26 de junio 2022
Tercer Domingo Después de Pentecostés.
Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel
Lecturas: Salmo 16; 1 Reyes 19:15-16, 19-21; Gálatas 5:1, 13-25;
Lucas 9:51-62
Tema de hoy: Jesús es mi prioridad de vida.
Jesús y los discípulos quieren pernoctar en Samaria; mas los
samaritanos le niegan posada, esto es así porque como bien sabemos, los
samaritanos no tenían trato con los judíos.
Ahora bien, fijémonos en la reacción que tuvieron los discípulos
Santiago y Juan al sentirse despreciados. Les preguntaron a Jesús que si quería que
ordenaran que cayera fuego del cielo para que los matase y él les regañó
agriamente.
Hermanos, ¿qué podemos aprender acá? Recordemos las enseñanzas de
Jesús: Mateo 5: 11 «Dichosos
ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los
ataquen con toda clase de mentiras»
Sí, en el
caso que nos ocupa se evidencia que los discípulos y el mismo Jesús, habían
sido maltratados, sí, habían sido tratados mal. Los samaritanos hicieron que
prevalecieran las rencillas históricas entre ambos pueblos, antes que mostrar amor
hacia el prójimo y, se sentían orgullosos al decir que eran descendientes de Abraham.
Cuántas
personas conocemos nosotros, que sus lideres religiosos les inculcan que no
traten a los demás porque según ellos, son mundanos, impíos o inconversos. Y la
pregunta que sigue es: Y, ¿cómo esas personas llegarán a conocer a Dios y su
plan de salvación eterna, si no hay nadie que se les acerque y les predique?
Y nosotros ¿tratamos a todos los que nos rodean de la misma forma
en que nos enseñó Jesús? O ¿Tenemos bajos prejuicios con etiquetadora mental
hacia todos?
Ellos siguieron su camino hacia otra aldea y se encontraron con un
sujeto que le pidió a Jesús que le dejara seguirlo, y Jesús le dio una muestra
de qué tanto eran las carencias, incomodidades o necesidades de todo aquel que
pretendiese seguir el oficio del apostolado, la predicación y evangelización.
Él le dijo, vivimos peor que las zorras del campo, porque ellas tienen donde guarecerse;
pero nosotros ni siquiera contamos con un objeto que nos sirva de almohada.
Y, nosotros hermanos, ¿por qué queremos seguir al Señor Jesús?, ¿porque nos llevó hasta él el Espíritu Santo? O ¿Porque perseguimos intereses mezquinos
llenos de confort, dinero y lujos. Debemos evaluarnos cada día con sinceridad
de mente y corazón.
Pero, andando, Jesús encontró a otro hombre a quien tuvo a bien
invitarlo a seguirle; mas este, le dijo que primero le permitiera ir a darle
sepultura al cuerpo de su padre. Jesús le respondió: deja que esas personas que
no conocen a Dios y que, por ese motivo están muertos en sus pecados y no lo
saben, vayan y entierren a sus muertos; pero tú, anda y de la manera que
encuentres, comunica las buenas nuevas de Dios.
Hermanos, ¿damos prioridad a lo que es importante en nuestras
vidas? En el pasaje leído, Dios, de cuerpo presente invita a un mortal a seguirlo
y, este, no reconociéndolo, lo desprecia por cosas que él consideraba más
importantes; Jesús nos pone la vida en perspectiva, para que aprendamos a
identificar lo que realmente vale vivir en esta existencia que él nos ha dado.
Otro que estaba por ahí, le dijo a Jesús, ¡epa Señor!, quiero
seguirte; pero primero tengo que despedirme de mi familia y lo que faltó decir
fue: ¡ay, y también de mi perrito! Me da mucha tristeza dejarlo solo. Porque para un buen
número de personas, todo, o cualquier cosa, va a ser más importante que ir tras
la gloria de Nuestro Dios.
Hermanos, del anterior texto Jesús nos enseña: ¿Tratamos de seguir a Dios, pensando en que nuestro
pasado nos acompaña el día de hoy? ¿Gustamos de mirar hacia atrás, el pasado,
la vida que acostumbrábamos vivir? ¿Por qué? Si nuestro Señor Jesucristo nos
sacó del pozo cenagoso, de la oscuridad de vida que llevábamos y, nos ha mostrado
y compartido su luz sublime de salvación y vida eterna.
Oremos:
Señor de Sabaot, te rogamos que nuestras vidas puedan apreciar el
tiempo que vivimos, y ponerte como prioridad ineludible en nuestro día a día,
para disfrutar de tu salvación y vida eterna que ya hemos comenzado a vivir
acá.
Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo
Dios Salva!!
Excelente
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