14 de noviembre 2021
Vigesimoquinto Domingo Después de
Pentecostés.
Pastor: Miguel
Moreno
Lecturas:
Salmo 16;
Daniel 12: 1-3; Hebreos 10: 11-14, 15-18, 19-25; San Marcos 13: 1-8
Tema de hoy:
Nuestra reflexión para el día de hoy Vigesimoquinto
Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se
encuentra en: San Marcos 13:
1-8 y sobre
el mismo podemos reflexionar lo siguiente:
El historiador Flavio Josefo, escribió que
los bloques usados en la reconstrucción del templo de Jerusalén por Herodes el Grande
hacia el año 20 antes de Cristo, tenían una medida de 12 x 3.5 x 2,4m la idea
que daba la edificación era de resistencia, durabilidad y eternidad a los ojos
de los visitantes.
De allí que, ante su avasallante estructura, uno
de los discípulos le comenta a Jesús «¡Maestro, mira qué piedras y qué
edificios!» (Versión Dios Habla Hoy).
Jesús
que sabe de la impresión de eternidad que le transmitido el inmueble a su
seguidor le dice en otras palabras: No te sorprendas ni le rindas culto en tu
corazón, a algo que yo sé que dentro de setenta años el ejercito romano
destruirá y no quedará piedra sobre piedra; y eso fue lo que sucedió.
Lo que
queda hoy en día del edificio son los muros de contención, de los cuales no
podemos afirmar que formaran parte de la estructura del templo; a estos muros
de contención en la actualidad se les conocen con el nombre de «muros de los
lamentos» y, este muro por más lamentaciones que se hagan no ha demostrado poder
hacer que las personas que efectúan sus ritos allí, se vuelvan al único Señor
de Salvación, nuestro Dios Jesucristo. Estemos vigilantes para no cometamos el
error de buscar a Dios por los rincones o en amuletos y reliquias.
Este
pasaje es el inicio del conocido extensamente en el mundo cristiano como el
pequeño apocalipsis. Hay quienes piensan que desde el templo hasta el monte de
los Olivos este grupo de personas nada hablaron; pero yo pienso que sí
conversaron y debió ser así: «¿Señor, por qué dices tú que todo será destruido?»
«¿Es que acaso vendrá un ejercito tan temible que arrasará con todo sobre el
planeta?» y Jesús debió responderles: «No, será el fin de los tiempos y de
todas las cosas; el regreso del hijo».
Solo
entonces, los cuatro discípulos que primeramente Jesús había escogido como
tales, se animaron a hacerle la doble pregunta: 1.- ¿Cuándo iba a ocurrir esto?
y 2.- ¿cuál sería la señal de que estas cosas ya estaban a punto de suceder?
Jesús
no les da fecha a los discípulos ya que esto les podía afectar en su ministerio,
debido a que en lugar de enfocarse en el camino se enfocaría en el destino, el
fin y no debe ser así.
A lo largo y ancho de la historia, muchas «iglesias» se han encauzado en la doctrina de la escatología esto es acerca de las «últimas cosas» del cristianismo, procediendo a pronosticar fechas en las cuales se produciría el fin del mundo como lo conocemos, sin reparar en leer las sagradas escrituras en donde dice que la fecha acerca de estas cosas solamente la sabe Dios Padre porque ni siquiera el Hijo la conoce.
Esos pronósticos han servido para identificar a sectas que hacen mucho daño en las almas de personas que, si aquellas no existieran, estas últimas pudieran llegar a tener la fe verdadera en nuestro Señor Jesucristo y así vivir la salvación eterna.
Jesús
les dice que se cuiden de ser engañados porque vendrán muchos diciendo «yo soy
el Cristo», y esto se puede ver en el mundo actual en donde se pueden encontrar
diez (10) personas que dicen ser la «reencarnación» de Cristo: 1.- Vissarion (Sergey
Anatolyevitch Torop) – Rusia. 2.- Apollo Quiboloy – Filipinas. 3.- Shoko
Asahara (Chizuo Matsamoto) – Japón. 4.- Inri Cristo (Álvaro Thais) – Brasil.
5.- María Devis Christo (Marina Tsvigun) – Ucrania. 6.- Mitsuo Matayoshi –
Japón. 7.- Wayne Bent -Estados Unidos. 8.- Alan John Miller – Australia. 9.- Jehovah
Wanyonyi – Kenia. 10.- Brian David Mitchell – Estados Unidos.
Estos
son solo diez sujetos que aseguran ser Jesucristo y los mismos tienen sus
seguidores, imaginen por un momento que no existiera este pasaje sobre el cual
estamos reflexionando hoy; ¿Cuántos personas afirmando ser Jesucristo habría
sobre el planeta? De la lista de los diez señalados anteriormente, solamente
nos queda pensar que son unos timadores o estafadores con exclusivo ánimo de
lucro o, necesariamente son unos enajenados mentales ya que, el mismo Jesús en
su fiel y verdadera Palabra les quita a estos malvivientes, la oportunidad
siquiera de pensar por un segundo el creerse ser nuestro Señor Jesucristo.
Jesús
termina el relato asignado para hoy manifestando que esas señales son principio
de dolores, queriendo significar que sería solo el comienzo de lo que vendría
luego.
Oremos:
Amantísimo
Padre celestial, permítenos pensar con seriedad y reflexión sobre la
temporalidad de las cosas de este mundo, y que nos mantengamos en oración para
saber identificar a todos los falsos líderes que, quieran apropiarse de tu
persona con el solo propósito de hacer dinero sometiendo a tu pueblo.
Amén.
Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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