Revised Common Lectionary - Daily Readings

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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

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Sexto Domingo Después de Pentecostés - Jesucristo, Nuestro Eterno Descanso

09 de julio de 2023

Sexto Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 145:8-14; Zacarías 9:9-12; Romanos 7:15-25a; Mateo 11:16-19, 25-30

Tema de hoy: Jesucristo, Nuestro Eterno Descanso

Estimados hermanos, hoy arribamos al Sexto Domingo Después de Pentecostés y nuestra reflexión para hoy, la basaremos en el evangelio de Mateo que hemos leído.

El problema de la generación humana de la época de Jesús sobre esta tierra, fue que, teniendo oídos y suficientes oportunidades, no oyeron, y tampoco quisieron entender el mensaje de importancia vital que les traía Jesús.

Ni Juan el Bautista, ni Jesús lograron aceptación alguna a los ojos de los grupos legalistas, para abarcarlos a todos. Sí, la ley, concebida a lo largo de los siglos, echaba por tierra en la mente y corazones de los legalistas, de la más mínima enseñanza de amor, compasión y de lo más relevante, la salvación de la humanidad solamente por la fe en la obra consumada por Jesucristo en la cruz.

Jesús les hace una comparación de un juego popular infantil de esos días para significar que, ni con Juan ni con Jesús ellos estaban conformes. De Juan criticaban que era un ermitaño, que no bebía alcohol porque era nazareo, por otro lado, de Jesús criticaban duramente, que socializaba con gente de mala fama y, además comía y bebía vino como era la costumbre. Como legalistas, ellos estaban confundidos de cómo clasificar a cada uno de estos personajes.

Hermanos, la usanza hasta el día de hoy sobre este planeta, es el de etiquetar y encasillar a las personas dentro de una tipología especifica, y si no lo logramos, llegamos a la rápida conclusión que esa persona no sirve a nuestros interese, cuales fueran estos.

De tal manera que, luego de exhortarlos, les dijo «Pero la sabiduría es justificada por sus hijos». Hermanos, esta pequeña oración quiere significar que, por más que ellos criticaran y censuraran a Jesús, sus hechos contundentes, es decir, su vida santa sin pecado y, los innumerables milagros, daban testimonio de su infinita sabiduría que como Dios ostenta.

Nos dice Jesús: Vengan a mí todos los que están agotados por el trabajo y cargados, y yo les daré el descanso que ustedes necesitan.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en esta estación de verano sobre el planeta y en especial en el hemisferio norte, muchos seres humanos, con las altas temperaturas están buscando donde refrescarse y un poco de descanso. Un momento para relajarse y disfrutar del tiempo libre. Pero incluso, aparte de lo físico; cuando tomamos un merecido descanso, nuestras mentes y corazones pueden seguir sintiéndose cansados y agotados. Tal vez estamos preocupados por el futuro, el costo de la vida, la educación de los hijos o, cansados de las demandas y retos de la vida diaria. Tal vez nos estamos preguntando ¿qué significado tiene todo esto?

Jesús nos ofrece un consuelo y una esperanza en medio de nuestras fatigas y preocupaciones. Él nos invita a ir hacia Él y encontrar descanso no solo para nuestros cuerpos, sino también para nuestras almas.

Esta es una de las afirmaciones más hermosas y poderosas de Jesús. Él no nos dice que nuestras preocupaciones desaparecerán de inmediato, o que nuestros problemas desaparecerán como por arte de magia. Pero nos promete que, si venimos a Él y lo seguimos, encontraremos un descanso para nuestras mentes y corazones cansados.

Jesús entiende nuestras luchas, porque Él mismo las ha experimentado. Él ha compartido nuestra humanidad y ha conocido el dolor y la fatiga del mundo. Él no solo nos ofrece un camino hacia la paz y el alivio, sino que Él mismo es nuestro descanso.

Así que, cuando nos sintamos abrumados por la vida, cuando nuestros corazones estén pesados y nuestras mentes estén confundidas, recordemos las palabras de Jesús. Vengamos a Él con humildad y esperanza, confiando en que podemos encontrar la paz que anhelamos.

Oremos:

Padre eterno, permite que el amor y la gracia de nuestro Señor Jesucristo nos concedan el descanso que buscamos, hoy y siempre.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.

 

 

 

Quinto Domingo Después de Pentecostés - Servidores Fieles de Dios

02 de julio de 2023

Quinto Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 89:1-4, 15-18; Jeremías 28:5-9; Romanos 6:12-23; Mateo 10:40-42

Tema de hoy: Servidores Fieles de Dios.

Estimados hermanos, hoy arribamos al Quinto Domingo Después de Pentecostés y nuestra reflexión para hoy, la basaremos en el evangelio de Mateo que hemos leído. Este es un pasaje rico en significado y nos da una visión clara de lo que significa ser un servidor fiel de Dios.

En este pasaje, Jesús está hablando con los apóstoles y les está dando instrucciones sobre la misión que les ha encomendado. Les dice que quien los recibe a ellos, recibe a él, y quien lo recibe a él, recibe a aquel que lo envió. Esto significa que aquellos que reciben y aceptan a los mensajeros de Dios, reciben al propio Dios.

Hermanos, como está el mundo de convulsionado y, cada quién busca sus propias satisfacciones personales, debemos tener mucho cuidado con estos mandamientos de nuestro Señor. Primero, debemos sopesar muy bien cuando conocemos a los mensajeros actuales de Dios. Probar su rectitud, su probidad, moralidad, respeto por los asuntos divinos y temor a Dios. Luego que eso haya tenido lugar, sí podemos obedecer a Jesús, ayudando a estos hombres de Dios en su evangelización y demás tareas de llevar la Palabra de Dios.

Hermanos, ¿hemos conocido personas que se esconden cuando ven a un grupo de cristianos que están cumpliendo con la gran comisión? ¿Personas que se molestan si les envías un mensaje cristiano a su teléfono celular? En un mundo lleno de escepticismo, es importante que recordemos esto. Cuando nos acercamos a alguien con las buenas nuevas del Evangelio, es fácil sentir que no nos están escuchando o que no nos están tomando en serio o como si fuéramos unos fenómenos por decir lo menos. Sin embargo, Jesús nos recuerda que, aunque puede que nuestras palabras no sean escuchadas, Dios siempre está presente en todo aquello que hacemos en su nombre.

Hermanos, debemos estar muy claros que la salvación no es por obras, sino que es solo por fe y, esta la crea solamente el Espíritu Santo en nosotros «No es por obras, para que nadie se gloríe» dice la biblia. Jesús continúa diciendo que aquellos que les reciben a ellos, también recibirán una recompensa. Esta recompensa no es sólo material, sino que es espiritual. El amor y la generosidad que demostramos a aquellos que se acercan a nosotros en busca de consuelo y apoyo, no pasan desapercibidos a los ojos de Dios. La recompensa se manifiesta en paz, misericordia, abundancia de amor hacia el prójimo. Así que, nunca dejemos de hacer el bien que nos corresponde como discípulos de Jesús.


Esta es una de las enseñanzas más importantes del cristianismo: el amor y la compasión que demostramos hacia los demás, y la manera en que acogemos a aquellos que lo necesitan, es algo que no sólo honra a Dios, sino que también es recompensado; y, esta recompensa de parte de Dios, de ninguna manera trata sobre ganar el cielo, por medio de estas acciones. Además, todo acción fuera de la fe, es considerada inútil, sin valor ante los ojos de Dios.

Aunque la idea de ser recompensados por nuestras acciones no debería ser el principal motivo por el cual hacemos algo, sino la consecuencia directa de la fe que nos declara libre de pecados y, es esta fe la que nos ayuda a comprender la importancia de nuestras acciones. Cuando mostramos compasión hacia los demás, es como si estuviéramos mostrando compasión hacia Dios mismo. Es nuestra manera de demostrar gratitud y amor hacia aquel que nos dio todo y, principalmente la Salvación de nuestras almas.

En conclusión, esta enseñanza de Jesús nos recuerda la importancia de ser servidores fieles de Dios. Al acercarnos a los demás con amor y generosidad, estamos haciendo la obra de Dios producto de la fe en los méritos de Cristo. Y aunque puede que no seamos recompensados con riquezas materiales, nuestra recompensa espiritual será abundante. Sigamos siendo fieles siervos de Dios y acerquémonos a los demás con amor y compasión.

Oremos:

Oh Dios eterno, enséñanos a producir obras aceptables por medio de la fe en tu Hijo Jesucristo.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.

 

 

 

Cuarto Domingo Después de Pentecostés

25 de junio de 2023

Cuarto Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 69:7-10, 16-18; Jeremías 20:7-13; Romanos 6:1b-11; Mateo 10:24-39

Tema de hoy: Los Desafíos de Seguir A Cristo

Estimados hermanos, hoy arribamos al Cuarto Domingo Después de Pentecostés y nuestra reflexión para hoy, la basaremos en el evangelio de Mateo que hemos leído.

En esta porción del evangelio, nos encontramos con un Jesús que hace un compendio del reto que significa ser cristiano.

Sí hermanos, esta porción de la Escritura nos muestra las palabras de Jesús a sus discípulos en cuanto a los desafíos que enfrentarán al seguir al Maestro.

El discípulo es aquella persona que aprende una doctrina bajo la dirección de un maestro. Jesús comienza hablando de la relación entre el maestro y el discípulo. Él les recuerda que el discípulo no es superior al maestro, sino que debe seguir su ejemplo y ser fiel a su enseñanza. En otras palabras, los discípulos de Jesús al igual que los siervos, deben llegar a ser como Él y, conformarse totalmente a él en su manera de vivir y enseñar.

Hermanos, seguidamente Jesús nos enseña desde el punto de vista del temor, cómo se presentarán en nuestras vidas los desafíos e inconvenientes al seguirlo.

Así las cosas, Jesús habla sobre los peligros que los discípulos enfrentarán al seguirlo. Les dice que no deben temer a los que pueden matar el cuerpo, sino más bien deben temer a Aquel que tiene poder sobre el cuerpo y el alma, es decir, Dios mismo.

Hermanos, solemos vivir con temor por todo y ante todos. Nuestro Señor Jesucristo hizo muchos milagros curando a los enfermos, salvando y sanando sus cuerpos; mas aquí nos hace ver que la importancia ulterior para él, es el alma del ser humano y él juzgará en día final, disponiendo de los cuerpos para perdición o vida eterna.

Hay muchas personas y tal vez conozcamos a algunas de ellas que se sienten avergonzadas en decir, aunque sea: «Yo asisto a la iglesia» por decir lo menos, y ni hablar de a quienes les cuesta muchísimo decir: «Yo soy cristiano». Jesús les recuerda que aquellos que confían en Él y confiesan su nombre ante los hombres, también serán confesados por Él ante su Padre celestial. Pero aquellos que lo niegan ante los hombres también serán negados por Él ante el Padre.

Hermanos, cuantas veces al día negamos a nuestro Señor Jesucristo, tanto en palabras como en obras. Sí, nuestra conducta puede negarlo o afirmarlo al igual que nuestro simple hablar. Tengamos presente eso y evaluémonos a la luz de este pasaje del evangelio.

Luego de la ascensión de nuestro Señor Jesucristo, los discípulos fueron perseguidos por las autoridades romanas y los maestros de la ley. En este pasaje bíblico, Jesús sigue advirtiéndoles que la vida de un discípulo no será fácil. Él les dice que pueden ser perseguidos, difamados y odiados por los hombres por causa de Él. Pero también les dice que quienes perseveran hasta el fin serán salvos.

Hermanos, ¿hemos recibido desprecios por ser cristianos? ¿nuestros «amigos, compañeros de trabajo o colegio, murmuran de nosotros a nuestras espaldas? Bien, a esto se refería Jesús cuando nos enseñó mediante sus sabias y divinas palabras, él pudo ver lo que nos sucedería al seguirlo. Desdén, murmuraciones, segregación, discriminación etc.

Y, no solo la persecución y discriminación va a tener lugar con nuestros relacionados y «amigos», sino también dentro del círculo inmediato familiar que nos rodea y con el que convivimos a diario. El Salvador también habla de cómo al seguirlo a Él puede causar divisiones incluso en las familias. Les dice que a menudo habrá un conflicto entre aquellos que lo aman y aquellos que lo rechazan.

En resumen, las palabras de Jesús en este pasaje nos recuerdan que seguir a Cristo no es fácil ni seguro, y que los discípulos deben estar dispuestos a enfrentar oposición y sufrimiento. Sin embargo, también nos recuerda que aquellos que perseveran y son fieles hasta el final serán recompensados con la salvación eterna.

Oremos:

Amantísimo Padre celestial, danos la fuerza y la perseverancia para seguir a tu Hijo Jesucristo, incluso cuando los caminos son difíciles y oscuros. Que siempre confiemos en su amor y en su poder para protegernos y guiarnos en todo momento.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.

 

 

Tercer Domingo Después de Pentecostés - La Necesidad del Espíritu Santo

18 de junio de 2023

Tercer Domingo Después de Pentecostés.

Pastor: Miguel Ángel Moreno Villarroel

Lecturas: Salmo 100; Éxodo 19:2-8; Romanos 5:1-8; Mateo 9:35-10:8

Tema de hoy: La Necesidad del Espíritu Santo

Estimados hermanos, hoy arribamos al Tercer Domingo Después de Pentecostés y nuestra reflexión para hoy, la basaremos en el evangelio de Mateo que hemos leído.

Es maravilloso ver el trabajo que realizaba el Señor Jesucristo; lo que costaría trasladarse de una población a otra, predicando la fe acerca de la buena noticia de que el reino de Dios se había acercado. Jesús, no solo enseñaba al pueblo, sino que también les sanaba de todas sus dolencias y hasta resucitaba a las personas de entre los muertos, cuando su misericordia era desbordada por una fe genuina de alguien que creía en su poder de lograr estos milagros. La Palabra de Dios nos dice que nuestro Señor sentía mucha compasión de las personas, ya que sabía que estaban desesperados e indefensos. Por ello les dijo a sus estudiantes más cercanos, que la cosecha era abundante; mas los obreros eran escasos, y luego los invitó a orar, pidiendo a Dios, como dueño de aquella cosecha que enviara trabajadores en recogerla.

Hermanos, en este primer segmento Jesús nos enseña el ejemplo que debemos seguir de él en no escatimar nuestros recursos disponibles para llevar el mensaje de vida eterna a todos, y también procurar manifestar el amor que Dios nos ha dado, cooperando con quienes están necesitados de alimentos y salud, por decir lo menos. En estos tiempos de crisis mundial, cuando uno da unas vueltas por las calles, pueden observarse personas necesitadas, tanto de alimentos como de salud; muchas veces la falta de lo primero (alimentos) conlleva a lo otro (enfermedades). Si tenemos la posibilidad en nuestras manos y el Espíritu Santo que mora en nosotros nos lo indica, démosle, aunque sea un pedazo de pan y, al enfermo, si está en nuestras posibilidades visitémoslo.

Más adelante, leemos que Jesús le dio autoridad a sus discípulos para curar a los enfermos y echar fuera los espíritus impuros, y seguidamente el evangelista hace una nominación de los apóstoles de Jesús.

Muchas veces se discute, si esa autoridad era solamente para los apóstoles o si también es extensible a nosotros en la actualidad. Bien, la evidencia bíblica nos señala que, también nos arropa a todos quienes creemos desde el corazón y la mente en nuestro Señor Jesucristo.

Para finalizar nuestra reflexión leemos que Jesús envió a los doce apóstoles a predicara a los Israelitas, diciéndoles que el reino de Dios se había acercado.

Hermanos, pues claro que el reino de Dios se había acercado a la humanidad; él estaba hablando acerca de él mismo. Hoy en día el reino de Dios se acerca a nosotros en: el Bautismo, en la Santa Cena y por su Palabra santa.

Jesús luego de haberles dado autoridad, les dio como directrices que: sanaran a los enfermos, resucitaran a los muertos, y expulsaran a los demonios. Hermanos, ¿podemos también nosotros hacer todo esto? Pues, por supuesto que sí. Cuando oramos por los enfermos y proveemos recursos para su curación; cuando compartimos nuestra fe con otros y el Espíritu Santo obra la fe, hemos servido de vehículo para la resurrección de alguien que estaba muerto en sus pecados.

Para concluir nuestro pasaje bíblico, les recuerda y advierte que ellos habían recibido ese poder y dones gratis, que no cobraran tampoco por usarlo.

Hermanos, un alerta para los líderes «cristianos» que, tristemente han convertido a la iglesia del Señor Jesucristo, en una empresa con franquicias incluidas, para enriquecerse malamente. Los casos y ejemplos abundan; pero debemos estar confiados en que, los líderes de enseñanzas cristocéntricas y doctrinas saludables, son mayoría sobre este mundo tan necesitado de su Salvador.

Oremos:

Padre celestial, llénanos con tu Espíritu Santo para reconocer como tus apósteles, las oportunidades de servirte y servir al prójimo.

Amén. Dios me los bendiga y recuerden. Solo Dios Salva.