18 de julio 2021
Octavo Domingo Después de Pentecostés.
Pastor: Miguel Moreno
Lecturas: Salmo 23; Jeremías 23: 1-6;
Efesios 2: 11-22; Marcos 6: 30-34, 53-56
Tema de hoy: Jesús, Un Pastor Compasivo
Himnos: 321, 322, 324, 329, 339
Nuestra reflexión para el día de hoy Octavo Domingo
Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra
en: Marcos 6: 30-34, 53-56
“Después de esto, los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron
todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo:
—Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo.
Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para
comer. Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar
apartado. Pero muchos los vieron ir, y los reconocieron; entonces de todos
los pueblos corrieron allá, y llegaron antes que ellos. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y
sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y
comenzó a enseñarles muchas cosas.
Cruzaron el lago y llegaron
a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. Tan pronto como bajaron de la barca, la gente
reconoció a Jesús. Corrieron por
toda aquella región, y comenzaron a llevar en camillas a los enfermos a donde
oían decir que estaba Jesús. Y
dondequiera que él entraba, ya fuera en las aldeas, en los pueblos o en los
campos, ponían a los enfermos en las calles y le rogaban que los dejara tocar
siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos.”
Oración del día
Oh
Dios, poderoso y compasivo, pastoreas a tu pueblo, alimentándonos y
protegiéndonos fielmente. Sánanos a cada uno de nosotros y haznos un pueblo
completo, para que podamos encarnar la justicia y la paz de tu Hijo, Jesucristo,
nuestro Salvador y Señor.
Aclamación al Evangelio
Aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz. Yo las conozco y ellas me siguen. Aleluya. (Juan
10:27)
Sermón
Es de observar,
que estos pasajes bíblicos también fueron registrados por inspiración del
Espíritu Santo, en los evangelios de San mateo, San Lucas y San Juan, dándoles
fuerza y consistencia al relato del evangelista.
Si bien la misión de Juan El Bautista
había terminado, la de los Apóstoles apenas había empezado.
Ellos se reúnen alrededor de Jesús y le
cuentan todas las cosas, tanto lo que habían hecho como lo que habían enseñado.
Estos son misioneros que entregan cuenta
en forma seria a su Maestro o Líder. El trabajo realizado por ellos les debió producir
bastante cansancio ya que, Jesús les invita a ir a un lugar desierto para
descansar por un rato, porque eran muchos los que iban y venían y, ellos no habían
tenido un simple momento de ocio para siquiera comer algo.
Es de observar que Jesús sabe de la
importancia del descanso, y basado en su experiencia divina aplica lo
practicado en la culminación de la obra de su creación; Genesis 2: 2 “El séptimo día terminó Dios lo que había
hecho, y descansó.”
Jesús el Buen Pastor, lleva a sus ovejas
hacia verdes praderas y los hace descansar.
Hermanos, ¿tomamos tiempo de ocio para
descansar de nuestra obra diaria?
O talvez pensamos que somo de acero
inoxidablemente, y nunca vamos a sucumbir, como resultado de sobreexponernos a
la fatiga que trae la laboriosidad, cuando no damos espacio a cierto tiempo de
reposo.
Y el mejor tiempo de ocio empleado, es
cuando leemos la Palabra de Dios y nos sumergimos en oración ante Él. Así
ganamos en comunión verdadera con nuestro Padre, quien nos proporciona el descanso
perfecto.
La multitud los reconocía dondequiera
que fueran; no podían ocultarse de ellos.
El Buen Maestro vio a la multitud con un
corazón compasivo, porque parecían ovejas sin pastor.
Una oveja sin pastor, no tiene mucha
esperanza de vida en si misma, ya que son seres débiles, inocentes, crédulas y
confiadas de todo lo que le rodea.
Hermanos, ¿tenemos compasión cuando
vemos personas que no tienen un Dios verdadero en quien creer y confiar?
¿Hablamos del amor de Dios en la Cruz, o
nos quedamos callados?
Si tiene por costumbre guardar silencio
y no hacer nada, en alguna forma estás negando a Nuestro Señor Jesucristo y el
promete negarte el día del juicio final.
Finalmente, Jesús y sus discípulos arriban
a Genesaret, allí la gente lo reconoció. Le llevaban a los enfermos en camillas
y los colocaban en las calles, en la creencia de que, si sólo tocaban el borde
de su traje, quedarían sano y asimismo les fue hecho según su fe.
Las ovejas confían en su pastor, y éste
les cura con cuidadoso amor dando cumplimiento a la profecía de Ezequiel 34:16 “Buscaré a las ovejas perdidas, traeré a
las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las
débiles, y cuidaré a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido.”
Hermanos,
¿cuando estamos enfermo acudimos primero a nuestro Pastor en oración, o sólo
luego que hemos tratado todo lo demás sin resultado exitoso alguno?
Oremos: Dios Padre eterno, te suplicamos que siempre
acudamos primeramente a Nuestro Pastor Jesucristo, para encontrar guía,
dirección y sanidad de nuestros cuerpos y almas.
Amén. Dios los bendiga, y
recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!