Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Revised Common Lectionary - Daily Readings

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Quinto Domingo de Cuaresma - Un Cristo para todas las naciones

17 de marzo de 2024

Quinto Domingo de Cuaresma. 

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 51:1-12; Jeremías 31:31-34; Hebreos 5:5-10; Juan 12:20-33

Tema de hoy: Un Cristo para todas las naciones

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de hoy, Quinto Domingo de Cuaresma, y la misma se encuentra en el evangelio según Juan 12: 20-33.

Hoy en día, vivimos en un mundo que solemos llamar «globalizado», esto significa que los diferentes agentes o entidades sobre el planeta pueden hacer negocios en segundos e intercambiar sus bienes tan pronto como sea la velocidad del medio de transporte. 

Hay casos en los cuales surge un bien que siendo gratuito, produce bienestar a toda la población mundial. Así tenemos como ejemplos: los softwares informáticos de libre uso que tanto beneficios producen, en comunidades que no tienen los recursos para pagarlos y, el más reciente fue lo que vivimos con la vacuna para luchar contra el COVID19, que fue distribuida y aplicada gratuitamente sobre los habitantes del planeta tierra que quisieran aceptarla.

Así mismo, Jesucristo había venido para beneficiar a todo el mundo, esto es, para todas las naciones históricamente conocidas hasta entonces y, las que se descubrieran después.

Allí se encontraban algunos griegos que se confundían entre la masa de gente presente en la celebración festiva. Grecia era el centro del conocimiento filosófico del mundo para ese entonces, y por mucho tiempo lo sería. Si usted quería adquirir sabiduría, tenía que ir a Grecia.

Esos griegos, formaban parte de la representación de los gentiles que también les correspondía adorar a Jesucristo y fiarse de él para su salvación, ya el Mesías y la salvación eterna de las almas, no era solo para los judios. Ya no buscarían la sabiduría que proviene del hombre sino del mismo Dios.

Así también, ese episodio es una muestra del cumplimiento de la profecía en Isaías 60: 3 «Las naciones vendrán hacia tu luz, los reyes vendrán hacia el resplandor de tu amanecer».

Llama la atención la frase «queremos ver a Jesús»; el cristiano verdadero ha querido siempre ver a Jesús, es por esto que, se ocupa en estudiar su Palabra con la regularidad correspondiente y con una devoción fiel, que colme su alma de esperanza sólida en su salvación.

Hermanos, ¿queremos ver a Jesús en nuestras vidas? ¿Qué estamos haciendo para verlo?

Nuestro reflexión continúa de la manera siguiente:

Para el lector reflexivo, ya es familiar el anuncio de la muerte del Señor; mas en esta oportunidad, Jesús reconoce que ha venido a darse en sacrificio no sólo por los judíos, sino por toda la humanidad.

De ese análisis podemos deducir que, los griegos se volvieron a su tierra confiados en que la salvación en Cristo también era para ellos.

Cuando Jesús fue crucificado, se escribió un letrero sobre la cruz en los principales idiomas internacionales para ese momento.

Así leemos en Juan 19:19-20 «Pilato escribió un letrero que decía:   “Jesús de Nazaret, Rey de los judíos”, y lo mandó poner sobre la cruz. Muchos judíos leyeron aquel letrero, porque el lugar donde crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad, y el letrero estaba escrito en hebreo, latín y griego».

Jesús no solamente estaba dando a entender la forma en que iba a cumplir su sacrificio por nosotros, el letrero trilingüe, no solo estaba diciendo al mundo lo importante del evento de esa crucifixión, sino también que el mundo entero representado para ese entonces, en los pueblos que hablaban dichas lenguas, acudirían a él para la necesaria salvación de sus almas, porque había llegado un Cristo para todas las naciones

Oremos:

Hermanos, oremos a Dios el Espíritu Santo, para que cada día sostenga y aumente nuestra fe, y que reconozcamos que la salvación en Jesús vino para nosotros; pero también para nuestro prójimo en cualquier lugar del planeta en que se encuentre.

Amén. Dios los bendiga. Y recuerden: ¡Solo Dios Salva! 

Cuarto Domingo de Cuaresma - Un Plan perfecto de amor y salvación

Cuarto Domingo de Cuaresma. 

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 107:1-3, 17-22; Números 21:4-9; Efesios 2:1-10; Juan 3:14-21

Tema de hoy: Un Plan perfecto de amor y salvación 

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio para el día de hoy, Cuarto Domingo de Cuaresma, y la misma se encuentra en el evangelio según Juan 3: 14-21

Hermanos, es importante a quién seguimos, es decir, qué modelo de vida nos ha guiado desde nuestra niñez. ¿Qué ejemplo de vida hemos obtenido de nuestros padres? Muchas veces me he encontrado con personas que dicen: menos mal que mis padres me enseñaron ésto y yo quise aprenderlo, porque en tal o cual ocasión me salvó de cometer un error y terminar en la cárcel o en el cementerio. Si hoy estoy vivo, es por ese ejemplo que he seguido.

En el relato escuchado hoy, vemos en unos versos atrás, que Nicodemo era un hombre muy importante entre los judíos, él fue de noche a entrevistarse con Jesús, y le dice: Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, y así continúa su conversación, pero llega un momento en el cual Jesús le revela la misión de la Cruz.

El hijo del Hombre tiene que ser levantado al igual que fue levantada la cruz en el desierto por Moisés, para que, así como en aquella situación quienes la miraban no morían por las mordeduras de las serpientes, en esta oportunidad quienes crean en esa cruz del Calvario tendrán vida eterna.

Jesús continúa su enseñanza a Nicodemo, le explica en forma sencilla pero clara lo que representa la fe en el creyente; el plan de Dios había sido constituido desde el inicio de los tiempos y hasta la eternidad.

Hermanos, este es un plan que es dado por el amor de Dios hacia su creación caída. Él nos da a su hijo en sacrificio suficiente e irrepetible por una sola vez, para morir por nosotros y nuestros pecados colgado en una cruz y, todo aquel que creyera en que Jesús completó su misión, le serían comunicados sus atributos, los cuales solamente pueden ser alcanzados por fe, sin las obras de la Ley.

De tal forma que las doctrinas cristo céntricas, deben a su vez enfocarse en lo que realmente se cree de la vida y obra de Nuestro Señor Jesucristo.

Sabemos que este creer, no es generado por la fuerza volitiva del hombre, ya que, es el mismo Dios Espíritu Santo, quien crea la fe en el hombre, ésta fe le conduce a Dios Hijo Jesucristo y, éste último le lleva a Dios Padre.

Oremos:

Hermanos, oremos a Dios el Espíritu Santo, para que cada día sostenga y aumente nuestra fe, que la misma nos lleve a Jesús, y, tomados de su mano, podamos en el día final presentarnos sin manchas ante el tribunal de Dios Padre.

Amén. Dios los bendiga. Y recuerden: ¡Solo Dios Salva!

 

Tercer Domingo de Cuaresma - Jesús, Salvador, Sanador y Sanitarista

03 de marzo de 2024

Tercer Domingo de Cuaresma. 

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 19; Éxodo 20:1-17; 1 Corintios 1:18-25; Juan 2:13-22

Tema de hoy: Jesús, Salvador, Sanador y Sanitarista    

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio que hemos escuchado el día de hoy, Tercer Domingo de Cuaresma.

Dentro del ámbito científico de los virus, bacterias y demás patógenos que afectan a millones de personas sobre este planeta, los responsables de llevar el saneamiento, limpieza y purificación de los ambientes: en los campos, dentro de los hogares, oficinas, centros educativos, hospitalarios en fin, en cada área donde el ser humano haga vida en común y grupal, adelantan programas motorizados por las dependencia de salubridad de cada estado o gobierno; como el uso frecuente de: detergentes, pesticidas, antibacteriales, vacunas y educación de la población la higiene personal.

La ciencia del aseo considera que, si usted no toma medidas tempranas en la erradicación de la suciedad, proliferación de plagas, disposición adecuada de los desechos sólidos etc., más temprano que tarde, se producirá un caos general de salud pública, conllevando el mismo a la erogación acelerada de los presupuestos gubernamentales, por un lado, así como, el siempre recurrente ausentismo laboral, lo que perjudica notoriamente desde los índices económicos hasta el incremento en la ratio de mortalidad de la población.

Así las cosas, en el evangelio para hoy, Jesús se dirige al Templo y allí encuentra que proliferan los vendedores de animales, usados para los ritos de sacrificios por un lado y, por el otro quienes intercambiaban dinero a los visitantes extranjeros por una moneda en especial judía, con la cual debían pagar el impuesto del Templo; ver Éxodo 30: 13-16

A Jesús le molestó mucho la confusión, el ruido que generaban con sus prácticas los comerciantes.

Desde el enfoque especulativo, estos señores, manifestaban todo tipo de abuso contra los creyentes y adoradores, los explotaban y la avaricia era la que reinaba en el recinto sagrado.

Ante todas esas circunstancias, Nuestro Señor se indigna, entristece y decide poner fin a esa situación, hizo un látigo y procedió a sacarlos a todos, tanto a los vendedores de animales como a los cambistas de monedas.

Los discípulos, estudiosos de la Escritura recordaron y manifestaron lo que ésta dice textualmente “Me consumirá el celo por tu casa”; ver Salmo 69: 9.

¿Qué podemos sacar como aprendizaje de este pasaje? La Biblia no dice que las actividades de carácter comercial de algo en específico, que se realice dentro de la iglesia sean pecaminosas. Por lo planteado, más bien podemos deducir que, cualquier elemento que le disminuya valor al servicio de alabanza y adoración, cualquier cosa que tuerza la misión de la iglesia, o que burle en su buena fe a los hijos de Dios, debe ser echado de la iglesia como Jesús hizo en el Templo, ya que la enfermedad espiritual que produce el desviar la mirada y el corazón del Dios verdadero acarrea la muerte y perdición eterna.

Seguidamente, los judíos le dijeron a Jesús, danos una prueba acerca de la autoridad con la cual haces esto, y él les respondió, bien, destruyan este Templo y lo reconstruiré en tres días.

Los judíos le respondieron cuarenta y seis años hemos empleado en construir el Templo y ¿Tú dices que lo harás en tres días?

Mas, el Templo al que se refería Nuestro Señor era su propio cuerpo; y cuando Jesús resucitó de entre los muertos, los discípulos recordaron este evento y creyeron en la Palabra de Dios.


Oremos:

Hermanos, oremos de tal forma que pidamos paciencia a Dios, para que nos otorgue la serenidad y comprensión necesarias, y de este modo permitir que Nuestro Señor Jesucristo sea nuestro Salvador, Sanador y Sanitarista ejemplar.

Amén. Dios los bendiga. Y recuerden: ¡Solo Dios Salva!


Segundo Domingo de Cuaresma - En sintonía con nuestro Dios y Salvador

25 de febrero de 2024

Segundo Domingo de Cuaresma. 

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 22:23-31; Génesis 17:1-7, 15-16; Romanos 4:13-25; Marcos 8:31-38

Tema de hoy: En sintonía con nuestro Dios y Salvador

Nuestra reflexión está basada en la lectura del evangelio que hemos leído y escuchado hoy, cuando arribamos al segundo domingo de Cuaresma.     

En el mundo de los motivadores es muy conocido y se repite mucho en sus escenarios, el relato acerca de dos albañiles que trabajaban en una misma obra de construcción, pero diferían, tanto en su autoimagen, como en en el propósito de su labor.

Se cuenta que se le preguntó a cada uno por separado, en qué era lo que estaba trabajando, y el primero respondió, «—Yo, lo que hago es colocar ladrillo sobre ladrillo a lo largo del día», mientras que el otro al ser consultado manifestó «—Yo, estoy construyendo la catedral más grande y más bella que jamás haya existido».

Se nota de ese relato que, si uno conoce cuál es el objetivo, propósito de su labor y se identifica con éste, la actitud de compromiso y esmero en el mismo, será gratificante, provechosa y de gran calidad en su realización.

Para el día de hoy, observamos a un Mesías que conoce con exactitud y detalles, qué pasará con él y el modo en que lo llevará a cabo. 

«...el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días».

Y observamos a un discípulo que, zarandeado por Satanás, desvía la mirada que debería poner y mantener en la misión de su Maestro, la desconoce y la niega, porque ve las cosas desde la óptica de los hombres, rechazando el plan de Dios.

Luego, Jesús les ofrece a los discípulos, directrices de cómo deben conducir su vida de devoción y creencia.

Les dice: Olvídense de sí mismos y carguen su cruz, esto quiere decir, que no sean egoístas y estén prestos a trabajar en la obra del Reino de Dios.

No vayan trás el resplandeciente brillo de los asuntos cotidianos, menospreciando la relación con su creador.

Proclamen el nombre de Jesucristo, sin avergonzarse, para que en el día final él se enorgullezca de ustedes.


Oremos:

Hermanos, pidamos a Dios Padre, que en este tiempo de Cuaresma, pongamos la mirada en la vida que nos otorga la cruz de Nuestro Señor Jesucristo y, jamás sigamos el ejemplo de Pedro y su falta de sintonía con su Dios y Salvador.

Amén. Dios los bendiga. Y recuerden: ¡Solo Dios Salva!