Revised Common Lectionary - Daily Readings

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La Santa Trinidad - Primer domingo despuès de Pentecostés

26 de mayo de 2024

La Santa Trinidad - Primer domingo despuès de Pentecostés

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmos 29,Isaías 6:1-8,Romanos 8:12-17,Juan 3:1-17

Tema de hoy: Tres en unidad

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de hoy, cuando celebramos La Santa Trinidad y Primer domingo después de Pentecostés, y la misma se encuentra en el evangelio según Juan 3: 1-17.

Hoy, vamos a hablar sobre La Santa Trinidad. ¿Qué es y qué representa para nuestras vidas como cristianos?

Génesis 1:1-2 «En el principio creó Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas».

Juan 1: 1-3 «En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 

Esta es una muy sensata introducción para un domingo de la Santa Trinidad. Veamos!

Dios (Padre) creó con el poder del verbo (su Hijo) todas las cosas, visibles e invisibles, y el Espíritu Santo estaba presente y se movía sobre las aguas. Ahí se evidencia la Santa Trinidad!

El evangelio escuchado nos dice que: Nicodemo, uno de los principales de los judíos, fue de noche hasta donde se encontraba Jesús, y le dijo que ellos sabían que él había venido de Dios como maestro, porque nadie podría hacer las señales que él hacía, si no estaba Dios con él.

Hermanos, podemos observar que este señor, que tenía una cargo de importancia entre la comunidad judía, decide ir de noche a visitar a Jesús. Su estatus no le permitía humillar su corazón y hablarle al Hijo de Dios a la luz del día, sino a hurtadillas, en la oscuridad, como los ladrones. 

Jesús arremete en su respuesta y pareciera querer decirle: ya que tú y tus colegas lo que están pensando sobre mí es que, soy un simple maestro, «de cierto te digo que el que no naciera de nuevo, no podrá ver el reino de Dios». 

Así sucede en nuestra vidas, y hasta que el Espíritu Santo (verdadero Dios) no nos convence de que Jesús es más que un maestro o líder religioso, no vamos a adoptar los méritos de cristo por fe y ser salvos por la eternidad.

Lo leemos en la Carta de Pablo a los Corintios: porque si vivimos conforme a la carne, moriremos; mas si por el Espíritu (Santo) hacéis morir la obras de la carne, viviréis. 

Más adelante, Jesus al ver que resultaría incomprensible para Nicodemo lo de volver a nacer, trata de que el religioso lo entienda de otra manera: el que no naciere de agua y del Espíritu (Santo), no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es y lo que es nacido del Espíritu (Santo), espíritu es. ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?

Nicodemo debió conocer las Sagradas Escrituras y lo que dice el Salmo 29: «Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz». 

Lo anterior lo entendemos como: Dios Padre bendecirá a su pueblo, con la paz que sólo puede dar su Hijo.

Jesús guiaba a Nicodemo a entender la importancia del Bautismo con agua, en donde Dios Padre envía al Espíritu Santo, quien obra la fe en en el ser humano y llega a creer en la obra salvífica de nuestro Señor Jesucristo, lo que constituye una bendición de paz para su pueblo (para nosotros).

La famosa sentencia de Juan 3:16, repetida por muchos, es un ejemplo más de las menciones a la Santa Trinidad en la Biblia. «Por que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». 

Dios Padre nos amó, dio a su Hijo para que por medio del Espíritu Santo creamos y tengamos vida eterna. Hermanos, si no vemos estas verdades eternas, estaremos siempre en el dilema de Nicodemo.

Oremos

Dios Padre, haznos entender que nos has dado a tu Hijo para que por medio del Espíritu Santo creamos en él, y podamos disfrutar de la salvación y la vida eterna a tu lado.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!


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