07 de marzo de 2021
Tercer Domingo de Cuaresma.
Pastor: Miguel Moreno
Lecturas: Salmo 19; Éxodo 20: 1-17; 1 Corintios 1: 18-25; Juan 2: 13-22
Tema de hoy: Jesús, Un Purificador Ejemplar
Nuestra
predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de
hoy, Tercer Domingo de Cuaresma, y la misma se encuentra en el evangelio
según Juan 2: 13-22
Dentro
de la llamada “Nueva Normalidad” que estamos viviendo a nivel planetario motivado
a la expansión del virus COVID19, en cada rincón de este mundo los
responsables de llevar el saneamiento, limpieza y purificación de los ambientes
dentro del hogar, oficina, centros educativos, hospitalarios en fin, en cada área donde el ser humano haga vida en común y grupal, han adelantado
iniciativas, como el uso frecuente del cloro con agua o detergente, así como el
ozono con el objeto de mantener al límite el contagio con COVID19.
La
ciencia del aseo considera que, si usted no toma medidas tempranas en la
erradicación de la suciedad, proliferación de plagas, disposición adecuada de
los desechos solidos etc., más temprano que tarde, se producirá un caos general
de salud pública, conllevando el mismo a la erogación acelerada de los presupuestos gubernamentales,
por un lado, así como, el siempre recurrente ausentismo laboral, lo que perjudica notoriamente desde los índices económicos hasta el incremento en la ratio de mortalidad de la
población.
Así
las cosas, en el evangelio para hoy, Jesús se dirige al Templo y allí encuentra
que proliferan los vendedores de animales, usados para los ritos de sacrificios
por un lado y, por el otro quienes intercambiaban dinero a los visitantes
extranjeros por una moneda en especial judía, con la cual debían pagar el
impuesto del Templo Ver Éxodo
30: 13-16
A Jesús
le molestó mucho la confusión, el ruido que generaban con sus prácticas los
comerciantes.
Desde
el enfoque especulativo, estos señores, manifestaban todo tipo de abuso contra
los creyentes y adoradores, los explotaban y la avaricia era la que reinaba en
el recinto sagrado.
Ante
todas esas circunstancias, Nuestro Señor se indigna, entristece y decide poner
fin a esa situación, hizo un látigo y procedió a sacarlos a todos, tanto a los
vendedores de animales como a los cambistas de monedas.
Los
discípulos, estudiosos de la Escritura recordaron y manifestaron lo que ésta
dice textualmente “Me consumirá el celo por tu casa” Ver Salmo
69: 9
¿Qué podemos sacar como aprendizaje de este pasaje? La Biblia no dice que las actividades de carácter comercial de algo en específico, que se realice dentro de la iglesia sean pecaminosas. Por lo planteado, más bien podemos deducir que, cualquier elemento que le disminuya valor al servicio de alabanza y adoración, cualquier cosa que tuerza la misión de la iglesia, o que burle en su buena fe a los hijos de Dios, debe ser echado de la iglesia como Jesús hizo en el Templo.
Seguidamente, los judíos le dijeron a Jesús, danos una prueba acerca de la autoridad con la cual haces esto, y él les respondió, bien, destruyan este Templo y lo reconstruiré en tres días.
Los judíos le respondieron cuarenta y seis años hemos empleado en construir el Templo y ¿Tú dices que lo harás en tres días?
Mas, el Templo al que se refería Nuestro Señor era su propio cuerpo; y cuando Jesús resucitó de entre los muertos, los discípulos recordaron este evento y creyeron en la Palabra de Dios.
Hermanos, oremos de tal forma que pidamos a paciencia a Dios, para que nos otorgue la serenidad y comprensión necesarias, y de este modo permitir que Nuestro Señor Jesucristo sea nuestro purificador ejemplar.
Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!