pero, efectivamente ese iba a ser el camino hacia la gloria para Jesús.

Solamente en el Cristo crucificado y resucitado (la Pascua del Señor) y a través de él, cada uno de nosotros puede realmente apreciar, disfrutar y vivir la gloria de Dios y al mismo tiempo darle la gloria a él.

La crucifixión de Nuestro Señor en sí misma iba a opacar la gloria sólo por un corto tiempo.

Mediante la resurrección y en la ascensión, Nuestro Padre celestial hará que nuestra mirada se pose en toda su gloria a través de su Hijo.

*Hijitos míos, ya no estaré con ustedes mucho tiempo

El tiempo se acortaba rápidamente para que Jesús dejara a sus discípulos. Él los llama «hijitos» y, es que para él eran tan amados como si se tratara de sus hijos, y ellos con sus mentes humanas y en forma muy limitada comprendían lo que les hablaba; mas con la inocencia y ternura como un niño lo podría entender.

Su maestro tenía que dejarlos, y ellos no podrían ir con él.

Hermanos, ¿tenemos la certeza que los tiempos se acortan para poner nuestra confianza en Jesús? ¿Creemos en Jesucristo con la fe como la de un niño, sin prejuicios, ni etiquetas de ningún tipo?

Tiempo atrás les había dicho a los judíos que tendría que partir. Pero en ese caso, los judíos quedarían separados de él por la eternidad motivado a su incredulidad; pero los discípulos solo estarían separados de su Señor por un corto período de tiempo.

Hermanos, y les pregunto: ¿Por cuánto tiempo has vivido separado de Jesús? ¿Piensas seguir separado por un breve tiempo o por la eternidad?

*Les doy este mandamiento nuevo…

Así como un padre que va a viajar encomienda ciertas cosas o deja una herencia a sus hijos o familiares cercanos, nuestro Señor les dio a sus discípulos un nuevo mandamiento y que al mismo tiempo venía desde la antigüedad. El líder del pueblo Israelita, Moisés, les había dicho que el Señor se había dirigido a él y que le dijera a la comunidad: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». libro de Levítico Capítulo 19, versículo 18.

Algunos conocedores interpretan que la palabra «nuevo» aquí significa que es «moderno» «actualizado» «remozado» y «fresco» y que conlleva una nueva connotación.

El mandamiento de nuestro Señor era de que, mostraran amor a los demás, así como él se los había demostrado a ellos. Desde esa misma noche, los discípulos pondrían en acción el amor bajo el cariz del sacrificio de Jesús en la cruz del calvario.

Es frecuente que esta clase de amor sea llamado «amor ágape».

Es ese tipo de amor en el que alguien usualmente se sacrifica por otras personas.

Hermano, ¿en qué forma sabrán las personas que somos verdaderos seguidores de Cristo?

La respuesta sería: solo si ponemos en práctica en nuestra cotidianidad esta manifestación de amor los unos por los otros.

 

Oremos:

Amantísimo Padre celestial, hoy te rogamos para que nos permitas ver tu gloria en el sacrificio y resurrección de tu Hijo Jesucristo, estemos preparados para su segunda venida y mantengamos en nuestra vida el amor al prójimo que él nos enseñó.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!