Translate This Blog

Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel
Disponible en Amazon Kindle - Presiona sobre la imagen

Decimosexto Domingo Después de Pentecostés - ¡Que los bienes que me das no me alejen de ti, Señor!



28 de septiembre 2025

Decimosexto Domingo Después de Pentecostés 

Autor:  Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 146; Amós 6:1a, 4-7; 1 Timoteo 6:6-19; Lucas 16:19-31


Tema de hoy: ¡Que los bienes que me das no me alejen de ti, Señor!

 

El evangelio de hoy nos narra la única parábola que tiene nombres y, se ha discutido si es una parábola o una historia verdadera la que expone Jesús.


Bueno, primeramente en la parábola Dios no trata de penalizar al Rico por el solo hecho de serlo, ni de premiar con el cielo a Lázaro por ser pobre (muchos de quienes se han hecho monjes mendicantes, tal vez siguen este ejemplo de Lazaro como una forma de vida a imitar, en la creencia de que esta obra les llevará al cielo, hecho que está muy lejos de la realidad).


Se trata de la inversión de las riquezas en los asuntos del Reino de Dios y, que el disfrute de los recursos que nos da Dios, no nos distraigan de su camino.


Mientras el rico vivía, nunca tuvo compasión del hombre que se recostaba a la puerta de la entrada de su casa, y era tanto su desdicha que no podía espantar a los perros que llegaban a lamer sus heridas.

Jesús da por entendido que el mendigo no tenía la vida de derroche socio económico que exhibía el hombre rico y, este era el motivo que le mantenía rogando a Dios por su vida.


Así las cosas, el salmo de hoy nos invita a poner la confianza solamente en el Señor porque los poderes de este mundo no pueden salvar.


El pasaje del antiguo testamento nos enseña que los ricos se dedicaban al disfrute máximo de sus riquezas, mientras el país caía en una profunda crisis, tal como lo vemos hoy en día en los países en los cuales sus gobernantes corruptos, roban el erario público y crean la escasez y miseria en la población que los eligió.


En la epístola, Pablo coincide con las anteriores lecturas y le dice a Timoteo: quienes se enriquecen caen en la «trampa» de la tentación y muchos codician cosas necias y dañinas que llevan al ser humano a la destrucción y perdición eternas.


Al final el rico muere y va al lugar de tormento y ve a la lejos a Lázaro con Abrahán, le pide que mande a Lázaro que le calme la sed mojando la punta de su dedo; pero Abrahán le dice que eso no puede ser porque hay un abismo muy grande entre ambos.


Luego el hombre rico pide que envíe a Lazaro a advertirle a su familia para que no terminen como él, Abrahán le dice que hay tienen a Moisés y a los profetas para escuchar y seguir sus enseñanzas.


El hombre rico insiste que si alguien de entre los muertos se les aparece, ellos se arrepentirán. Y Abrahán le replicó si no escuchan a Moisés y a los profetas, mucho menos harán caso a alguien que se levante de los muertos.


Hermanos, la única oportunidad para creer y ser salvos es en vida. Las apariciones y demás hechos paranormales o extraordinarios que nos sucedan en la vida, no nos llevarán a la fe porque no son medios por los cuales Dios obra la fe en los corazones de los hombres.


Y por último, ¿cuántas personas que se le predica que Jesús se levantó de los muertos llegan a creer y se arrepienten? Muy pocas. Y siendo el creer en este Jesús levantado de los muertos la única manera de ser salvos por fe.


Oremos:

Excelentísimo Dios, que los bienes que pones a nuestra disposición de tu infinita misericordia, sean para acordarnos de los desposeídos de este mundo, para tu infinita gloria.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario