Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Revised Common Lectionary - Daily Readings

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Tercer domingo de Pascua - El Señor está contigo

14 de abril de 2024

Tercer domingo de Pascua 

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 4; Hechos 3:12-19; 1 Juan 3:1-7; Lucas 24:36b-48

Tema de hoy: El Señor está contigo 

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de hoy, Tercer Domingo de Pascua, y la misma se encuentra en el evangelio según Lucas 24: 36b-48

Hoy nos corresponde ver la aparición post resurrección de Jesús a sus discípulas, desde el punto de vista de uno de sus seguidores que tenía como profesión «Médico».

Los discípulos estaban conversando entretenidamente, pero con mucho temor, acerca de los más recientes acontecimientos vividos por ellos.

Tal vez el diálogo incorporaba el avistamiento y conversación de María con el Maestro. La duda que aún les movía. Opinaban que quizá María se había dejado influenciar por sus agudas emociones y, había creído haber visto a Jesús resucitado.

Por otro lado, este paralizante tiempo de ocio, holgaba para hablar de lo que había hecho Judas, y cómo les sorprendió enterarse de la traición de alguien que compartió muchas cosas con ellos, creyéndole más que un correligionario, un buen amigo.

En fin, los sentimientos colisionados eran muchos: Miedo, dudas, incredulidad, tristeza, decepción; mas no creo que hubiese esperanza en el futuro inmediato, de ningún modo.

Permítanme hacer un inserto aquí, y me pregunto ¿Cuántas veces, desde que empezó el rumor de real posibilidad de guerra nuclear, nos desesperamos encerrados en nuestras mentes y viviendas, y damos rienda suelta a los sentimientos de: miedo, dudas, incredulidad, tristeza, decepción con respecto al futuro que nos espera; en lugar de aprovechar esa energía negativa, darle la vuelta para convertirla en positiva, y de esta forma compartir actividades edificantes en familia, y qué más constructivo que recrearnos en la lectura de la Santa Escritura, estudio y devoción a nuestro Dios?

Pero Jesucristo, el Dios verdadero, se les metió en la habitación que estaba asegurada con una tranca, les saluda con su paz y, seguidamente les pregunta por qué estaban tan asustados.

Ellos pensaban que era una aparición fantasmal, de la cual se creía mucho dentro de la tradición judía.

Jesús, mira dentro de sus corazones y sus mentes y lo que halla es duda, confusión, miedo.

El maestro les invita a confirmar su presencia, tóquenme; allí debió estar Tomás «el discípulo que no creía», pero él no era el único, los otros tampoco terminaban de creer.

Y Jesús tuvo que ir más allá en la prueba de su completa y gloriosa resurrección, y así lo deja plasmado Lucas, con sus conocimientos de medicina forense; deja constancia testamentaria de que Jesucristo pidió comida y luego la comió con ellos.

Los discípulos habían quedado como testigos, tal como lo apreciamos de la lectura del libro de Hechos 3:15, cuando Pedro dijo: «Fue así como mataron al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos. De eso nosotros somos testigos»

En la sobremesa que hicieron, Jesús les dice que esto que ven es lo que él tanto les habló, que el Cristo tendría que morir en sacrificio para pagar por los pecados de todos, pero, que al tercer día resucitaría, y se anunciaría esto a todas las naciones, que en su nombre se arrepintieran y se volvieran a Dios, para el perdón de todos sus pecados.

Los discípulos ahora eran semejantes a él porque lo habían visto tal como él es; esto es, en toda su divinidad. Ahora bien, Juan en su Primera Epístola 3: 2 y 3, renueva en las generaciones futuras de creyentes esta afirmación «Pero sabemos que, cuando él se manifieste (en la vida de cada cristiano) lo veremos tal como él es» Y termina diciendo que «quien tiene esta esperanza en su manifestación se purifica, así como él es puro».

Oremos

Queridos hermanos, roguemos a Dios Padre en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, que creamos en la completa y satisfactoria resurrección de nuestro Salvador y que siempre podamos escuchar su voz decirnos ¡Recuerden esto, el Señor está contigo!

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!





 

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