Revised Common Lectionary - Daily Readings

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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Tercer Domingo Después de Pentecostés - La Necesidad del Espíritu Santo

18 de junio de 2023

Tercer Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 100; Éxodo 19:2-8; Romanos 5:1-8; Mateo 9:35-10:8

Tema de hoy: La Necesidad del Espíritu Santo

Estimados hermanos, hoy arribamos al Tercer Domingo Después de Pentecostés y nuestra reflexión para hoy, la basaremos en el evangelio de Mateo que hemos leído.

Es maravilloso ver el trabajo que realizaba el Señor Jesucristo; lo que costaría trasladarse de una población a otra, predicando la fe acerca de la buena noticia de que el reino de Dios se había acercado. Jesús, no solo enseñaba al pueblo, sino que también les sanaba de todas sus dolencias y hasta resucitaba a las personas de entre los muertos, cuando su misericordia era desbordada por una fe genuina de alguien que creía en su poder de lograr estos milagros. La Palabra de Dios nos dice que nuestro Señor sentía mucha compasión de las personas, ya que sabía que estaban desesperados e indefensos. Por ello les dijo a sus estudiantes más cercanos, que la cosecha era abundante; mas los obreros eran escasos, y luego los invitó a orar, pidiendo a Dios, como dueño de aquella cosecha que enviara trabajadores en recogerla.

Hermanos, en este primer segmento Jesús nos enseña el ejemplo que debemos seguir de él en no escatimar nuestros recursos disponibles para llevar el mensaje de vida eterna a todos, y también procurar manifestar el amor que Dios nos ha dado, cooperando con quienes están necesitados de alimentos y salud, por decir lo menos. En estos tiempos de crisis mundial, cuando uno da unas vueltas por las calles, pueden observarse personas necesitadas, tanto de alimentos como de salud; muchas veces la falta de lo primero (alimentos) conlleva a lo otro (enfermedades). Si tenemos la posibilidad en nuestras manos y el Espíritu Santo que mora en nosotros nos lo indica, démosle, aunque sea un pedazo de pan y, al enfermo, si está en nuestras posibilidades visitémoslo.

Más adelante, leemos que Jesús le dio autoridad a sus discípulos para curar a los enfermos y echar fuera los espíritus impuros, y seguidamente el evangelista hace una nominación de los apóstoles de Jesús.

Muchas veces se discute, si esa autoridad era solamente para los apóstoles o si también es extensible a nosotros en la actualidad. Bien, la evidencia bíblica nos señala que, también nos arropa a todos quienes creemos desde el corazón y la mente en nuestro Señor Jesucristo.

Para finalizar nuestra reflexión leemos que Jesús envió a los doce apóstoles a predicara a los Israelitas, diciéndoles que el reino de Dios se había acercado.

Hermanos, pues claro que el reino de Dios se había acercado a la humanidad; él estaba hablando acerca de él mismo. Hoy en día el reino de Dios se acerca a nosotros en: el Bautismo, en la Santa Cena y por su Palabra santa.

Jesús luego de haberles dado autoridad, les dio como directrices que: sanaran a los enfermos, resucitaran a los muertos, y expulsaran a los demonios. Hermanos, ¿podemos también nosotros hacer todo esto? Pues, por supuesto que sí. Cuando oramos por los enfermos y proveemos recursos para su curación; cuando compartimos nuestra fe con otros y el Espíritu Santo obra la fe, hemos servido de vehículo para la resurrección de alguien que estaba muerto en sus pecados.

Para concluir nuestro pasaje bíblico, les recuerda y advierte que ellos habían recibido ese poder y dones gratis, que no cobraran tampoco por usarlo.

Hermanos, un alerta para los líderes «cristianos» que, tristemente han convertido a la iglesia del Señor Jesucristo, en una empresa con franquicias incluidas, para enriquecerse malamente. Los casos y ejemplos abundan; pero debemos estar confiados en que, los líderes de enseñanzas cristocéntricas y doctrinas saludables, son mayoría sobre este mundo tan necesitado de su Salvador.

Oremos:

Padre celestial, llénanos con tu Espíritu Santo para reconocer como tus apósteles, las oportunidades de servirte y servir al prójimo.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.