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Revised Common Lectionary - Daily Readings

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Quinto Domingo Después de Pentecostés - Servidores Fieles de Dios

02 de julio de 2023

Quinto Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 89:1-4, 15-18; Jeremías 28:5-9; Romanos 6:12-23; Mateo 10:40-42

Tema de hoy: Servidores Fieles de Dios.

Estimados hermanos, hoy arribamos al Quinto Domingo Después de Pentecostés y nuestra reflexión para hoy, la basaremos en el evangelio de Mateo que hemos leído. Este es un pasaje rico en significado y nos da una visión clara de lo que significa ser un servidor fiel de Dios.

En este pasaje, Jesús está hablando con los apóstoles y les está dando instrucciones sobre la misión que les ha encomendado. Les dice que quien los recibe a ellos, recibe a él, y quien lo recibe a él, recibe a aquel que lo envió. Esto significa que aquellos que reciben y aceptan a los mensajeros de Dios, reciben al propio Dios.

Hermanos, como está el mundo de convulsionado y, cada quién busca sus propias satisfacciones personales, debemos tener mucho cuidado con estos mandamientos de nuestro Señor. Primero, debemos sopesar muy bien cuando conocemos a los mensajeros actuales de Dios. Probar su rectitud, su probidad, moralidad, respeto por los asuntos divinos y temor a Dios. Luego que eso haya tenido lugar, sí podemos obedecer a Jesús, ayudando a estos hombres de Dios en su evangelización y demás tareas de llevar la Palabra de Dios.

Hermanos, ¿hemos conocido personas que se esconden cuando ven a un grupo de cristianos que están cumpliendo con la gran comisión? ¿Personas que se molestan si les envías un mensaje cristiano a su teléfono celular? En un mundo lleno de escepticismo, es importante que recordemos esto. Cuando nos acercamos a alguien con las buenas nuevas del Evangelio, es fácil sentir que no nos están escuchando o que no nos están tomando en serio o como si fuéramos unos fenómenos por decir lo menos. Sin embargo, Jesús nos recuerda que, aunque puede que nuestras palabras no sean escuchadas, Dios siempre está presente en todo aquello que hacemos en su nombre.

Hermanos, debemos estar muy claros que la salvación no es por obras, sino que es solo por fe y, esta la crea solamente el Espíritu Santo en nosotros «No es por obras, para que nadie se gloríe» dice la biblia. Jesús continúa diciendo que aquellos que les reciben a ellos, también recibirán una recompensa. Esta recompensa no es sólo material, sino que es espiritual. El amor y la generosidad que demostramos a aquellos que se acercan a nosotros en busca de consuelo y apoyo, no pasan desapercibidos a los ojos de Dios. La recompensa se manifiesta en paz, misericordia, abundancia de amor hacia el prójimo. Así que, nunca dejemos de hacer el bien que nos corresponde como discípulos de Jesús.


Esta es una de las enseñanzas más importantes del cristianismo: el amor y la compasión que demostramos hacia los demás, y la manera en que acogemos a aquellos que lo necesitan, es algo que no sólo honra a Dios, sino que también es recompensado; y, esta recompensa de parte de Dios, de ninguna manera trata sobre ganar el cielo, por medio de estas acciones. Además, todo acción fuera de la fe, es considerada inútil, sin valor ante los ojos de Dios.

Aunque la idea de ser recompensados por nuestras acciones no debería ser el principal motivo por el cual hacemos algo, sino la consecuencia directa de la fe que nos declara libre de pecados y, es esta fe la que nos ayuda a comprender la importancia de nuestras acciones. Cuando mostramos compasión hacia los demás, es como si estuviéramos mostrando compasión hacia Dios mismo. Es nuestra manera de demostrar gratitud y amor hacia aquel que nos dio todo y, principalmente la Salvación de nuestras almas.

En conclusión, esta enseñanza de Jesús nos recuerda la importancia de ser servidores fieles de Dios. Al acercarnos a los demás con amor y generosidad, estamos haciendo la obra de Dios producto de la fe en los méritos de Cristo. Y aunque puede que no seamos recompensados con riquezas materiales, nuestra recompensa espiritual será abundante. Sigamos siendo fieles siervos de Dios y acerquémonos a los demás con amor y compasión.

Oremos:

Oh Dios eterno, enséñanos a producir obras aceptables por medio de la fe en tu Hijo Jesucristo.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.

 

 

 

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