Revised Common Lectionary - Daily Readings

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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Segundo domingo después de Pentecostés - No importa el día para hacer el bien

2 de junio de 2024

Segundo domingo después de Pentecostés

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 81:1-10; Deuteronomio 5:12-15; 2 Corintios 4:5-12; Marcos 2:23-3:6

Tema de hoy: No importa el día para hacer el bien

Nuestra predicación tiene como basamento central la lectura del evangelio para el día de hoy, cuando celebramos el segundo domingo después de Pentecostés, y la misma se encuentra en el evangelio según Marcos 2: 23-3:6.

En el Salmo escuchado hoy Dios nos muestra que, en su gran amor quiere que le pidamos en oración, lo honremos y demos gracias, y él promete satisfacer todo buen deseo que nazca de nuestros corazones.

En el libro de Deuteronomio podemos apreciar el estricto mandato de Dios de respetar el día sábado. Según esto, en ese día no debemos hacer ningún tipo de tarea. En aquella época hasta los pasos a dar estaban predeterminados por escrito, y nadie osaba rebasar esos límites sin considerarse merecedor del castigo de Dios.

La Carta del Apóstol Pablo a los Corintios examinada hoy, nos dice:  Porque el mismo Dios que mandó que la luz brotara de la oscuridad, es el que ha hecho brotar su luz en nuestro corazón, para que podamos iluminar a otros, dándoles a conocer la gloria de Dios que brilla en la cara de Jesucristo. De esta manera, Pablo nos enseña que es Jesucristo presente en nuestras vidas, quien nos va mostrar cómo guiar a los hermanos que se encuentran en el error de quedarse atascados en la ley que mata, para llevarlos al encuentro precioso de las promesas eternas plasmadas en los evangelios, de boca de nuestro Salvador Jesús. 

Hermanos: siempre vamos a encontrarnos con personas de diferentes creencias religiosas que tratarán de imponernos sus doctrinas y mandatos; pero nosotros como hijos de la cristiandad, busquemos siempre volver al lago nutricional del Santo Evangelio. Es muy fácil amoldarnos al cumplimiento de órdenes, ya que traemos patrones de obediencia producto de nuestra vida en sociedad. Así, aprendemos a obedecer a nuestros padres, nuestros maestros, nuestros funcionarios de la seguridad pública y la lista continúa. Por ello, tendemos a plegarnos rápidamente y sin cuestionar en su mayoría, las opiniones, reglas y usanzas para acercarnos a Dios y, de esta manera pretendemos erróneamente ganar el cielo.

El Evangelio de Marcos nos trae el siguiente texto: Un sábado, Jesús caminaba entre los sembrados, y sus discípulos, quienes tenían hambre,  tomaban de las espigas el trigo y las comían. 

Los fariseos que no perdían oportunidad para cuestionar cualquier acción de nuestro Señor, le preguntaron algo como:

¿por qué hacen tus discípulos ese trabajo de arrancar espigas para comer, sabiendo que eso no está permitido hacerse en día sábado?

Pero Jesús les respondió:

A ver, aver. Si ustedes dicen que conocen mucho acerca de las sagradas escrituras, les pregunto, ustedes ¿nunca han leído lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros, así como mis discípulos, tuvieron necesidad y sintieron hambre?

Pues siendo Abiatar sumo sacerdote, David entró en la casa de Dios y comió los panes consagrados a Dios, que solamente a los sacerdotes se les permitía comer; y dio también a la gente que iba con él.

Hermanos: David estaba confiado en que su Dios conocía sus corazones y necesidades, las cuales eran más importantes que la consagración de los panes ofrecidos a él. Misericordia quiero y no sacrificios (Mateo 9:13). Creemos que Cristo quitó todos aquellos sacrificios antiguos al cumplirlos a la perfección y al morir en la cruz.

Jesús les concluyó el diálogo mostrando la majestad que como Dios le corresponde:

Yo creé el día sábado para administración y disfrute del hombre, y no al contrario, el ser humano para que cualquier día de la semana, no solo el sábado, le dominara y sujetara. El Hijo de Dios tiene autoridad, como creador, sobre el sábado o cualquier otro día.

Nos dice el evangelista que Jesús entró otra vez en la sinagoga; y había en ella un hombre con una mano atrofiada.  

Los fariseos seguían espiando a Jesús a ver si lo curaría en el día de reposo, y de esta forma tener pretexto para encausarlo judicialmente. 

Jesús, con la autoridad que lo caracteriza le habló firmemente al lisiado, pidiéndole que se colocara en el centro, de tal manera que todos pudieran ver. Nuestro señor Jesucristo siempre actuará a la vista de todos, a la luz del día, para que todos observen bien y lleguen al convencimiento de la fe.

