25 de diciembre de 2022
La Natividad de Nuestro Señor
Pastor: Miguel Moreno
Lecturas: Salmo 97; Isaías 62:6-12; Tito 3:4-7; Lucas 2:1-20
Tema
de hoy: El Nacimiento
de Nuestra Única Esperanza
La reflexión para el día de hoy, que
corresponde a la Natividad de Nuestro Señor, nos lleva a considerar la magnífica
revelación de Dios encarnado en un niño recién nacido, su ambiente, protagonistas
y testigos de este hecho sin igual.
El evangelio asignado para hoy, nos fija como
señal en el tiempo del nacimiento del Mesías, la realización de un censo de
toda la población ocupada por el imperio romano, esto, con el objeto de conocer
el número de habitantes y, de esta manera llevar las estadísticas presupuestarias
referidas al impuesto recaudado en cada región.
El procedimiento consistía en que, cada
persona tenía que ir al pueblo del cual era originario su familia; a José le
correspondió ir al pueblo de Belén, ya que el era de la familia del rey David.
José partió hacia allá con María, con quien estaba casado y quien estaba a la
espera de dar a luz un niño.
Si bien el imperio romano expoliaba a la
población con sus injustos tributos, José, como cabeza de familia, se muestra
respetuoso de la autoridad gobernante para ese tiempo. Lucas nos dice que,
estando en Belén, llegó el momento del parto y María dio a luz a su hijo
primogénito; lo cubrió con pañales y lo acostó en el cajón vacío en el cual
usualmente servían la comida a los animales, ya que, no había sitio en las
posadas del pueblo porque muchos habían asistido a cumplir con el decreto del
censo.
Hermanos, María no era una mujer que vivía de
apariencias, ella estaba serena y confiaba en que, el valor de su hijo no
pertenecía a parámetros y convencionalismos de este mundo, en ella estaba
presente la fe de lo que acontecería y representaba su hijo para la humanidad
por las palabras anunciadas por el ángel Gabriel.
Luego, un ángel del Señor buscó a los
pastores, sí, personas con el mismo humilde oficio que había ejercido en sus
días mozo el rey David; pastores, como sería el niño que acababa de venir a
este mundo de oscuridad (Jesús el Buen Pastor), para traer su luz y guiar hacia
verdes prados a quien creyera en él.
Del Salmo 97 leído hoy, observamos en el
verso 6: “Los cielos anunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su
gloria” y en el verso 11: “Luz está sembrada para el justo, y alegría para los
rectos de corazón”.
Continúa Lucas diciéndonos que, los pastores
siguieron las instrucciones y se aparecieron a la santa familia, y ellos le confirmaron
nuevamente acerca del cumplimiento fiel de la voluntad de Dios Padre; y María
atesoraba todas estas cosas con fe en su corazón. Podemos ver en la profecía
leída hoy en Isaías 62: 11: “Decid a la hija de Sión: He aquí viene tu
Salvador; he aquí su recompensa con él”.
Hermanos, ¿qué aprendemos de este relato de
Lucas sobre el nacimiento de nuestro Dios Jesucristo? ¿Aprendemos a ser
obedientes a las autoridades, como lo fue José? ¿Aprendemos de la humildad de
María en no exigir aposentos de lujo para el nacimiento de su hijo? ¿Estamos
atentos como los pastores, acerca de la venida de nuestro Señor Jesucristo hoy
a nuestras vidas y mañana, en su segunda venida en el día final? Tito en la
lectura de hoy capítulo 3 versículo 4 nos dice: “Pero cuando se manifestó la bondad
de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres nos salvó…”
Hermanos, entendamos que el amor de Dios
para con nosotros es igual a Jesucristo, ¿verdad que es una formula
sencilla de entender y aceptar? Sí, lo único que es solamente por fe, y no por
mérito propio y humano.
Oremos:
Señor Jehová, haz que estemos siempre atentos
para aprender y estar preparados, y de esta manera, con claridad, entender y
esperar el cumplimento de tu profética voluntad para la humanidad.
Amén. Dios los bendiga, y
recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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