Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Revised Common Lectionary - Daily Readings

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Séptimo Domingo de Pascua - Jesús, Nuestro Sacerdote Perfecto

21 de mayo de 2023

Séptimo Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 68: 1-10, 32-35; Hechos 1: 6-14; 1 Pedro 4: 12-14; 5: 6-11; Juan 17: 1-11

Tema de hoy: Jesús, Nuestro Sacerdote Perfecto

Estimados hermanos, hoy arribamos al séptimo domingo de Pascua y nuestra reflexión para hoy, la basaremos en el evangelio de Juan que hemos leído.

En el evangelio para hoy nos encontramos con la famosa oración Sumo Sacerdotal hecha por nuestro Señor Jesucristo: él pide a su Padre que le glorifique y, este glorificar se refiere a que pueda lograr completar su obra salvífica para el bien de la humanidad, esa gloria tiene como partes inobjetables, lograr el perdón de nuestros pecados por la muerte en la cruz, y su triunfo sobre satanás por su resurrección al tercer día y se completará su gloria por su posterior ascensión al cielo. De aquí es que Jesús dice al Padre que él lo ha glorificado, pues ha concluido la obra que el Padre le confiara.

Hermanos, esta primera parte introductoria, nos hace ver la importancia de fe que el Espíritu crea en nosotros y, nos hace creer en todas estas obras de nuestro Señor Jesucristo. Es muy fácil salirse de estos parámetros divinos y eternos para ir detrás de otras doctrinas que, siendo heréticas, tambalean o deshacen nuestra seguridad en la vida eterna.

Así continúa Jesús y le dice al Padre lo que este ya conoce, sí, que él (Jesús) les enseñó quien era el Padre, luego, nos muestra algo que deberíamos tener presente, que Dios Padre da a Jesús a todos aquellos que han llegado a ser suyo (del Padre). Dice Jesús, que todo procede del Padre, inclusive yo mismo, y la fe salvadora es que ellos crean que tú me enviaste.

Hermanos, no encontró Dios Padre mejor manera para el hombre, que darle un Salvador y que este, tuviera siempre la esperanza cifrada en Jesús, el Mesías, el Cristo.

Jesús ruega por los discípulos que el Padre le dio; mas no por quienes son del mundo, que pertenecen al sistema de cosas pecaminosas. Y más adelante pide a su Padre que los cuide, porque si bien él se va a ir, ellos continuaran sobre este mundo y permanezcan unido como nosotros lo estamos.

Debemos darnos cuenta y entender que, se muestra claramente en este pasaje como en ningún otro, el oficio de Sacerdote de Jesús; él ruega a su Padre por los discípulos que les dio; pero más adelante también nos incluye a todos nosotros en el versículo 20 «No te ruego solamente por éstos, sino también por los que después han de creer en mí al oír el mensaje de ellos» y en la primera carta de Juan capítulo 2 versículo 1b aprendemos que «Aunque si alguno comete pecado, tenemos un abogado ante el Padre, que es Jesucristo, y él es justo».

Hermanos, de allí la importancia acerca del tipo y calidad del mensaje que escuchamos, y también la confianza en que aún y hasta su egreso triunfal, tenemos a nuestro amado Jesús abogando por nosotros ante Dios Padre.

Oremos:

Amantísimo Dios de la gloria y majestad, concédenos apropiarnos de todas estas promesas que nos ha transmitido nuestro amado Señor Jesús.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.

 

 

Sexto Domingo de Pascua - Dios se nos Muestra

14 de mayo de 2023

Sexto Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 66:8-20; Hechos 17:22-31; 1 Pedro 3:13-22; Juan 14:15-21

Tema de hoy: Dios se nos Muestra

Estimados hermanos, hoy arribamos al sexto domingo de Pascua y tenemos que en el Salmo revisado leído, 66 versículos desde el 18 hasta el 20, el salmista dice entre otras cosas «Si yo tuviera malos pensamientos, el Señor no me habría escuchado; ¡pero él me escuchó y atendió mis oraciones! ¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración ni me negó su amor!

