04 de junio de 2023
Primer Domingo Después de Pentecostés.
Pastor: Miguel Ángel Moreno
Villarroel
Lecturas: Salmo 8; Génesis 1:1–2:4a; 2 Corintios 13:11-13; Mateo
28:16-20
Tema de hoy: Una Comisión y Razón de
Vida muy Especial
Estimados hermanos, hoy arribamos al Primer Domingo
Después de Pentecostés y nuestra reflexión para hoy, la basaremos en el
evangelio de Mateo que hemos leído.
Según el Diccionario de
la Real Academia Española una comisión es: «Conjunto de personas
encargadas por la ley, o por una corporación o autoridad, de ejercer unas determinadas
competencias permanentes o entender en algún asunto específico».
Los once discípulos fueron a Galilea, los conocedores
creen que este evento tuvo lugar al final de los cuarentas días luego de la
resurrección del Señor Jesús. Cuando los discípulos lo vieron le adoraron, como
recordamos que lo hicieron los reyes magos. Debemos tener en cuenta que la
adoración que hacemos a Jesús, también la haremos en el cielo, tal como lo
muestra Juan en Apocalipsis Capítulo 5 Versículo 12: y
decían con fuerte voz: «¡El Cordero que fue sacrificado es digno de recibir el
poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, el honor, la gloria y la
alabanza!»
Luego se presenta una
disyuntiva, adoraron y algunos dudaron. ¿Qué puede significar esto? Podemos
pensar que ellos simplemente estaban confundidos y llenos de temor; tengamos
presente que ellos no sabían cuándo se les iba a aparecer de nuevo. Tampoco
sabían con certeza qué era lo que Jesús pretendía que ellos hicieran; de
hacerlos pescadores de hombres, nada más les había sugerido que hicieran, de
allí la gran respuesta de Jesús a sus preguntas e inquietudes es la gran
comisión; sí, de allí tal vez el deseo de Jesús de separarlos de la influencia
cotidiana de Jerusalén. Jesús también sabía que pronto ascendería al Padre y
debía aprovechar el tiempo que le restaba para explicarle con detalles lo que sería
su último encargo.
Esta gran comisión es un
mandato claro para llevar la palabra de Dios a todas las personas sobre este
planeta, sin importar, credo, raza, sexo, tendencia política etc.
La comisión, según vimos
en la definición del vocablo que nos da la Real Academia Española, debe ser
otorgada por un organismo o persona que detente autoridad, en nuestro caso
vemos que la autoridad del mandante es ilimitada, ya que nos encontramos ante
Dios mismo, quien es todopoderoso.
A quienes nos queremos
excusar, con el hecho de que no pertenecemos a ningún grupo de evangelismo
porque no tenemos tiempo entre semana, quiero decirles que se incumple con la
gran comisión mandada por Dios, cuando dejamos de asistir al servicio dominical
y, más si tenemos familia, porque el ejemplo que le damos a nuestros cónyuges e
hijos es, que de nada vale su propia evangelización, la cual comienza asistiendo
al templo de Dios, llevando a otros al culto divino en la medida de lo posible,
escuchando su palabra, participando de sus sacramentos y lo más importante,
recibiendo el perdón de pecados que todos necesitamos con la mayor frecuencia.
Hermano, ¿has descuidado
tu propia evangelización y la de tus propios familiares? Entonces, hermano, déjame
decirte que llevas una vida de pecado, sí, porque el vivir separado de Dios es
igual a pecado. Sabes que mereces la muerte eterna como destino una vez que
partas de esta vida terrenal o ¿es que piensas que nunca vas a morir y rendirle
cuentas a tu creador? Yo, siendo tú, estuviese bastante preocupado, ¿no lo crees?
Ahora bien, hermano, no
todo está perdido. Quiero decirte que Jesucristo murió por ti, para pagar por
todos tus pecados, ya no cierres más tu corazón al Espíritu Santo que te está
llamando. Él, creará la fe en ti, y, seguidamente podrás apoderarte de los méritos
de Cristo y todos tus pecados te serán perdonados, añadiendo una nueva vida de
abundancia, tanto para ti, como para tus seres queridos.
Oremos:
Eterno Dios, haznos entender el significado verdadero de la gran comisión que tu Hijo nos ha encomendado y, de esta manera disfrutar de una vida de abundancia en tu fe.
Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.
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