14 de agosto 2022
Décimo Domingo Después de Pentecostés.
Pastor: Miguel
Ángel Moreno Villarroel
Lecturas: Salmo 82; Jeremías 23:23-29; Hebreos 11:29—12:2; Lucas
12:49-56
Tema de hoy: Consciente de tu llegada a mi vida, y tu regreso también, Señor.
Nuestra reflexión para el día de hoy Décimo
Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que
acabamos de leer en Lucas Capítulo 12, Versículos desde el 49 hasta el 56.
En el pasaje del evangelio para hoy, nos
encontramos con un Jesús angustiado, y tiene que ser así, porque en su naturaleza
humana, en su propia carne, se va a enfrentar a la dolorosa y cruenta muerte en
una cruz.
Luego le habla a la multitud acerca de su
misión, les dice que él ha venido a traer división entre la gente.
Basta con ir a cualquier sitio de recreación,
entretenimiento, relajación con atención al público, para sorprendernos con lo abundante
que resultan los anuncios de «Prohibido discutir sobre: política, deportes o religión»
y, esto es así debido a que esos temas generan mucha controversias entre los
participantes, llegando muchos hasta la agresión física inclusive; pero, de
todas las temáticas conflictivas no hay una que genere mayor ardor en los opinadores,
que la correspondiente a la religión, ya que surgen preguntas como: ¿cuál es la
verdadera religión, cuál es el verdadero Dios? Eso es en cuanto a religiones en
general; mas cuando hablamos acerca de los «cristianos», uno pensaría que, sí pueden
opinar y discutir, y sin embargo esto pareciera peor, porque se generan preguntas
en relación a ¿cuál es la verdadera denominación que predica la verdad de Dios?
Otros más atrevidos, hasta se les ocurre preguntar ¿cuál es la iglesia que en
verdad salva?
De esta manera se cumple lo profetizado por nuestro
Señor. Ese crear partidos, bandos y tendencias hasta dentro de una misma iglesia
local e incluso familias, lo podemos evidenciar hasta el día de hoy, creando
muy feos testimonios ante el mundo de incrédulos. (C)
Hermanos, ¿somos nosotros parte de este tipo
de cristianos? ¿Podemos escapar de esta profecía? Bien, pienso que nuestra
naturaleza humana-pecadora es una fuerza que nos lleva hacia estas conductas;
mas, si entregamos nuestras vidas en la santa soberanía de Dios, él nos dará
fuerzas para no caer en esas lamentables manifestaciones de sectarismos en
relación a nuestro Señor Jesucristo.
Ya para finalizar este texto, Jesús entra
a enseñar acerca del criterio que debe emplearse para considerar con seriedad la
etapa histórica y espiritual que estaban presenciando. Estas eran en su mayoría,
personas dedicadas a la cría de animales y el cultivo de la tierra; tenían una
vinculación directa y vivencial con los elementos atmosféricos: las nubes, las lluvias,
la temperatura etc; y con estos conocimientos podían pronosticar el clima y
tomar decisiones para que sus animales y plantas no sufrieran daño. Es por esto
que les hace referencia a estas cosas y les llama «hipócritas» porque ellos
conocen el cambio de los elementos climáticos; pero no reconocen ni saben
deducir en qué tiempo están viviendo; y, debemos preguntarnos ¿cuál es ese
tiempo?; ellos estaban viendo ante sus ojos el cumplimiento de las profecías;
el Mesías había llegado, estaba frente a ellos y la mayoría ni se había
enterado. Jesús, iba camino a la Cruz a pagar por nuestros pecados y darnos
vida eterna; pero ellos ni no lo sabían o no creían. (C)
Hermano, ¿sabemos nosotros identificar los
tiempos en los cuales estamos viviendo? ¿Qué hacemos para conformarnos con los
designios de Nuestro Señor Jesucristo, su plan para con nosotros y su próxima
venida?
Oremos:
Señor de Sabaot, te suplicamos que pongas en
nuestros corazones y mentes todas las habilidades para poder determinar con
exactitud el tiempo en el cual estamos viviendo, para honra y gloria de tu
nombre.
Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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