Seguidamente interpeló a los presentes diciéndoles: ¿Qué está permitido hacer en sábado: el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla? Jesús les trató de mostrar el orden justo de la importancia de las cosas. Les estaba diciendo que reconsideraran su apego estricto a reglas de conducta que no les llevarían a acercarse a Dios; que el amor por el prójimo era lo más importante para nuestro creador.

Los presentes guardaron silencio porque no tenían nada que responder a Jesús. Esta era la solución encontrada por ellos. para que este predicador no los sacara de la zona de confort, que trae el apegarse a la tradición practicada sin sentido común ni criterio.

Hermanos, nos relata el evangelista que Jesús observó con enojo a los asistentes, y se entristeció por lo terco y aferrado que estaban sus corazones a la ley.

Nuestro Señor, pidió al hombre que extendiera la mano. Al instante la mano quedó curada; y termina el pasaje haciéndonos saber que, los fariseos y los herodianos, quienes eran enemigos, se pusieron de acuerdo para tratar de matar a Jesús.

Hermanos, así vamos a ver muchas veces en nuestras vidas, que cuando alguien hace el bien, los envidiosos o detractores de esa persona, hasta pueden dejar diferencias y enemistades, con el solo objetivo de atacar a ese benefactor odiado por ellos. Nunca los van a ver que se unan para hacer el bien sino el mal en las formas más escandalosas.

Por nuestra parte, procuremos unirnos con los cristianos practicantes o personas de buena actuación, y de esta manera lograr que las buenas obras reflejen el rostro de Cristo en nosotros.

Oremos

Dios Padre eterno, crea en nosotros una fe tan sólida que nos enfoquemos en tu misericordias que dan vida, y no en la estricta ley que lleva a la muerte, ya que nuestro amado Jesús, cumplió todas esas exigencias por nosotros, de las cuales nos apoderamos y cumplimos por fe.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

 

La Santa Trinidad - Primer domingo despuès de Pentecostés

26 de mayo de 2024

La Santa Trinidad - Primer domingo despuès de Pentecostés

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmos 29,Isaías 6:1-8,Romanos 8:12-17,Juan 3:1-17

Tema de hoy: Tres en unidad

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de hoy, cuando celebramos La Santa Trinidad y Primer domingo después de Pentecostés, y la misma se encuentra en el evangelio según Juan 3: 1-17.

Hoy, vamos a hablar sobre La Santa Trinidad. ¿Qué es y qué representa para nuestras vidas como cristianos?

Génesis 1:1-2 «En el principio creó Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas».

Juan 1: 1-3 «En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 

Esta es una muy sensata introducción para un domingo de la Santa Trinidad. Veamos!

Dios (Padre) creó con el poder del verbo (su Hijo) todas las cosas, visibles e invisibles, y el Espíritu Santo estaba presente y se movía sobre las aguas. Ahí se evidencia la Santa Trinidad!

El evangelio escuchado nos dice que: Nicodemo, uno de los principales de los judíos, fue de noche hasta donde se encontraba Jesús, y le dijo que ellos sabían que él había venido de Dios como maestro, porque nadie podría hacer las señales que él hacía, si no estaba Dios con él.

Hermanos, podemos observar que este señor, que tenía una cargo de importancia entre la comunidad judía, decide ir de noche a visitar a Jesús. Su estatus no le permitía humillar su corazón y hablarle al Hijo de Dios a la luz del día, sino a hurtadillas, en la oscuridad, como los ladrones. 

Jesús arremete en su respuesta y pareciera querer decirle: ya que tú y tus colegas lo que están pensando sobre mí es que, soy un simple maestro, «de cierto te digo que el que no naciera de nuevo, no podrá ver el reino de Dios». 

Así sucede en nuestra vidas, y hasta que el Espíritu Santo (verdadero Dios) no nos convence de que Jesús es más que un maestro o líder religioso, no vamos a adoptar los méritos de cristo por fe y ser salvos por la eternidad.

Lo leemos en la Carta de Pablo a los Corintios: porque si vivimos conforme a la carne, moriremos; mas si por el Espíritu (Santo) hacéis morir la obras de la carne, viviréis. 

Más adelante, Jesus al ver que resultaría incomprensible para Nicodemo lo de volver a nacer, trata de que el religioso lo entienda de otra manera: el que no naciere de agua y del Espíritu (Santo), no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es y lo que es nacido del Espíritu (Santo), espíritu es. ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?

Nicodemo debió conocer las Sagradas Escrituras y lo que dice el Salmo 29: «Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz». 

Lo anterior lo entendemos como: Dios Padre bendecirá a su pueblo, con la paz que sólo puede dar su Hijo.

Jesús guiaba a Nicodemo a entender la importancia del Bautismo con agua, en donde Dios Padre envía al Espíritu Santo, quien obra la fe en en el ser humano y llega a creer en la obra salvífica de nuestro Señor Jesucristo, lo que constituye una bendición de paz para su pueblo (para nosotros).

