02 de mayo de 2021
Quinto Domingo de Pascua.
Pastor: Miguel Moreno
Lecturas: Salmo 22: 25-31; Hechos 8: 26-40; 1 Juan 4: 7-21; Juan
15: 1-8
Tema de hoy: ¡Una Conexión que da
Maravillosos Dividendos!
Nuestra predicación está basada en la lectura del
evangelio para el día de hoy, Quinto Domingo de Pascua, y la misma se encuentra
en el evangelio según Juan 15: 1-8
Al buscar el verbo “conectar” en el Diccionario de la
Real Academia Española, nos aparece como primer significado: Unir o poner en
comunicación dos cosas o dos personas, o una con otra.
En esta vida, muchas veces oímos que tal o cual persona
está bien conectada o goza de buenas conexiones, lo que da la idea de que esa
persona cuenta con amistades y relacionados que tienen cierta influencia en los
diferentes campos del acontecer social.
Así las cosa, esos sujetos consideran de gran
confiabilidad sus vínculos con esas “amistades” y “relaciones”; pero su
fidelidad llega hasta el primer desacuerdo, contraposición de intereses, así
como, la menor suspicacia sobrevenida, lo cual hace esfumarse todo el encanto
que la conexión mostraba.
En la lectura para el día de hoy Jesús nos habla, “yo soy la vid verdadera”; la vid es una planta vivaz y trepadora, ésta crece y se mueve rápidamente hacia su próximo objetivo, para abrazarlo fuertemente con un nudo que suelen hacer, y de esta manera seguir trepando, sin que uno apenas lo note.
Jesús, volviendo a hacer un símil, entendible de acuerdo a la economía cotidiana de sus discípulos a quienes habla. Manifiesta que su Padre es quien cultiva la vid.
Quien se encarga de cultivar esta planta, tiene
que estar pendiente de vigilar hacia dónde se extienden sus ramificaciones, de
tal forma que no le haga daño a ésta misma y sea a su vez productiva.
Dios Padre, está pendiente de limpiar sus hojas y verificar
que sus ramas den uvas y volver a podarlas o de lo contrario las corta.
Les dice que ellos están limpios por las palabras que les
ha dicho. Se muestra el poder e influjo renovador que tiene la santa palabra de
Dios en el alma de quien la escucha.
Jesús nos invita a seguir unidos a él, así como él
continúa unido a nosotros. Esto nos muestra la idea de que él nunca nos
abandona, como si lo hacemos nosotros a lo largo de nuestra vida. Él siempre va
estar ahí, esperando por nosotros.
Luego Jesús les enseña algo que van necesitar recordar
para cumplir con la gran comisión. Cuando vayan a comunicar el evangelio a
todas las naciones, ustedes como ramas que son, necesitarán permanecer unidos a
la vid, porque de lo contrario no darán fruto.
Si permanecen unidos a mí, darán mucho fruto; mas sin mi, jamás podrán hacer algo bueno o provechoso a los ojos de Dios Padre.
El Maestro les habla palabras escatológicas, apocalípticas,
del fin de los tiempos, del juicio final; les dice que el que no permanece
unido a él, será lanzado al fuego eterno, esto es, el infierno, el lugar de
tormento
Nos despide con una promesa, que, si permanecemos unidos
a él y sus enseñanzas, se nos concederá cualquier petición acorde con la
voluntad del Padre.
Concluye que la grandeza y presencia de su Padre se manifiesta
cuando abundamos en fruto y llegamos a ser sus estudiantes fieles de Jesús.
Hermano, roguemos a Dios Padre nos conceda, tener como maravillosa conexión a Cristo y, con su ayuda podamos llevar muchos frutos para que la Gloria
del dios se refleje en nosotros.
Amén. Dios los bendiga, y
recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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