31 de octubre 2021
Vigesimotercer Domingo Después de
Pentecostés.
Pastor: Miguel
Moreno
Lecturas:
No Quiero Volver a Ser Esclavo
Salmo 146; Rut
1: 1-18; Hebreos 9: 11-14; San Marcos 12: 28-34
Tema de hoy:
Nuestra reflexión para el día de hoy Vigesimotercer
Domingo Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se
encuentra en: San Marcos 12:
28-34 y sobre
el mismo podemos reflexionar lo siguiente:
Jesús
viene de responder magistralmente y con la autoridad que le caracteriza, una pregunta
bastante aguda, capciosa y malintencionada acerca de la resurrección; pero les
había hecho entender claramente que, muchas veces los pensamientos del hombre
no se pueden equiparar a los de Dios, sin que caigamos tristemente en error
grave.
Luego
aparece un maestro de la ley; sí, la misma ley que Dios por medio de Moisés
había confiado a estos líderes para que la estudiaran, guardaran y enseñaran al
pueblo de Israel.
Este
maestro de la ley se había acercado a Jesús porque había visto que, éste había
respondido excelentemente y con autoridad de lo que hablaba; siendo este elemento
de la «autoridad» razón y motivo enconado de celos y envidia por parte de los
seudo lideres religiosos.
El
líder le pregunta a Jesús: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?
Y
aquí nos detenemos un segundo y pensamos: «¿el líder religioso no sabía la
respuesta a esto?».
Y
la respuesta es un mayúsculo sí; claro que la conocía. El líder solamente está buscando
la confirmación de que Jesús era el mesías esperado.
Y ¿qué
responde Jesús?: «Oye Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al
Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con
todas tus fuerzas».
Y luego
digo que, Jesús, quien es Dios omnisciente y sabe lo que está pensando y
esperando el líder, dice par sí mismo: «te voy a dar más conocimiento de lo que
estás esperando, para que termines de convencerte que soy el mesías enviado por
Dios Padre»; luego de lo cual le manifiesta: Y el segundo (mandamiento) es:
«Ama a tu prójimo como a ti mismo» Ningún mandamiento es más importante que éstos.
El
líder responde en pocas palabras: es verdad lo que usted dice: valen más amar a
Dios con todas nuestras fuerzas y a nuestro prójimo como a uno mismo que todos
los holocaustos y sacrificios que se queman en el altar.
Jesús
vio que el hombre hablaba con buen sentido porque tenía fe; inmediatamente le
dice: «No estás lejos del reino de Dios».
Entonces
podemos concluir que: es verdad lo que dice Jesús: valen más amar a Dios con
todas nuestras fuerzas y a nuestro prójimo como a uno mismo que, estar uno como
Pastor o líder de una iglesia sometiendo a la gente con cualquier cantidad de
mandatos, que no han sido ordenados por Dios y que no llevan a nada; sino a la
frustración en los adultos y el desamor por las actividades cristianas en los
jóvenes.
Y
entonces me pregunto: ¿Hasta cuando el ser humano va a continuar con la erráticas
practicas de imponer la ley, sobre las personas que llegan a las puertas de las
iglesias motivados por la fe que obra el Espíritu Santo en ellos?
Señor
Pastor o líder religioso que lees, esa alma no te pertenece sino a Dios; ese
ser humano viene de estar esclavizado por el pecado, así que, no lo esclavices
más, ya basta por favor.
Señore
seudo Pastores que leen esta pequeña reflexión: la biblia es para leerla toda y
no solamente los pasajes que te interesen para ejercer tu dominio estéril sobre
tu prójimo. Si leemos el libro de Gálatas Capítulo 5, Versículo 4 dice:
«Ustedes, los que buscan quedar libres de culpa cumpliendo la ley, se han
apartado de Cristo; se han separado del amor de Dios».
De
lo anteriormente evidenciado, señores seudo Pastores, los invito muy
humildemente a volver a Cristo y al amor de Dios.
Oremos:
Amantísimo
Padre celestial, solamente te pedimos, que aquellos seudo Pastores que negocian
con la aplicación férrea de la ley al prójimo olvidando el evangelio y la
gracia de Dios; vuelvan algún día a tus pies y con corazones fieles te puedan
servir, así como, nosotros te servimos hoy.
Amén.
Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario