25 de julio 2021
Noveno Domingo Después de Pentecostés.
Pastor: Miguel Moreno
Lecturas: Salmo 145: 10-18; 2 Reyes 4:
42-44; Efesios 3: 14-21; Juan 6: 1-21
Tema de hoy: ¡Alimentemos a Jesús!
Himnos: 02, 126, 301, 322, 660
Nuestra reflexión para el día de hoy Noveno Domingo
Después de Pentecostés, está basada en el pasaje del evangelio que se encuentra
en: San Juan 6: 1- 21
“Después de esto, Jesús se fue al otro lado
del Lago de Galilea, que es el mismo Lago de Tiberias. Mucha gente lo seguía,
porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos. Entonces
Jesús subió a un monte, y se sentó con sus discípulos. Ya estaba cerca la
Pascua, la fiesta de los judíos. Cuando Jesús miró y vio la mucha gente que lo
seguía, le dijo a Felipe:
—¿Dónde
vamos a comprar pan para toda esta gente?
Pero
lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que
había de hacer. Felipe le respondió:
—Ni
siquiera el salario de doscientos días bastaría para comprar el pan suficiente
para que cada uno recibiera un poco.
Entonces
Andrés, que era otro de sus discípulos y hermano de Simón Pedro, le dijo:
—Aquí
hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es esto
para tanta gente?
Jesús
respondió:
—Díganles
a todos que se sienten.
Había
mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. Jesús
tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió
entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo
lo que querían. Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos:
—Recojan
los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada.
Ellos
los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los
cinco panes de cebada. La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús,
decía:
—De
veras éste es el profeta que había de venir al mundo.
Pero
como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo
rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo.
Al
llegar la noche, los discípulos de Jesús bajaron al lago, subieron a una barca
y comenzaron a cruzar el lago para llegar a Cafarnaúm. Ya estaba completamente
oscuro, y Jesús no había regresado todavía. En esto, el lago se alborotó a
causa de un fuerte viento que se había levantado. Cuando ya habían avanzado
unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús, que se acercaba a la barca
caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. Él les dijo:
—¡Soy
yo, no tengan miedo!
Con
gusto lo recibieron en la barca, y en un momento llegaron a la tierra adonde
iban.”
Oración del día
Dios misericordioso, has puesto en el corazón de todos
tus hijos el anhelo de tu palabra y el hambre de tu verdad. Haz que sepamos que
tu Hijo es el verdadero pan del cielo y compartamos este pan con todo el mundo,
por Jesucristo, nuestro Salvador y Señor.
Aclamación al Evangelio
Aleluya. ¡Un gran profeta se ha levantado entre nosotros! ¡Dios nos ha
mirado favorablemente! Aleluya. (Lucas 7:16)
Sermón
Es interesante observar,
que estos pasajes bíblicos también fueron registrados por inspiración del
Espíritu Santo, en los evangelios de San mateo, San Marcos y San Lucas, otorgándole
a este pasaje fuerza histórica y consistencia al relato del evangelista.
San Juan coloca
este relato en medio del texto de los milagros, que va desde el capitulo 1
hasta el 12, pareciera que este capítulo 6, es la pieza central de las señales milagrosas
de Nuestro Señor Jesús.
Según el último
informe de la FAO (Food and Agriculture Organization, por sus siglas
en inglés; agencia
de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al
hambre), se calcula que unos 820 millones de
personas no tenían los alimentos necesarios para comer en el año 2018,
comparado con 811 millones el año 2017, la FAO considera que este es el tercer
año consecutivo en que esta cifra se incrementa.
Según datos de
la pagina web https://www.worldometers.info/
la población mundial alcanza el numero de 7.8 billones de personas, lo que nos
arroja que, el 10,29% por ciento de la población del planeta no tiene alimento
alguno que llevarse a la boca.
Jesús es
seguido por las multitudes ya que ellos habían visto los milagros que hacía, al
subir a un monte, se da cuenta de la cantidad de personas que le espera.
Seguidamente
Jesús pregunta a Felipe cómo haremos para conseguir alimentos para todos esos seguidores,
que estaban ahí porque tenían alguna necesidad espiritual o de sanidad.
Relata el
evangelista que Jesús estaba poniendo a prueba a Felipe, porque Jesús, el Hijo
de Dios, Dios mismo, tenia pleno conocimiento de lo que tenía que realizar para
dar de comer a los hambrientos.
Felipe responde
los recursos que tenemos son escasos, se necesitaría mucho dinero, y Andrés
interviene y como por decir algo, manifiesta que allí había un niño, con cinco
panes y dos pescados.
Talvez, ese
niño era un vendedor ambulante que aprovechaba estas grandes concentraciones de
personas, para vender algo de comida a quienes tuvieran hambre y pudieran pagarla,
y de esa forma colaboraba con el sustento de su hogar.
Jesús, no se frustra
ante la poca comida que tiene el niño, por el contrario, busca rápidamente dar
indicaciones que todos se sienten, como acto previo al disfrute de cualquier
banquete ofrecido por un Rey.
Toma los panes
y los pescados y dando gracias a Dios Padre, reparte tanta cantidad de comida
que todos quedaron saciados y aún sobraron pedazos.
Finalmente,
Jesús indica que se recogieran los pedazos sobrantes, para que no se
desperdiciara nada. Una muestra de la sensatez y mayordomía, que debemos practicar
en nuestras vidas con los buenos dones que vienen de Dios.
¿Estamos concientes que la tierra sufre por la caída en pecado de los primeros padres Adán y Eva, en el Jardin del Edén?
Hermanos, ¿Nos
preocupamos por los hambrientos que viven cerca en nuestras comunidades?
¿Como Iglesia,
destinamos de las ofrendas, un apartado para llevarles el sustento diario a
esos hermanos sin alimentos?
¿Participamos
de los programas mundiales para erradicar el hambre sobre el planeta?
Cuando ves un
anuncio en las redes sociales, de instituciones solicitando donativos para
luchar contra el hambre de tantos prójimos ¿donas? ¿Somos tan egoístas o pobres
que nos resulta demasiado dinero donar un dólar americano a esa causa?
¿Estas cumpliendo por fe y amor lo que dice Jesús en Mateo
25:35? “Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer…”
Cuando das de comer a un hambriento, le estas dando de
comer a Jesús, el Dios verdadero, a quien dices seguir y amar de todo corazón.
En la palabra “Ustedes” ¿crees con sinceridad que te
puedes incluir o estas fuera?
Hermano, no te quedes afuera, porque ya sabemos lo que
pasará con ellos en el día final.
Oremos: Dios Padre eterno, te rogamos pongas en nuestros corazones una fe
viva y una compasión que actúa, para que de esta manera podamos alimentar a
Jesús por medio de los hambrientos de este mundo.
Amén.
Dios los bendiga, y recuerden. ¡¡Sólo Dios Salva!!