Día de Pentecostés
Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel
Lecturas: Salmo 104:24-34, 35b; Ezequiel 37:1-14; Romanos 8:22-27; Juan 15:26-27; 16:4b-15
Tema de hoy: Un Espíritu de vida
Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de hoy, Día de Pentecostés, y la misma se encuentra en el evangelio según Juan 15: 26-27; 16: 4b-15
Hoy, según nos indica el leccionario es día de Pentecostés; mas ¿qué es esto de Pentecostés? ¿Qué significado tiene para la Iglesia de Jesús, para los cristianos?
Pentecostés es la fiesta y tiempo religioso, mediante el cual, pasados cincuenta días de la Pascua de Resurrección, los cristianos celebran la venida en forma abundante del Espíritu Santo.
En la biblia se pueden leer muchos ejemplos, llamados y menciones al Espíritu Santo. El Salmo que leímos hoy dice: «Pero si envías tu aliento de vida, son creados, y así renuevas el aspecto de la tierra».
Esto demuestra una de las funciones del espíritu Santo de Dios, crear o cesar la vida de cada ser humano, en principio y, de todo lo que existe, tanto visible como invisible.
Y dónde puedo ver ese procedimiento de crear vida, bueno, tan sencillo como leer el pasaje del antiguo testamento que hemos escuchado hoy: «Y vi que sobre ellos aparecían tendones y carne, y que se cubrían de piel. Pero no tenían aliento de vida…Así dice el Señor: Aliento de vida ven…»
En el ambiente de la medicina, se suelen evidenciar curas asombrosas de pacientes que, estando desahuciados, logran sorprendentemente una recuperación efectiva de la salud. Para los creyentes, la única explicación es que la obra del Espíritu Santo se hizo presente en ese organismo.
Para los incrédulos, siempre va a ser la suerte o que fue un diagnóstico errado y, que dicho sujeto nunca padeció verdaderamente de mal alguno.
Por otro lado, mucho se discute estérilmente en las iglesias «evangélicas» acerca de, si ciertas acciones realizadas por personajes protagónicos del Antiguo Testamento fueron bajo la influencia del Espíritu Santo o fue bajo los poderes de la carne. Y luego se muestran profusas teorías, opiniones rebuscadas y, en fin, el cuento de nunca acabar. Pero, bastaría con preguntar a quienes dicen que no pudo hacerse ese comportamiento bajo la influencia del Espíritu, debido a que éste sólo llegó en el Día de Pentecostés y, más precisamente en el libro de Hechos de los Apóstoles; y, ¿todo el texto bíblico del Antiguo Testamento y, el Nuevo Testamento incluyendo el libro de Hechos, por quién fue inspirado, por cuál espíritu, por cuál Dios o es inspiración de hombres? También se discute mucho y se trata de imponer en los cristianos el hablar en lenguas de manera obligatoria o sino, usted no tiene el Espíritu Santo y esto significa que usted está en las malas con Dios.
Lo que sucedió en el libro de Hechos de los apóstoles, fue la abundante y universal venida del Espíritu Santo.
Las lenguas que hablaron fueron los idiomas de los extranjeros, que visitaban para la celebración de la fiesta de Pentecostés, la cual era la conmemoración del día en que Dios les dio la ley en el monte Sinaí.
En el pasaje de Hechos, no podemos decir que ellos hablaron en las lenguas angelicales de que habla el Apóstol Pablo. Es muy importante diferenciar estos dos conceptos y contextos.
El Espíritu Santo como una persona de la Trinidad, es verdadero Dios. Él tiene sus atributos y funciones que son: Llevarte a la fe, esto es, si usted cree es gracias a Él; guiar, consolar, encaminar, dirigir al creyente. Hay que saber distinguir cuando algún asunto corresponde o proviene del Espíritu Santo y cuando son pensamientos tendenciosos y malsanos del hombre.
Digo lo anterior queridos hermanos, porque se suele usar en muchas denominaciones cristianas que los Pastores amanecen creativos diciendo a la membresía que, recién tuvo un sueño en donde el Espíritu Santo le mostró tal o cual cosa, o que la congregación debería hacer algo en específico. Y lo que sucede es que, a los miembros de esas congregaciones se les exprimen los bolsillos, dejando de satisfacer a veces sus propias necesidades básicas, con el sólo propósito de alimentar los deseos egoístas de ese sujeto llamado tristemente «Pastor».
Estimado amigo Pastor: ¿Has cometido este grave pecado, involucrando al Espíritu Santo, haciendo caer a tu congregación en este tipo de estafa-chantaje?
Y tú creyente: ¿Te has dejado convencer por este tipo de artimañas, confiando que era el designio del Espíritu Santo?
Quiero resaltar en este día de Pentecostés que, el único pecado que no perdona Dios, es la blasfemia contra el Espíritu Santo.
Oremos:
Roguemos a Dios Padre nos haga conscientes día a día, de creer, caminar, pensar como cristianos practicantes, siempre con la ayuda de Nuestro Dios, Espíritu Santo, y que él nos forme de tal manera que sea el Insuperable Espíritu de vida.
Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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