13 de marzo 2022
Pastor: Miguel
Ángel Moreno Villarroel
Lecturas:
Salmo 27; Génesis 15:1-12, 17-18; Filipenses 3:17—4:1;
Lucas 13:31-35
Tema de hoy: Nuestro
Señor Llora por Nosotros Desde El Corazón.
Nuestra reflexión para el día de hoy Segundo Domingo
De Cuaresma, tiene como basamento central el pasaje del evangelio que se encuentra
en: Lucas 13:31-35 y sobre el mismo podemos reflexionar
lo siguiente:
Este pasaje del evangelista Lucas viene
inmediatamente de mostrar a Nuestro Señor Jesucristo predicar ley cuando habla
de que «procuremos entrar por la puerta angosta», en Mateo 7: 13-14 el
evangelista nos muestra en forma más amplia esta declaración de Jesús: «Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a
la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta
y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los
encuentran». Esta recomendación de Jesús provoca el desespero en muchos
corazones ya que el ser humano está dado a la idea de hacer algo para obtener
algo.
Hermanos, ¿hemos vivido engañados acerca de cómo
se obtiene la salvación de nuestras almas? ¿Hemos pensado que la salvación se
logra por nuestros propios méritos y esfuerzos?
En nuestro caso, si somos cristianos verdaderamente
«evangélicos» debemos entender que «el camino que lleva a la vida» es única y
exclusivamente Nuestro Señor Jesucristo y la salvación se logra solamente por
fe.
Y luego Nuestro Señor habla acerca del fin de
los tiempos y muestra imágenes escatológicas muy claras que, ya entrando en la reflexión propiamente dicha del pasaje asignado para hoy, vemos que ofendieron a los
líderes de los fariseos y lo conminan a irse, diciéndole que Herodes quiere
darle muerte.
Entre creer que le dijeron esto para presionarlo
a ir hasta Jerusalén y precipitar su muerte o pensar que algunos de los oyentes
de sus predicas eran fariseos que veían con agrado el mensaje de vida eterna y,
por esa razón no querían que Jesús siguiera la suerte de Juan el Bautista y
morir por las manos impías de Herodes, quiero optar por esta última versión.
Sí, estos fariseos además de tener amplios conocimientos de las Escrituras, en
donde se retrataba claramente que el mesías esperado conducía innegablemente
hacia la persona de Jesús de Nazaret, también habían aceptado las buenas nuevas
en sus corazones.
Hermanos, ¿hemos estudiado la biblia de tal
forma que estamos convencidos hoy en día que, todas las señales contenidas en
ella conducen a creer con la convicción que da el Espíritu Santo, que Jesús es
el mesías, el cristo anunciado a través de todos los tiempos?
Cualquiera que fuese la motivación de la petición
de los fariseos, Jesús no les hizo caso alguno, sino que, por el contrario, les
encomendó un recado para Herodes: —Vayan y díganle a ese zorro…y continúa como dando
a entender, en otras palabras, que yo hago la voluntad de mi padre, tengo primero,
como objetivo inquebrantable expulsar demonios y sanar a los enfermos.
Hermanos, ¿aún en nuestra época, consideramos que
las prioridades de Jesús son expulsar demonios de: envidia, rencor, depresión,
tendencias suicidas, asesinatos fútiles, pedofilia, trata de blancas, drogadicción
etc? O ¿lo consideramos como asuntos no vinculados con la predicación de la fe
en Jesucristo y la obra salvadora de Nuestro Señor?
Hermanos, ¿aún en el tiempo que vivimos
creemos que el poder de Nuestro Dios está presto a sanarnos tanto física,
mental y espiritualmente? O ¿Es algo que lo vemos con indiferencia, es decir
algo que decimos de la boca hacia afuera y sin importancia alguna para nuestra
realidad vivencial?
La palabra «zorro» era muy popular y la
usaban los rabinos en ese tiempo como un adjetivo calificativo que, traducía la
idea de una persona que usualmente tenía un comportamiento astuto y sagaz.
Como cristianos acuciosos de la Palabra de Dios
la frase «y pasado mañana termino», en otras versiones «y al tercer día termino»,
debemos entenderla que Jesús hace referencia a la resurrección que iba a
experimentar al tercer día.
En el versículo 33
podemos leer que Jesús habla acerca de la imposibilidad de que un profeta muera
fuera de Jerusalén y su propias palabras se iban a cumplir.
Algunos estudiosos
manifiestan que es un hecho lamentable y triste al mismo tiempo, que Jesús terminara
muriendo en Jerusalén.
Y, observamos en
el versículo 34 como Jesús les dice tiernamente desde el corazón, que él deseaba
agrupar a los pobladores de la ciudad sagrada bajo su cuidado protector; mas
hablándole directamente les dice: «pero no quisiste».
Hermanos, ¿hemos
escuchado en nuestros corazones el deseo de Jesús de querer protegernos
tiernamente con su amor? ¿Le hemos hecho caso? O ¿lo hemos ignorado?
Ahora bien, el «hogar»
que menciona Jesús diciendo que va a quedar abandonado se puede referir a la debacle
espiritual del templo y de su adoración, otros piensan que quizá se trate de la
profecía sobre la inminente destrucción de la ciudad santa por el ejército
romano.
Para finalizar el
pasaje, Jesús pronuncia palabras que se encuentran contenidas en el Salmo 118:26;
estas palabras eran usadas por los judíos como elemento de su liturgia en los días
festivos.
Los seguidores de
Jesús vociferaron estas mismas palabras cuando Jesús entró a la ciudad de
Jerusalén como el humilde Rey en el actualmente celebrado «Domingo de Ramos»
Lucas capítulo 19 versículo 38.
Estas palabras
también tienen su significado y relación con la segunda venida de Nuestro Señor
Jesucristo, cuando todo hombre reconocerá a Jesús como el único que viene en el
nombre del Señor; pero ahora no como Salvador sino como Juez supremo.
Hermanos, ¿le
hemos dicho a Nuestro Señor Jesucristo, «bendito el que viene en el nombre del Señor?
O ¿mantenemos nuestras vidas cerradas a le la bienvenida a Nuestro Dios?
Oremos
Hermanos, oremos a Nuestro Dios, nos dé el
entendimiento y la fe necesarias para darle la bienvenida a aquel que dio su
vida por nosotros, y de esta manera nosotros podamos vivir en él y por él
Amén. Dios los bendiga y recuerden Sólo
Dios Salva.
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