12 de diciembre 2021
Tercer Domingo De Adviento.
Pastor: Miguel
Moreno
Lecturas:
Sofonías
3: 14-20; Isaías 12: 2-6; Filipenses 4:
4-7; Lucas 3: 7-18
Tema de hoy:
Nuestra reflexión para el día de hoy Tercer
Domingo De Adviento, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra en: Lucas
3: 7-18 y sobre
el mismo podemos reflexionar lo siguiente:
Como pudimos apreciar el pasado domingo, Juan
el Bautista era un hombre que predicaba tanto la ley como el evangelio.
Juan no se andaba con disimulos ni medias tintas, era
un predicador agresivo e inmisericorde, no se andaba con cuentos ni disimulos;
hoy en día se diría que Juan no tenía filtro alguno, ya que profería
directamente a sus oyentes de toda clase de calificativos graves como: “Raza de
Víboras y les aseguraba que serían merecedores del castigo que estaba por
llegar; para Juan no bastaba con volverse al Señor, sino que, también la
persona debía dar muestras evidentes de su arrepentimiento.
La raza de víbora era una alusión directa a la casta
pecadora que los lideres religiosos habían formado a través de los años, el
mensaje encubierto era que, si ustedes son hijos de Abraham entonces no tienen
nada de qué preocuparse porque automáticamente Dios les salva, lo que resultaba
en la perdición de esas almas.
Hermanos, en nuestra vida diaria ¿todavía pensamos que
tenemos ya ganados el perdón de pecados y la salvación eterna, solo porque la
cultura religiosa en la que nos hemos criado así lo dicta y lo predica?
¿Conocemos y participamos de prácticas y tradiciones que
utilizamos como un saludo a la bandera y, que nos hacen creer que somos
merecedores de la vida eterna junto a nuestro Señor Jesucristo?
¡Deberíamos reflexionar muy seriamente sobre esto!
Juan les estaba enseñando cómo escapar de la ira
venidera, debían dar frutos producto del arrepentimiento genuino.
La multitud se vio obligada a preguntarse: ¿cómo mostrar
los frutos del arrepentimiento sincero?
La respuesta de Juan no se hizo esperar: ¡Compartan
vestidos y alimentos con aquellos que no tienen, sí, con los menos favorecidos
de la sociedad en la que vivan!
A los recaudadores de impuestos les dijo: ¡Sean justos
al cobrar los impuestos, no exijan más de lo debido, no abusen de su autoridad,
cargo o jerarquías que ostentan!
Al ser consultado por unos soldados acerca de cuál
debería ser su forma de mostrar arrepentimiento, Juan les respondió: ¡No
despojen a nadie de sus pertenecías y tampoco inventen delitos para extorsionar
al inocente, vivan con humildad de la paga que reciben!
Hermanos, a este punto podemos preguntarnos: ¿Con
quién comparto mi ropa y mis alimentos como muestra de mi nueva vida de fe?
¿Cobro lo justo como comerciante o prestador de cualquier tipo servicios? Por
ejemplo: Si casi no asisto al trabajo o el tiempo que voy lo que hago es
holgazanear, entonces me debo preguntar si es justo lo que estoy recibiendo
como pago o si más bien estoy robando a mi jefe o patrono.
Y si aprovecho mi autoridad policial para someter al
inocente con calumnias o si, por ejemplo: soy profesor y exijo dinero a mis
estudiantes con el fin de hacerles “pasar” mi materia, debería preguntarme:
¿Estoy dando buenas señales de mi cambio de vida en el Señor Jesús?
¿Juan era el mesías? En la narración
que nos trae Lucas, deducimos que, como Juan el Bautista estaba llamando
poderosamente la atención de los líderes judíos, estos últimos, debían
investigar ya que ellos se oponían a cualquier manifestación relacionada con
Jesús.
La multitud estaba a la expectativa y se preguntaban
que si tal vez Juan sería el mesías prometido a lo largo del antiguo testamento.
Desde luego que ellos sabían que él era Juan, el hijo del Sacerdote Zacarias;
detrás de la pregunta que se hacía la gente lo que en realidad se ocultaba era:
¿por qué estás predicando y bautizando en el desierto, ¿qué significa todo
esto? ¡Para nosotros esto es algo novedoso, te suplicamos nos diga de qué se
trata!
Juan sabe de las intenciones profundas de
su pregunta, él no se vanaglorió, ni perdió el tiempo hablando de sí mismo; el
sigue el hilo de la conversación y manifiesta —Yo, en verdad, los bautizo con
agua; pero viene uno que los bautizará con el Espíritu Santo
Él es más poderoso que yo, a quien no soy
digno de desatarle las correas de sus sandalias.
Juan es el gran presentador de Jesucristo;
como enseñanza Juan nos muestra la forma correcta de presentar a Jesús a
nuestro prójimo; Juan se humilla, y con esa humildad nos muestra con sencillez
la gloria de Dios presente en su Hijo Jesús. Así mismo debemos hacer nosotros,
no es necesario el decir o presentar "Ésta es mi iglesia" o
"Esta es nuestra doctrina" sólo digamos y señalemos a Jesús y su obra
salvadora.
Por último, en el relato para hoy en el
versículo 17, Lucas nos muestra el carácter de Juez de nuestro Señor Jesús al decirnos
que, trae su aventador para separar el trigo de la paja; los malos de los
buenos, el granero, es decir el cielo, será destinado para los que han creído
en él y la paja que son quienes rehusaron aceptarle en su corazón, serán
quemados en el infierno donde el fuego nunca se apaga.
Pidamos a Dios que nos de corazones
humildes y de esta manera poder mostrar a otros la grandeza de Nuestro Señor
Jesucristo.
Hermanos y hermanas, reflexiones en esto para este tiempo de Adviento y de esta manera podremos seguir fortaleciendo muestra comunión con Dios.
Oremos:
Amantísimo
Padre celestial, te suplicamos de todo corazón, que la venida de tu Hijo amado
nos haga dar frutos maravillosos, hermosos y deliciosos del arrepentimiento y nuestro
nuevo vivir en la fe.
Amén.
Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!
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