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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel
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Segundo Domingo Después de Epifanía

 

Imagen de Dimitris Vetsikas en Pixabay

16 de enero 2022

Segundo Domingo Después de Epifanía.

Pastor: Miguel Moreno

Lecturas:

Salmo 36:5-10; Isaías 62:1-5; 1 Corintios 12:1-11; Juan 2:1-11

Tema de hoy: Segundo Domingo Después de Epifanía.

Nuestra reflexión para el día de hoy Segundo Domingo Después de Epifanía, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Juan 2:1-11 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

Jesús asiste a una boda en Caná de Galilea tres días después de haber llamado a Felipe y a Natanael a seguirlo. En ella es acompañado por su madre y se cree que seis discípulos: Andrés, Felipe, Juan, Natanael, Pedro y Santiago.

Las bodas judías por lo general se extendían a lo largo de una semana en casa del novio, luego que la misma comenzara en la residencia de la novia.

Se puede apreciar del texto que la celebración estaba bastante animada, porque la narración nos dice repentinamente y de entrada…"se acabó el vino".

El vino era el acompañante ideal para las comidas, y al terminarse este, causaba algo de pena en los anfitriones.

Seguidamente podemos pensar que los novios o los padres de los novios eran más amigos y de confianza de María la madre de Jesús que de este último.

Cualquier lector con agudeza diría, y ¿por qué la madre de Jesús tiene que decirle a su hijo que se había terminado el vino?, ¿acaso Jesús fabricaba o vendía licores? ¡Pues claro que no!

Entonces, ¿por qué María le habla a Jesús en esa forma de requerimiento, como esperando que él haga algo?

Podemos especular y decir que, María ya había presenciado algunas señales milagrosas de Jesús a lo largo de su vida. Esta era la misma madre que guardaba en su corazón todo cuanto hacía su hijo y profetizaban acerca de él.

María sorprende a Jesús, quien manifiesta que su tiempo de ministerio no ha llegado aún.

A este punto, María sabe qué pide y a quién. Jesús por su parte, sacrifica el cronograma de la planificación de servicio a su Padre, y cede como hijo obediente a los deseos de su madre en ayudar a los homenajeados a dar una recepción nupcial sin escasez.

Nuestro Señor Jesucristo es el mejor ejemplo jamás visto de obediencia a los padres.

Como hijos e hijas debemos imitar este comportamiento de nuestro Señor; no debemos esperar que nuestros padres nos soliciten alguna ayuda reiteradamente, sino, asistirlos con prontitud y gustosamente.

María dijo a los que servían que hicieran todo lo que su hijo les indicara.

El total de las tinajas hacía un estimado como mínimo de trescientos litros.

Jesús les dijo que llenaran las tinajas con agua y ellos las llenaron completamente.

Estas tinajas que eran usadas por los judíos en sus ritos de purificación iban a cumplir otro uso.

Jesús les está diciendo, «aquí hay algo más importante que las ceremonias de purificación, aquí está la manifestación de la gloria de Dios»

Luego les pidió que sacaran e hicieran que lo probara el encargado de la fiesta.

El jefe de ceremonia maravillado por el sabor y calidad del vino, llamó al novio y le dijo: todo el mundo primeramente usa el mejor vino y luego cuando ya todos han bebido suficiente, saca el vino de inferior calidad; pero tú has guardado el mejor vino hasta este momento.

Muchos cristianos discuten si Jesús promovió o no el consumo de alcohol.

Algunos dicen que el vino que creó Jesús fue jugo de uvas, sin alcohol, ellos quieren defender a Jesús, cuidarlo, pelear por él y hacer “santo” a Jesús, sin saber que están tratando de ayudar a DIOS; éste actuar es tristísimo y lastimero.

Ellos dicen, repitiendo como loros analfabetos, que Dios prohibió el consumo de alcohol; mas la evidencia bíblica lo que trata es acerca de No abusar de su uso.

El anfitrión probó el vino que Jesús había creado y supo notar la diferencia.

Hermano, ¿has probado el milagro de Jesús para tu vida? ¿El milagro de estar vivo y saludable? ¿El milagro de tener alimentos y de poder comerlos?

¿El milagro de la fe que vive en ti?

¡Hermano, apreciemos el milagro de Dios en nuestras vidas y reconozcamos la diferencia con nuestra anterior vida!

Oremos:

Hermanos, pidamos a Nuestro Padre celestial, nos haga apreciar el milagro de la vida que ha creado en nosotros y sepamos reconocer la diferencia con la vida pasada que tuvimos, y de esta manera darles gracias de corazón.

 

Amén. Dios me los bendiga y recuerden Sólo Dios Salva.

 

Primer Domingo Después de Epifanía.

 

Imagen de CCXpistiavos en Pixabay

09 de enero 2022

Primer Domingo Después de Epifanía.

Pastor: Miguel Moreno

Lecturas:

Salmo 29; Isaías 43: 1-7; Hechos 8: 14-17; Lucas 3: 15-17, 21-22

Tema de hoy: Primer Domingo Después de Epifanía.

Nuestra reflexión para el día de hoy Primer Domingo Después de Epifanía, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Lucas 3: 15-17, 21-22 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

Por aquel tiempo Juan el Bautista predicaba en el desierto, y muchos coterráneos salían a escuchar su mensaje de arrepentirse de los pecados y volverse a Dios. La gente estaba a la expectativa acerca de si Juan sería el salvador del pueblo enviado por Dios; mas Juan lleno de humildad y sinceridad les respondía que él no era a quien ellos esperaban, que ese ser divino anhelado venía después de él, y que era tanta su grandeza y santidad que él mismo ni siquiera era digno de inclinarse a desatarle las correas de sus sandalias.

Juan aprovecha este contexto para predicar ley a los corazones y mentes impenitentes, así que les habla de las cosas de los últimos tiempos y cuyo protagonista será, sí, ese mesías que tanto esperan: ese mesías limpiará el trigo y lo separará de la paja; esto es, el mesías con su sangre preciosa derramada en la cruz limpiará a quienes han confiado en sus méritos y sacrificio, luego los pondrá en su granero del cielo, mientras que la paja que representa a los impíos tendrán como destino eterno el fuego del infierno que nunca se apaga.

Esta fecha coincide con la celebración en todas las iglesias cristianas del Bautismo de Nuestro Señor.

En muchas iglesias se suelen practicar el bautismo de adultos, niños e infantes en este día.

 

Este evento marca el inicio del ministerio y actuar público de Jesús. Algunos ven el contraste entre la predicación de Juan y Jesús; otros se fijan en el bautismo de los arrepentidos pecadores y el de un Jesucristo sin pecado.

 

Uno de las disputas que surgen en los investigadores de la vida de Jesús, es el hecho de que Juan le bautizara; ya que ese acto demostraría que Jesús era seguidor de Juan El Bautista.

 

Desde el punto de vista histórico, el bautismo de Jesús no fue un bautismo cristiano, mas, sí significó el inicio de su servicio al rescate de una humanidad caída por el pecado y su rol en la vida de quienes le siguieran.

 

El bautismo, marca el inicio de una nueva vida en cada ser humano, en ese evento se recibe al Espíritu Santo, Él nos lleva a Jesucristo mediante la fe que obra en nuestro corazón, y Jesús nos conduce al Padre como único camino transitable hacia Él.

Mediante el bautismo, Dios nos capacita para llevar una vida de servicio al prójimo y de cuidado de nosotros mismo tanto física como espiritualmente.

En este año que empieza, ¿cuáles van a ser nuestras acciones, nuestras promesas para servir al prójimo o de cuidados comenzando con nosotros mismos, mi vida, mi familia, mi salud, mi devoción hacia Dios, etc?

Oremos:

Hermanos, roguemos diariamente a Nuestro Padre celestial, nos haga recordar y tener presente, el significado de renovación del Bautismo para nuestras vidas.

 

Amén. Dios me los bendiga y recuerden Sólo Dios Salva.

 

Un Verbo de Existencia Eternal

 

Imagen de congerdesign en Pixabay

02 de enero 2022

Segundo Domingo Después de Navidad.

Pastor: Miguel Moreno

Lecturas:

Salmo 147: 12-20; Jeremías 31: 7-14; Efesios 1: 3-14; Juan 1: 1-18

Tema de hoy: Un Verbo de Existencia Eternal.

Nuestra reflexión para el día de hoy Segundo Domingo Después de Navidad, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Juan 1: 1-18 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

Juan declara que Jesús era Dios, la palabra por medio de quien todas las cosas que existen fueron creadas y tienen vida.

En nuestra sociedad actual, todo mensaje enviado por ser humano en cargo de superioridad tiene contenido en sí mismo algo de poder.

El presidente, el juez, el director, el diputado etc; cada oficio emitido por cada uno de ellos conlleva su volitiva decisión de ser cumplida.

De manera parecida pero a nivel divino, la Palabra tiene y crea poder y de allí que ilumina, da vida y sostiene a todo aquel que la recibe con fe.

El poder del Verbo o Palabra le dio la existencia a toda la creación. “Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, por el soplo de su boca, todos los astros.” (Salmo 33:6). Luego, cuando leemos en el libro de Génesis que: “Dios dijo: y a continuación creaba todo cuanto hoy día existe, podemos determinar y concluir acertadamente que Cristo estuvo activo en la creación. En resumen: Dios habló, y su Palabra creó todas las cosas de la nada.

Jesús continúa siendo una luz que brilla entre las tinieblas que arropan al mundo, y su luz permanece encendida para quienes quieran valerse de ella.

El discípulo amado nos hace referencia de Juan El Bautista, y su previa aparición con el fin de allanar el camino al Señor; esto es, la preparación del ministerio de Jesucristo en la tierra.

Su propia gente, sus coterráneos, quienes esperaban al Mesías, no lo reconocieron como tal; mas, quienes le recibieron en su corazón con convicción y fe, él les dio la ventaja especial de llegar a ser hijos de Dios; ¡excelente!, pasar de ser simplemente criaturas a hijos de Dios, y por vía de consecuencia convertirnos en hermanos de Jesús.

El niño del pesebre se convirtió en hombre, y como tal, vivió entre ellos. Del despliegue de tantos milagros y otras señales, Juan nos dice que pudieron ver la gloria, es decir, la presencia divina contenida en él, la cual había recibió del Padre. 

El evangelista quiso mostrar el testimonio de Juan El Bautista, cuando dejó clara que la importancia de Cristo se debía a la preexistencia de éste antes que aquél. "...es más importante que yo, porque existía antes que yo".

Para quienes gustan de la teoría de la "prosperidad" muy en auge en los últimos años, en este pasaje se nos enseña que Jesucristo es la abundancia, y de él la hemos recibido muchas veces. La desesperación que trae la ley aportada por medio de moisés, fue atenuada, cumplida suficientemente por el sacrificio amoroso de nuestro Señor Jesucristo en la cruz.

Si usted querido amigo (a) quiere ver a Dios, sencillamente mire a Jesús. 

Si usted quiere y su deseo es estar más próximo a Dios, entonces acérquese a Jesús.

¿Quiere usted tener un modelo a seguir para vivir en consonancia con la voluntad de Dios? No hay mejor recomendación que: Viva de la mano de Jesús.

Vemos a Dios cuando miramos a su Hijo, quien es verdadero Dios, de otra manera, es imposible contemplar la hermosura de Jehová.

¿Vemos a Dios cuando vemos el rostro de Jesús? ¿Asistimos a la iglesia buscando encontrar en Jesús al verdadero y eterno Dios, o acudimos a seguir a hombres, simples mortales?

¡Tengamos mucho cuidado a quienes seguimos, imitamos y adoramos!

Oremos:

Excelentísimo Padre celestial, acudimos a ti, para rogarte con profunda humildad que siempre tengamos presente y claro que debemos mirar con fe y amor el rostro de Jesús, el verbo eterno, con la finalidad de poder ver la gloria de tu majestad.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

 

 

Yo No Estoy Perdido, Son Ustedes Que lo Están

Imagen de jplenio en Pixabay


26 de diciembre 2021

Primer Domingo Después de Navidad.

Pastor: Miguel Moreno

Lecturas:

Salmo 148; 1 Samuel 2: 18-20, 26; Colosenses 3: 12-17; Lucas 2: 41-52

Tema de hoy: Yo No Estoy Perdido, Son Ustedes Que lo Están.

Nuestra reflexión para el día de hoy Primer Domingo Después de Navidad, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Lucas 2: 41-52 y sobre el mismo podemos reflexionar lo siguiente:

Es importante señalar que esta narración es única y exclusiva de este evangelio de Lucas, no lo encontramos en ninguno de los otros tres.

Pasado el tiempo de Adviento y el día de la Natividad de nuestro Señor, hoy nos encontramos en el primer domingo después de Navidad. 

Las personas cuando leen este pasaje lo primero que piensan y dicen es ¿y dónde estuvo Jesús desde su nacimiento hasta los doce años? Y ahí comienza un mundo de especulaciones sacadas de las mentes de escritores muy creativos, quienes afirman que Jesús en esos años silenciosos estuvo en: Las pirámides de Egipto recibiendo todas las enseñanzas o que se lo llevó una nave extraterrestre y lo educó para cumplir su misión; en fin, la teoría de conspiración planetaria siempre ha existido; pero nosotros nos ceñimos, aferramos y confiamos en el texto bíblico, sin agregar, sustraer, inventar o completar lo que no debe ni puede ser completado por nuestra mente.

Esta historia es la única que va a romper el silencio de nuestro Salvador hasta el comienzo de su ministerio a los treinta y tres años y la misma transcurre en el templo, el mismo templo en el que había sido presentado luego de los ocho días de nacido y de haber sido circuncidado. Ahora Jesús se les presentaba teniendo doce años a los maestros de la ley.

Lucas nos relata que José y María iban anualmente a Jerusalén, a la fiesta de la Pascua en la cual se celebraba la liberación de la esclavitud de pueblo de Israel de manos de los egipcios, y la misma tenía lugar cada primavera.

Al concluir el festival de la Pascua, los padres de Jesús iniciaron el regreso a sus hogares confiando en que su hijo iba caminando con los peregrinos que habían ido a celebrar la fiesta.

Los padres luego de preocuparse y buscarlo no lo hallaron por ningún lado, y pensaron que tal vez el niño se había quedado entretenido jugando con otros niños o retenido contra su voluntad en Jerusalén.

Tuvieron que pasar tres días de angustia y desespero antes que pudieran encontrar a su hijo. Y ¿qué había pasado con el joven? Pues que Jesús se había quedado en el templo rodeado de los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

Podemos decir que Jesús los escuchaba con atención; pero también con mucha humildad de corazón. Y las preguntas que les hacía, suponemos con basamento bíblico, que no eran para generar discusión o contienda; sino por el contrario, del tipo de cuestionamientos que se hacen para buscar la respuesta correcta y lograr un aprendizaje o eneseñanza sólidos.

También entendemos que los maestros de la ley le hacían preguntas, creemos que no eran desafiantes, sino producto de lo sorprendidos y maravillados que estaban de su inteligencia y sabiduría.

El hecho de que los maestros de la ley se sorprendieran con Jesús, estaba relacionado a que su edad era de doce años; es decir, él no tenía el tiempo necesario de vida como para saber tantas cosas y sobre todo sus correctas interpretaciones.

Tal vez se decían: «¿De dónde habrá sacado este jovencito tantos conocimientos y quién lo habrá educado?»

Bueno, ellos no sabían lo que dice el evangelio según Juan 1: 1 «En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios».

Sí, ese niño era el Verbo, la Palabra hecha Dios; ellos estaban hablando con el mismísimo Dios y no lo sabían, en esos doce años  estaba comprendida en verdad la eternidad; en esos doce años estaba inserta en verdad la omnisciencia, esto es, el conocer todo, a todos y de todo; mas los maestros de la ley tampoco conocían esta realidad.

Luego la madre angustiada le pregunta a su hijo: ¿Por qué nos ha hecho esto?

Jesús responde con dos preguntas «¿por qué me buscan?» «¿No saben que tengo que estar en la casa de mi Padre?»

He conocido de niños que se han extraviado por pocos minutos en grandes concentraciones de personas y, al ser hallados, ellos responden en forma inocente a la pregunta hecha por María a Jesús «¡Yo no estaba perdido, eran ustedes que estaban perdidos!» es para ellos una cuestión de perspectivas.

Nos dice Lucas que los padres de Jesús no comprendieron lo que les quería dar a entender.

Hermanos, ¿se ha perdido alguna vez Jesús, nuestro Salvador de tu vida? ¿Cómo y cuándo ha sido eso así? ¿Por cuánto tiempo?

¿Quizá por una vida signada por el pecado en la que ya no sentimos comunión con Dios? ¿Tal vez la perdida de un ser querido en forma inesperada y dejamos de confiar y creer en Dios?

Recuerda hermano, Jesús siempre va estar allí esperando por ti; somos nosotros quienes nos perdemos, él siempre va estar en los sacramentos y en los medios de gracia; sí, búscalo en su Santa Palabra y en el Templo, porque él tiene que estar en la casa de su Padre.

Oremos:

Amantísimo Padre celestial, no permitas que nos perdamos de la presencia y comunión de nuestro Señor Jesucristo y siempre recordemos a dónde encontrarlo.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!