14 de marzo de 2021
Cuarto Domingo de Cuaresma.
Pastor: Miguel Moreno
Lecturas: Salmo 107: 1-3, Números 21: 4-9; 17-22; Efesios 2: 1-10; Juan 3: 14-21
Tema de hoy: Un Plan Divino de Amor
Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio
para el día de hoy, Cuarto Domingo de Cuaresma, y la misma se encuentra en
el evangelio según Juan 3: 14-21
14 Y así como Moisés levantó
la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser
levantado, 15 para que todo el que cree en él tenga
vida eterna.
El
amor de Dios para el mundo
16 »Pues Dios amó tanto al mundo,
que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que
tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
18 »El que cree en el Hijo de
Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer
en el Hijo único de Dios. 19 Los que no creen, ya
han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo
prefirieron la oscuridad a la luz. 20 Todos los que
hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo
que están haciendo. 21 Pero los que viven de
acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de
acuerdo con la voluntad de Dios.
Nicodemo era un hombre muy importante entre
los judíos, él fue de noche a entrevistarse con Jesús, y le dice: Maestro,
sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los
milagros que tú haces, y así continúa su conversación, pero llega un momento en
el cual Jesús le revela la misión de la Cruz.
El hijo del Hombre tiene que ser levantado al
igual que fue levantada la cruz en el desierto por Moisés, para que, así como, en aquella situación quienes la miraban no morían por las mordeduras de las
serpientes, en esta oportunidad quienes crean en esa cruz del Calvario tendrán
vida eterna.
Jesús continúa su enseñanza a Nicodemo, le
explica en forma sencilla pero clara lo que representa la fe en el creyente, el
plan de Dios había sido constituido desde el inicio de los tiempos y hasta la
eternidad.
Un plan que es dado por el amor de Dios hacia
su creación caída, él nos da a su hijo en sacrificio irrepetible, por una sola
vez, para morir por nosotros y nuestros pecados, colgado en una cruz, y todo
aquel que creyera en que Jesús completó su misión, le serían comunicados sus
atributos, los cuales solamente pueden ser alcanzados por fe, sin las obras de
la Ley.
De tal forma que las doctrinas cristocéntricas, deben a su vez enfocarse en lo que realmente creen de la vida
y obra de Nuestro Señor Jesucristo.
Sabemos que este creer, no es generado por la
fuerza volitiva del hombre, ya que, es el mismo Dios Espíritu Santo, quien crea
la fe en el hombre, ésta fe le conduce a Dios Hijo Jesucristo, y éste último le lleva a Dios
Padre.
Hermanos, oremos a Dios el Espíritu Santo,
para que cada día sostenga y aumente nuestra fe, que la misma nos lleve a Jesús, y tomados
de su mano, podamos en el día final presentarnos sin manchas ante el tribunal
de Dios Padre.
Amén. Dios los
bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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