Revised Common Lectionary - Daily Readings

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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Séptimo Domingo de Pascua - Jesús ora por nosotros

 

29 de mayo 2022

Séptimo Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 97; Hechos 16:16-34; Apocalipsis 22:12-14, 16-17, 20-21; Juan 17:20-26

Tema de hoy: Jesús ora por nosotros

Nuestra reflexión para el día de hoy Séptimo Domingo de Pascua, está basada en el pasaje del evangelio que acabamos de leer en Juan Capítulo 17 Versículos desde el 20 hasta el 26.

*20.- «No te ruego solamente por éstos, sino también por los que después han de creer en mí al oír el mensaje de ellos».

Así inicia el pasaje bíblico para el día de hoy; quien habla es Jesús y ya tiene rato que mirando al cielo empezó a orar al Padre en lo que hoy en día se conoce con el nombre de «La oración sumo sacerdotal» y en los primeros diecinueve versículos intercede ante su Padre por los discípulos que están con él y le escuchan con atención; mas en el verso veinte cambia su conversación con su padre y ruega por nosotros, sí, por ti y por mí, quienes vivimos en este tiempo actual; ¡qué cosa tan maravillosa saber que Nuestro Señor Jesucristo intercedió ante su Padre y aún hoy sigue haciéndolo por nosotros!

Hermanos, ¿estamos conscientes de esa realidad, es decir, de lo mucho que le importamos a Nuestro Señor Jesucristo, de lo apreciada que es nuestra alma para él?

*21.- «Te pido que todos ellos sean una sola cosa en unión con nosotros…para que el mundo crea que tú me enviaste»

Jesús ruega al Padre que nosotros, quienes hemos creído en él; esto es: que él es verdadero Dios; el Mesías prometido para salvar a su pueblo y que, solo por fe en su obra salvífica llegamos a ser salvos; vivamos en armoniosa comunión y, esto sirva de testimonio inobjetable de que fue el Padre quien le envió a realizar el milagro más grande jamás visto por la humanidad, el milagro de la Cruz.

De esta parecida manera continúa hablando Jesús con Nuestro padre celestial en los siguientes versículos.

Jesús se complace en decir que, quiere que todos nosotros estemos junto a él en la gloria eterna y que podamos apreciar esa misma gloria la cual le fue dada por amor desde la fundación del mundo.

Hermanos, ¿tenemos esa disposición del espíritu de vivir en unión, armonía y paz unos con otros, así como, todos con la Santa Trinidad? ¿Somos dignos y fieles testimonios vivientes de que el Padre en su indiscutible y soberana voluntad, envió a su Hijo a cumplir su plan eterno de salvación por nosotros?

*25.- «Oh Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y estos también saben que tú me enviaste»

Nuestro Señor Jesucristo exclama al Padre diciéndole que, quienes no han creído en él, no pueden conocer al Padre; pero que él, Jesús, sí le conoce y, que nosotros sabemos por fe que el Padre envió a Nuestro Salvador.

Hermanos, quien anda entretenido en el carnaval de la vida, no puede conocer a Dios Padre ni saber que éste envió a Jesucristo a cumplir con su plan de reconciliarnos consigo mismo. ¿Tenemos eso claro en nuestras mentes y corazones? O ¿Todavía tenemos dudas o confusión al respecto?

*26.- «Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos»

Ya para concluir el pasaje para el día de hoy, Jesús manifiesta abiertamente que él es quien nos da el conocimiento pleno acerca de quién es el Padre, y eso con el solo objeto de que el amor que el Padre tiene y siente por el Hijo se haga presente en todos nosotros y, él mismo, Jesús, viva en nosotros, en nuestras mentes y nuestros corazones.

Hermanos, ¿sabemos reconocer en dónde podemos obtener el conocimiento que Jesús nos tiene preparado acerca de Nuestro Padre celestial? Sí, en los evangelios, en donde Dios Hijo, Jesús, habla directamente sobre las buenas noticias de salvación para la humanidad.

Oremos:

Amantísimo Señor de Sabaot, síguenos guiando a tu Palabra Santa, para que de esta manera podamos vivir unidos como hermanos en Cristo, dar excelente testimonio de ti y adquirir el conocimiento que acerca de tu persona nos ofrece Jesucristo en los evangelios de salvación eterna.

Amén. Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!

 

 

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