Continuamos y hemos revisado el libro histórico de Hechos de los Apóstoles podemos leer parte del discurso de Pablo en el capítulo 17, versículos desde el 27 hasta el 28: “«…aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en Dios vivimos, nos movemos y existimos; como también algunos de los poetas de ustedes dijeron: ‘Somos descendientes de Dios’»”

La Epístola que hemos escuchado hoy nos muestra como el apóstol Pedro, nos conmina a hacer siempre el bien, y a no tener miedo a nadie ni asustarnos, sino, más bien, nos dice que honremos a Cristo como Señor.

En el evangelio para hoy Jesús nos dice que seremos identificados como seres que amamos y honramos a Jesús como Señor, si sabemos poner en practica y acción los mandamientos @. Luego promete que pedirá al Padre que envíe el Espíritu de Verdad, es decir el Espíritu Santo para que siempre esté con nosotros; quienes mantienen una vida impía no pueden recibir al Espíritu Santo, y esto es así porque no lo conocen, ni lo ven, si lo hubiesen conocido, él hubiese creado la fe, conversión y salvación en ellos; luego, Jesús explica que, en cambio en quienes han creído, el Espíritu Santo permanece siempre. Jesús promete no dejarnos solos. A sus discípulos les dice que lo verán pronto; acá les enseña que luego de resucitar ellos le verán, y también les expresa que ellos vivirán porque él vive.

Hermanos, esa promesa, también es aplicable a nosotros. Recordemos lo que dijo Jesús: en donde estén dos o más reunidos en mi nombre, allí estaré yo y, por otro lado, Pablo dice, en la lectura de Hechos en el capítulo 17, versículos desde el 27 hasta el 28: "«…aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en Dios vivimos, nos movemos y existimos; como también algunos de los poetas de ustedes dijeron: ‘Somos descendientes de Dios’»” @.

Hermanos, Jesús termina su pasaje de la escritura para el día de hoy de la misma manera en que la comenzó: ¿Como mostramos y demostramos que amamos a Jesús? Sencillo, recibiendo sus mandamientos y obedeciéndolos @. Dios Padre amará a quien ama al Hijo y, el Hijo promete amarle también y se mostrará a él.

Hermano, ¿Jesús se ha mostrado ante ti? ¿En dónde podemos ver que se nos muestra Jesús? La respuesta no tiene mayor complicación: En su Palabra, en el Bautismo, en la Santa Cena y, cuando nos reunimos en su nombre.

Oremos:

Amantísimo Padre Celestial, te pedimos que nos enseñes y des fuerzas para cumplir tus mandamientos, como señal inequívoca de que te amamos y, tanto tu como el Padre Celestial nos lleguen a amar.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.

 

 

Quinto Domingo de Pascua - ¡Jesús, el Dios de las Innumerables Habitaciones!

07 de mayo de 2023

Quinto Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 31:1-5, 15-16; Hechos 7:55-60; 1 Pedro 2:2-10; Juan 14:1-14

Tema de hoy: ¡Jesús, el Dios de las Innumerables Habitaciones!

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio que hemos leído en el día de hoy y sobre la misma podemos reflexionar lo siguiente:

En los tiempos actuales hay comunidades en las cuales por más que se haya empleado el concepto de soluciones habitacionales que desafían las nubes, como lo son los altísimos edificios o los llamados rascacielos, que ya no son de extraña presencia en los países desarrollados y en vías de desarrollo, aún se padece la carencia de lugares, llámense pisos, apartamentos o simplemente casas en las cuales las nuevas familias que se están formando les sea propicio hacerse con lugar para establecer sus hogares. En la historia bíblica para hoy vemos a un Jesús que dice a sus discípulos, y extensibles a nosotros una promesa: Confíen en Dios y en mí, en la casa de mi Padre hay muchas moradas o habitaciones y, voy a ir a prepararles un sitio allá. Eso sí, luego volveré a buscarlos para que estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar.

Hermanos, cuando muere un ser querido, muchos nos preguntamos y, ¿dónde estará esa persona que hasta ayer estaba aquí con nosotros?, ¿adónde fueron sus risas, sus llantos, sus alegrías, sueños e ilusiones?, y, luego; la desesperanza nos acosa, la incertidumbre existencial nos rodea y no sabemos cómo explicar esas preguntas. Acá, Jesús trata de hacernos física las respuestas a las preguntas que tanto nos hacen daño, tanto espiritual como emocionalmente; ese ser querido que ha fallecido y que confió en Jesús como su Salvador, se encuentra con Jesucristo en un lugar especial que él de antemano le preparó, para que estuviera a su lado.

Sigue Jesús y dice: ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy, y Tomás le responde: pero Señor si no sabemos adonde vas menos podremos conocer el camino. Aquí se ve, y lo vuelven a manifestar, que los discípulos tenían el entendimiento nublado; no sabían nada del cielo, de Dios Padre, ni de la eternidad.

Con mucha paciencia divina, Jesús les recapitula lo que les había enseñado y, que ellos no habían entendido: Yo soy el camino, la verdad, y la vida. A estos tres elementos deberíamos agregarle «el único camino; la única verdad; y el único que puede dar vida» para poder comprenderlo mejor. Y, eso es tan así que enseguida dice: Solamente por mí se puede llegar al Padre; únicamente a través de mí pueden acceder a Dios Padre. Inmediatamente les enseña sobre la Trinidad: ya que me conocen, entonces conocerán al Padre; y ya lo conocen pues lo han estado viendo. Felipe muy entusiasmado dice: Maestro, solo muéstranos al Padre y eso nos bastará. Jesús les recalca su lento entendimiento: Hace tanto que estoy con ustedes y todavía no me conocen; despierten ya, no me pidan ver al Padre, porque quien me ve a mí, también ve al Padre; todas las cosas que he dicho proviene del mismo Padre quien hace su obra en mí.

Hermanos, ¿tenemos problemas con la Santa Trinidad?; ¿podemos ver al Padre cuando vemos a hijo? ¿Es Jesús para nosotros solamente un buen maestro, o simplemente el Hijo de Dios; pero no Dios mismo? Hermanos, debemos tener mucho cuidado y respeto con estas enseñanzas, porque si perdemos a Jesús vamos a perder al Padre, y con ello, la Salvación eterna que ya es mucho decir.

Para finalizar, Jesús se despide haciendo unas promesas: el que cree en mí hará las obras que yo hago; y lo que piden en mi nombre, yo lo haré para que a través de mí se muestre la gloria del Padre.

Oremos:

Amantísimo Señor de Sabaot, te rogamos prepares un sitio para mí en la eternidad y permite que tengamos presente el mirar y reconocer al Padre en el Hijo.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.

 

 

  

 

Cuarto Domingo de Pascua - ¡Cuidado con Pastores que Saltan Cercas!

30 de abril de 2023

Cuarto Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 23; Hechos 2:42-47; 1 Pedro 2:19-25; Juan 10:1-10

Tema de hoy: ¡Cuidado con Pastores que Saltan Cercas!

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio que hemos leído en el día de hoy y sobre la misma podemos reflexionar lo siguiente:

Para quienes en estos tiempos actuales hemos podido observar de cerca la crianza y pastoreo de ovejas, podemos decir que estos animalitos son, además de pacíficos muy maleables y obedientes; cada pastor le asigna a su rebaño una forma particular y personal de llamarles y, sorprendentemente ellos atienden con prontitud. Los pastores que conocí recientemente, llevaban una varita no muy larga que utilizan para posarla con suavidad sobre el cuerpo de la que se haya distraído y esta, inmediatamente reacciona y atiende a las directrices que su cuidador le está señalando. De lo que podemos entender que, entre las ovejas y su pastor, siempre debe existir una cierta compenetración y familiaridad, él sabe cuales pertenecen a su rebaño y ellas identifican claramente quien es su guardador y benefactor, esto es, quien las alimentas o la lleva a los mejores pastos, quien las cura si se han herido etc.

En nuestro pasaje para el día de hoy, podemos apreciar bastante de estas características del trabajo ganadero. Jesús nos dice algo muy de lógica: ¿Quién querría entrar saltando la cerca, en lugar de hacerlo por la puerta para tener acceso a las ovejas? Pues claro, solamente un ladrón. Y así, empieza Jesús a explicarles lo que ellos no habían entendido.

Yo soy la puerta, por donde pasan las ovejas, todos los que vinieron antes que él, eran unos ladrones y bandidos. En este sentido, no podemos pensar que Jesús está refiriéndose a los profetas enviados por Dios, que vinieron antes que él a profetizar acerca de su propia venida, ya que, no tendría sentido que los llamara ladrones y bandidos. Jesús está hablando y haciendo directa mención a los engañadores, que practicaban toda suerte de artes mágicas y oscuras y, que se hacían pasar por él, burlándose de ellos, de tal manera que sus almas se perdieron por haber entrado por la puerta incorrecta.

Hermanos, cada vez que vemos personas siguiendo, a cualquier líder «religioso» ocupado más en cosas terrenales que en las espirituales y el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, podemos estar seguros que están errando en la puerta que lleva a la salvación; no es que esos líderes están robando el dinero de muchas personas en este mundo, porque estaríamos enfocando nuestra mirada en cosas de este mundo y pasajeras como «el dinero»; sino, lo terriblemente grave es que, les esté robando el alma y, como lo dice Jesús en el versículo 10: «pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia». La vida en abundancia es un concepto que no tiene que ver con la largura de años por vivir; sino más bien por la calidad en el disfrute de los beneficios provenientes de nuestro Dios: la justificación, la paz, el amor y la misericordia verdaderos.

Hermanos, ¿estamos asistiendo a iglesias en las cuales solamente se tiene como centro de sus enseñanzas el dinero o la «prosperidad»? ¿Nos sentimos intimidados porque nos parece que formamos parte de fríos números dentro de un presupuesto a alcanzar para complacer a algún ser mortal? O ¿estamos seguros y en paz en una iglesia cristocéntrica en donde se predica con seriedad la salvífica Palabra de Dios? Recapacitemos y pidamos dirección a nuestro Dios. 

Oremos:

Amantísimo Padre celestial, te pedimos que nos permitas entrar por ti, quien eres la puerta a la salvación, y cuídanos de los pastores que han saltado la cerca y que ellos mismo aún no lo saben.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.

 

 

  

 

Tercer Domingo de Pascua - Mi corazón Arde en mi Pecho

23 de abril de 2023

Tercer Domingo de Pascua.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 116:1-4, 12-19; Hechos 2:14a, 36-41; 1 Pedro 1:17-23; Lucas 24:13-35

Tema de hoy: Mi corazón Arde en mi Pecho.

Nuestra predicación está basada en la lectura del evangelio que hemos leído en el día de hoy y sobre la misma podemos reflexionar lo siguiente:

Dentro de la historia de la humanidad y sin especificar nombres, todos conocemos de personajes que, estando en diferente grados responsabilidad y supervisión han tratado de pasar inadvertidos, ya sea disfrazados o más modernamente por medio de cámaras de vigilancia, todo esto con el objeto de ver la verdadera compostura, actitud o pensamientos de sus supervisados o subordinados. Así, se sabe de presidentes y jefes de Estados que han aparecido en construcciones de gran importancia para sus naciones y, conocer de primera mano quien trabaja y quien malgasta el tiempo y otros recursos de esa nación. Los famosos programas de televisión «jefe encubierto» en el cual el dueños o presidente de una empresa se disfraza y presenta como un empleado de mediano o bajo nivel y, se entera de todos los pormenores que se suceden en su compañía, al final del evento televisivo, el jefe encubierto, premia o desaprueba las conductas de sus empleados tomando en cuenta lo evidenciado por él mismo.

En nuestra historia bíblica asignada para hoy, tercer domingo de pascua, y la cual es solamente relatada por Lucas, nos encontramos con algo parecido a lo antes descrito.

Primeramente, el evangelista nos dice que dos de los discípulos viajaban al pueblo de Emaús. Ellos iban comentando y discutiendo de todo lo que había sucedido. Uno se llamaba Cleofás y el otro cuyo nombre no se menciona pudiera tratarse de la esposa de este último, aunque otros dicen que pudo haberse tratado del mismo Lucas, tomando como analogía para creer esto en la usanza de Juan, cuando se mencionaba así mismo en forma velada al expresar «el discípulo amado».

Jesús los acompaña en el trayecto del camino y conversa con ellos; dice la Palabra de Dios que, aunque lo veían algo impedía que le reconocieran. El Señor les pregunta de qué discuten, y ellos le responden con extrañeza que, si era el único que ha estado en Jerusalén y no sabe nada de lo ha sucedido. Nuestro Señor les pregunta desde incógnita presencia que le digan qué es lo que ha acontecido y ellos confiesan que su conversación trataba de Jesús de Nazaret, quien era un profeta poderoso delante de Dios y los hombres, y como había sido entregado a muerte de crucifixión. Ellos manifiestan su creencia de que Jesús les libertaría de la bota romana, es una constante en los evangelios que ellos no esperaban la resurrección de su Maestro; pero sí que se convertiría en un dirigente político y revolucionario que daría culminación al yugo romano.

También existe el detalle que no habían ni atendido ni entendido bien todas las veces que Jesús les profetizó que, al tercer día se levantaría de entre los muertos, no dijo nunca que sería a las horas o al día siguiente, ni tampoco a los dos días, sino justo a los tres días de ser sepultado. Algunas mujeres fueron al sepulcro y lo hallaron vacío y algunos de los discípulos fueron también a la tumba y la encontraron como habían descrito las mujeres.

Luego de lo anterior Jesús pasa a hacerle una reflexión; pero esto como algún conocedor más de la escritura: ¡ustedes son lentos y les falta capacidad de entendimiento acerca de todo lo que escribieron los profetas! Les hace un relato explicativo y preciso de todos los segmentos de la escritura que se referían a él directamente. 

Jesús en su caminar con ellos, hace como que va a seguir de largo y los dos discípulos le obligaron a quedarse con la excusa de que ya estaba cayendo la noche. Estando en la mesa tomó pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio. Dice la palabra de Dios que, en ese instante se le develaron los ojos y se dieron cuenta que habían estado hablando con Jesús; mas él desapareció.

Muchos han dicho que este «partimiento del pan» tal como lo vemos en Hechos Capítulo 2 Versículo 42 y en otros pasajes se refieren a la Santa Cena del Señor, aunque «partir el pan» también puede significar tener una comida con alguien. En el caso de los dos discípulos de Emaús, notamos que Jesús no compartió el vino, por lo tanto, creemos que no se trató del Sacramento del Altar.

Hermanos, lo que sí es cierto, y es una realidad de la fe cristiana, es que cuando participamos de la Santa Cena, inmediatamente vamos a reconocer a Nuestro Señor Jesucristo presente ahí con nosotros.

Dice la biblia que se dijeron uno al otro: ¿no es verdad que sentíamos un calor en el corazón cuando nos hablaba y nos explicaba la Santa Palabra?

Luego emprendieron el viaje y se reunieron con los discípulos y estos les dijeron que ciertamente había resucitado y se había aparecido a Simón.

Los dos discípulos a su vez les contaron lo que habían vivido en el camino de Emaús.

Hermanos, en el camino de la vida, nos vamos a encontrar muchas veces con nuestro Salvador, pidamos a Dios el Espíritu Santo que sepamos reconocer su presencia en nuestras vidas. 

Oremos:

Amantísimo Padre celestial, te rogamos, que nos permitas estar atentos para de esta manera poder reconocer la presencia gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo en nuestras vidas y, que estas sean vividas a la plenitud de tu voluntad eterna.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.