La famosa sentencia de Juan 3:16, repetida por muchos, es un ejemplo más de las menciones a la Santa Trinidad en la Biblia. «Por que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». 

Dios Padre nos amó, dio a su Hijo para que por medio del Espíritu Santo creamos y tengamos vida eterna. Hermanos, si no vemos estas verdades eternas, estaremos siempre en el dilema de Nicodemo.

Oremos

Dios Padre, haznos entender que nos has dado a tu Hijo para que por medio del Espíritu Santo creamos en él, y podamos disfrutar de la salvación y la vida eterna a tu lado.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!


Día de Pentecostés - Un Espíritu de vida

19 de mayo de 2024

Día de Pentecostés

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 104:24-34, 35b; Ezequiel 37:1-14; Romanos 8:22-27; Juan 15:26-27; 16:4b-15

Tema de hoy: Un Espíritu de vida

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de hoy, Día de Pentecostés, y la misma se encuentra en el evangelio según Juan 15: 26-27; 16: 4b-15

Hoy, según nos indica el leccionario es día de Pentecostés; mas ¿qué es esto de Pentecostés? ¿Qué significado tiene para la Iglesia de Jesús, para los cristianos?

Pentecostés es la fiesta y tiempo religioso, mediante el cual, pasados cincuenta días de la Pascua de Resurrección, los cristianos celebran la venida en forma abundante del Espíritu Santo.

En la biblia se pueden leer muchos ejemplos, llamados y menciones al Espíritu Santo. El Salmo que leímos hoy dice: «Pero si envías tu aliento de vida, son creados, y así renuevas el aspecto de la tierra».

Esto demuestra una de las funciones del espíritu Santo de Dios, crear o cesar la vida de cada ser humano, en principio y, de todo lo que existe, tanto visible como invisible.

Y dónde puedo ver ese procedimiento de crear vida, bueno, tan sencillo como leer el pasaje del antiguo testamento que hemos escuchado hoy: «Y vi que sobre ellos aparecían tendones y carne, y que se cubrían de piel. Pero no tenían aliento de vida…Así dice el Señor: Aliento de vida ven…»

En el ambiente de la medicina, se suelen evidenciar curas asombrosas de pacientes que, estando desahuciados, logran sorprendentemente una recuperación efectiva de la salud. Para los creyentes, la única explicación es que la obra del Espíritu Santo se hizo presente en ese organismo.

Para los incrédulos, siempre va a ser la suerte o que fue un diagnóstico errado y, que dicho sujeto nunca padeció verdaderamente de mal alguno.

Por otro lado, mucho se discute estérilmente en las iglesias «evangélicas» acerca de, si ciertas acciones realizadas por personajes protagónicos del Antiguo Testamento fueron bajo la influencia del Espíritu Santo o fue bajo los poderes de la carne. Y luego se muestran profusas teorías, opiniones rebuscadas y, en fin, el cuento de nunca acabar. Pero, bastaría con preguntar a quienes dicen que no pudo hacerse ese comportamiento bajo la influencia del Espíritu, debido a que éste sólo llegó en el Día de Pentecostés y, más precisamente en el libro de Hechos de los Apóstoles; y, ¿todo el texto bíblico  del Antiguo Testamento y, el Nuevo Testamento incluyendo el libro de Hechos, por quién fue inspirado, por cuál espíritu, por cuál Dios o es inspiración de hombres? También se discute mucho y se trata de imponer en los cristianos el hablar en lenguas de manera obligatoria o sino, usted no tiene el Espíritu Santo y esto significa que usted está en las malas con Dios.

Lo que sucedió en el libro de Hechos de los apóstoles, fue la abundante y universal venida del Espíritu Santo.

Las lenguas que hablaron fueron los idiomas de los extranjeros, que visitaban para la celebración de la fiesta de Pentecostés, la cual era la conmemoración del día en que Dios les dio la ley en el monte Sinaí.

En el pasaje de Hechos, no podemos decir que ellos hablaron en las lenguas angelicales de que habla el Apóstol Pablo. Es muy importante diferenciar estos dos conceptos y contextos.

El Espíritu Santo como una persona de la Trinidad, es verdadero Dios. Él tiene sus atributos y funciones que son: Llevarte a la fe, esto es, si usted cree es gracias a Él; guiar, consolar, encaminar, dirigir al creyente. Hay que saber distinguir cuando algún asunto corresponde o proviene del Espíritu Santo y cuando son pensamientos tendenciosos y malsanos del hombre.

Digo lo anterior queridos hermanos, porque se suele usar en muchas denominaciones cristianas que los Pastores amanecen creativos diciendo a la membresía que, recién tuvo un sueño en donde el Espíritu Santo le mostró tal o cual cosa, o que la congregación debería hacer algo en específico. Y lo que sucede es que, a los miembros de esas congregaciones se les exprimen los bolsillos, dejando de satisfacer a veces sus propias necesidades básicas, con el sólo propósito de alimentar los deseos egoístas de ese sujeto llamado tristemente «Pastor».

Estimado amigo Pastor: ¿Has cometido este grave pecado, involucrando al Espíritu Santo, haciendo caer a tu congregación en este tipo de estafa-chantaje?

Y tú creyente: ¿Te has dejado convencer por este tipo de artimañas, confiando que era el designio del Espíritu Santo?

Quiero resaltar en este día de Pentecostés que, el único pecado que no perdona Dios, es la blasfemia contra el Espíritu Santo.

Oremos

Roguemos a Dios Padre nos haga conscientes día a día, de creer, caminar, pensar como cristianos practicantes, siempre con la ayuda de Nuestro Dios, Espíritu Santo, y que él nos forme de tal manera que sea el Insuperable Espíritu de vida.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!


Séptimo domingo de Pascua - ¡Somos especiales para Dios!

12 de mayo de 2024

Séptimo domingo de Pascua 

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 1; Hechos 1:15-17, 21-26; 1 Juan 5:9-13; Juan 17:6-19

Tema de hoy: ¡Somos especiales para Dios!

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de hoy, Séptimo Domingo de Pascua, y la misma se encuentra en el evangelio según Juan 17: 6-19

En el pasaje del evangelio para el día de hoy, podemos ver que Jesús está entregando cuentas a su Padre celestial en una oración en la cual, también hace peticiones específicas en relación al amor y cuidado espiritual.

Esta oración es conocida con el nombre de «La Oración Sumo sacerdotal» de Nuestro Señor Jesucristo, y la misma contiene elementos muy interesantes, los cuales han sido analizados incisivamente a través de los siglos ya que, representa una intercesión efectuada por nuestro Salvador ante nuestro Padre.

Primeramente, Jesús al conversar con Dios Padre, habla en forma que los escuchas sepan cómo ha sido el proceso de su elección.

Jesús muestra que, quien elige a sus seguidores es el Padre. En pocas palabras, esa introducción expone todos los pasos que ha tenido el proceso de educación y adoctrinamiento del Maestro hacia sus discípulos.

Luego, el Mesías entra a considerar lo que ha de venir una vez que él haya partido; la persecución será ejecutada con fuerza y crueldad contra estos discípulos y quienes los acompañen en sus creencias, así que, pide a su Padre que los cuide, los proteja con el poder de su nombre, sí, el mismo nombre que diera Dios a Moisés, «Yo Soy» ese nombre tiene poder en sí mismo.

Jesús sabía que iba a regresar a donde pertenece desde la eternidad; mas ruega al Padre que cuide a sus seguidores. Esta petición no podemos considerarla circunscrita solamente a los discípulos, sino a todas las generaciones de creyentes que vendrían en el futuro.

Debemos notar algo que es muy importante, Jesús sabe que el mundo odia y odiará a los cristianos. Por «mundo» debemos entender a quienes en el disfrute de su vida no reparan en considerar siquiera la existencia y respeto hacia Dios; pero no pide a su Padre que los sustraiga del mundo, sino que los proteja de toda maldad.

Muchas veces surgen discusiones, acerca de si debemos como cristianos, asistir a fiestas, reuniones y diferentes sitios del acontecer social. Hay quienes suelen decir: «no debemos asistir porque eso es “mundano” y nosotros somos “cristianos”».

Ahora bien, preguntémonos: qué diría y haría Jesucristo. No es muy difícil saberlo si buscamos en su palabra. Jesús vino a buscar lo que se había perdido; los enfermos son quienes necesitan de un médico.

No vamos a cumplir la gran comisión predicándoles en la Iglesia a quienes ya han creído en Jesús; así como, tampoco un médico iría a un gimnasio esperando encontrar enfermos que curar.

Si te encuentras en cualesquiera de los dos escenarios anteriormente dibujados, has estado incumpliendo con lo que tu Señor Jesús te ha mandado hacer, has desobedecido su enseñanza de amor.

Mas, no te sientas mal por ello, lo importante es entender y reconocer los errores cometidos por malinterpretar su Palabra o afirmar doctrinas de hombres, quienes se han alejado de Dios y tal vez no lo sepan.

Pero tu hermano, vuélvete, que el Cristo de la gloria ha pagado por todos tus pecados en la cruz del Calvario, ha resucitado y vive eternamente dándonos a su vez vida a todos sus fieles.

Oremos

Pidamos a Nuestro Padre Celestial que, en lugar de predicarnos entre nosotros mismos en la Iglesia, salgamos al «mundo», tratemos con los «mundanos» y lleguemos a formar parte de su selección especial.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!